Leo Molina, camarero: "Hay que ser más claro con lo que se va a cobrar y cuánto se va a trabajar"

"Este sector es muy dispar. Cuando los demás tienen fiesta tú estás trabajando y viceversa", cuenta el camarero Leo Molina.

Leo Molina estudiante de hostelería y camarero
Leo Molina estudiante de hostelería y camarero
Javier Navarro

Leo Molina, de 31 años, comenzó a estudiar hostelería nada más terminar la ESO. A él le gusta mucho el oficio "porque hablas con otra gente y aprendes de ellos y ellos de ti", expresa. No obstante, reconoce que el sector "está en decadencia" y achaca los problemas a la hora de encontrar personal a que algunos bares o restaurantes no dejan claras sus condiciones desde el principio. "Hace falta un poco de estandarización, que los establecimientos formalicen un acuerdo. Mucha gente que trabajaba en hostelería llegó a trabajar en sectores donde se respetan las 8 horas y los días de fiesta", explica este hostelero ecuatoriano, que actualmente vive en Huesca y fue criado en Graus.

En su opinión, es un oficio que requiere mucha vocación: "Este sector es muy dispar. Cuando los demás tienen fiesta tú estás trabajando y viceversa", dice. "Creo que no se habla claro a la hora de formalizar un acuerdo. Yo quiero contratar a una persona y quiero tener mucha comunicación. Hablar claro de cuánto se va a cobrar y cómo, cuánto vas a trabajar...", critica Molina. También se lamenta de la falta de profesionalización del sector, a pesar de los avances que se han dado los últimos años en este sentido: "Hay gente que no quiere trabajar tantas horas, y hay muchos empresarios que no están dispuestos a pagar esas horas", detalla.

Este camarero aboga por fijarse en otros países, como Francia o Alemania, donde el oficio "está mucho más respetado". "La atención al público es muy importante, pero es más importante la educación como sociedad, y creo que no está educada", manifiesta Leo. "Creo que más que no quieran ser camareros es un oficio al que se le ha explotado muchísimo y tiene ya un prejuicio antepuesto y esto no es atractivo para la gente que quiera dedicarse a este sector", añade.

Más auge

Para él, una solución sería dar "más auge" a la profesión. "Estoy en sala y vivimos unos años en los que la cocina lo es todo, y creo que la sala es importante porque ponemos la guinda al pastel de este sector", apostilla Molina. Se puede tener una muy buena experiencia con la comida, pero si la experiencia es mala con el camarero, "no se vuelve al establecimiento".

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