Aragón

La ampliación de la terminal ferroviaria de Platea estará en un año y costará cerca de seis millones

La propuesta de adjudicación rebaja un 22% el coste para hacer operativo un apartadero construido hace una década.

Estado actual del apartadero, con una plataforma de hormigón sin acceso viario.
Antonio García/ Bykofoto

La Plataforma Logística de Teruel (Platea) dispondrá finalmente en un año de una terminal ferroviaria operativa para que las 27 empresas instaladas tengan la posibilidad de sacar mercancías en tren y, de paso, atraer otras nuevas interesadas en el transporte intermodal.

Para ello, la sociedad pública Aragón Plataforma Logística (APL) adjudicará en los próximos días las obras de ampliación de dicha terminal "a fin de dotarla de la dimensión necesaria y las infraestructuras requeridas para su explotación". Es decir, el apartadero construido hace más de una década no se podía utilizar porque carecía de cuestiones tan básicas como de un acceso para los camiones y un muelle de carga y descarga completo.

Hasta ocho empresas optaban a ejecutar las obras y los técnicos han propuesto que la unión temporal de empresas (UTE) formada por Paobal Albalate, Infraestructuras Trade y Vialex asuma la ampliación de la terminal por un importe de 5,95 millones y un plazo de ejecución de doce meses. De este modo, estará operativa antes de que finalice el próximo año si no hay contratiempos y por un coste que reduce en más de un 22% el precio fijado en la licitación.

Su oferta económica, la más reducida de todas, le ha llevado a imponerse en el concurso, mientras que es la quinta puntuada en el apartado técnico. Como APL optó por primar el precio en el concurso, con 60 de los 100 puntos, la UTE ha logrado imponerse en la valoración final.

Lo que se mantiene invariable es el plazo para ejecutar la ampliación del apartadero, establecido en 52 semanas. El cronograma obligará a la UTE a iniciar el movimiento de tierras a la tercera semana después de la firma del contrato y el acta de replanteo y a acometer el firme y el pavimento a partir de la séptima semana y la superestructura, en la semana 21. Para el final quedará la red de recogida de agua de lluvia y la instalación eléctrica y el alumbrado.

La propia sociedad pública admite que pese a disponer de un ramal de 11,5 kilómetros desde Cella hasta el mismo polígono industrial "prácticamente no recibe tránsito ferroviario" por no disponer de una infraestructura que posibilite su explotación pese a haber invertido 18 millones en 2011.

Para corregir esta situación, el proyecto prevé la ampliación del apartadero existente, su urbanización y conexión a las parcelas industriales, lo que permitirá que los transportistas tengan al fin un acceso para recoger y cargar mercancías para las empresas allí instaladas.

Entre las actuaciones se incluye la prolongación de las vías existente en 300 metros, de modo que se puedan recibir convoyes de hasta 750 metros y pueda cumplir así el estándar que se pretende implantar en el corredor Cantábrico-Mediterráneo para hacerlo realmente competitivo en tráfico de mercancías. Este tamaño es habitual en Europa, pero no en España y supondrá duplicar la capacidad de la terminal ferroviaria.

Las contratistas deben construir también una nueva plataforma al norte de las vías y ordenar las zonas de maniobra y de circulación interiores, además de la urbanización del entorno. En este apartado se recogen los viales, zonas de aparcamiento y otras de acceso y control. El proyecto prevé ampliar primero la vía y la playa este, con acceso provisional por el norte y continuar luego con la restante, incluido la urbanización completa del entorno, que prevé el acceso definitivo de la playa oeste.