educación
"Uno de cada 3 jóvenes en hogares de renta más baja abandona la ESO. La desventaja económica se une a la educativa"
Zaragoza acoge este jueves y viernes una jornada de ponencias y grupos de trabajo en la que se analizan las causas del abandono escolar.
El nivel económico de la familia, los estudios de los padres (sobre todo de la madre) y la edad en la que se comienza la formación reglada, que se recomienda sea antes de los 3 años, entran dentro de los factores de peso a la hora de conseguir que un joven continúe sus estudios o no y con ello consiga una mejor posición para encontrar un trabajo el día de mañana. Zaragoza acoge este jueves y viernes una jornada en la que se analizan estos factores, estudiados en una encuesta llevada a cabo entre más de 800 jóvenes de toda España sobre las claves del éxito escolar, que se completará con las aportaciones de varios grupos de trabajo formados por jóvenes, profesores y profesionales que trabajan en el sector educativo en la capital aragonesa.
Jóvenes e Inclusión, una red de entidades que trabaja con colectivos en riesgo de exclusión, ha organizado el encuentro en el que hace de anfitrión la aragonesa FAIM (Fundación para la Atención Integral del Menor). En el foro se han repasado los últimos datos del sector educativo y ha contado en la inauguración con Noelia Carbó, directora gerente del IASS; Pedro Corduras, gerente de FAIM y Carlos Rosón, presidente de Jóvenes e Inclusión.
España, 'campeona' en abandono escolar
España sale mal parada en el análisis del fracaso o "no éxito escolar", como han preferido referirse a él las autoras del estudio, Belén Urosa y Santa Lázaro, integrantes del departamento de Educación, Métodos de Investigación y Evaluación y el de Sociología y Trabajo Social, respectivamente, de la Universidad Pontificia de Comillas. El 16,7% de la población de 18 a 24 años abandona de forma temprana la educación y no continúa formándose más allá de los estudios obligatorios. "Solo Rumanía nos supera en abandono escolar", han señalado sobre los últimos datos oficiales.
"Nuestros chicos son los que más abandonan de forma temprana el sistema educativo de todos los países", han señalado. Se habría mejorado porque el porcentaje llegó al 20%, pero "estamos muy mal". El descuelgue de la enseñanza suele darse más en los chicos que en las chicas, con una diferencia de once puntos, lo que abre más posibilidades a ellas para formarse y terminar encontrando un trabajo mejor. "El principal agente del éxito es el propio alumno", han asegurado.
Más abandono cuantos menos recursos tiene la familia
Sin embargo, en el camino hacia el "éxito" escolar hay muchos factores sobre los que no puede actuar el joven. Este es el caso de la situación económica de la familia, ya que los que cuentan con menos ingresos tienen más posibilidades de abandono, lo que perjudica que puedan tener un empleo mejor. "Uno de cada tres jóvenes en hogares de renta más baja abandona la ESO frente a solo 0,4 de cada 10 de los que viven en hogares de renta alta", ha señalado Urosa. "La desventaja económica está unida a la educativa", ha reconocido. En algunos casos se debe a la necesidad de contribuir económicamente al presupuesto familiar. En España el índice pobreza es más elevado entre las familias numerosas que las de un solo progenitor, a diferencia de en la mayoría de países europeos.
Los estudios que hayan alcanzado los padres también condicionan el que terminen logrando sus descendientes. "El nivel educativo de la persona que desempeña el rol de cuidador del menor, que suele ser la madre, es el que más condiciona el no abandono temprano", ha añadido. De forma que si la madre tiene una educación primaria o inferior el abandono escolar de los hijos llega al 31,8%, mientras que si esta ha alcanzado la educación superior se reduce al 2,5%.
Las expertas han pedido a los profesionales que trabajan con jóvenes en riesgo de abandono poner el "foco" en el entorno familiar para ver si es consciente del valor de la educación y se apoye el estudio en lugar de "normalizar" el bajo rendimiento ."Casi un 50% de los jóvenes que se educan en un hogar con nivel bajo de estudios no suelen superarlo", han lamentado. Esta situación condicionará después el tipo de empleo y salario al que pueden acceder. "El nivel de ocupación, de empleabilidad y salario está relacionado con el de estudios que se haya conseguido", han apuntado.
¿Repetir curso ayuda o perjudica?
Otra de las cuestiones que se han planteado, a las que las ponentes han confesado que no tenían respuesta, es si resulta beneficioso o perjudicial repetir curso. España se coloca a la cabeza en tasa de repetidores en la Unión Europea. "Hay mucho debate, si realmente contribuye a adquirir mejor conocimientos o tiene tantos efectos adversos que no sirve a un objetivo positivo", ha reconocido Urosa. Del lado negativo ha destacado que el repetidor "se desvincula de su grupo", uno de los factores positivos que motivan para seguir los estudios. En cualquier caso, han coincidido en que habrá que estudiar cada caso para ver cómo afectará al joven.
El perfil del repetidor es el de un chico, que cursa 1º ESO y hay más repetidores entre los que estudian en centros públicos con respecto a los de privados. "Hay que trabajar y compensar estas diferencias para que el paso por la educación sea motivante", han pedido.
Las expertas han alertado de la "incorporación tardía" al sistema educativo y han planteado la necesidad de aumentar el porcentaje de familias que optan por llevar a sus hijos a los centros educativos antes de los 3 años. En España solo lo hacen el 40% y en la mayoría de los casos se trata de familias con más recursos, ya que en esa etapa suele tener que costearse la educación. "Es importante que haya recursos públicos gratuitos", han pedido, además de luchar contra "creencias erróneas" sobre el cuidado en esta etapa que llevan a dejarlos en casa por falta de recursos o por 'pena' a que vayan a clase tan pequeños. Han asegurado que a lo largo de los años de formación "se note esa diferencia".
Las familias necesitan apoyos para el refuerzo educativo y los centros cambiar su forma de trabajar para lograr modelos de enseñanza más integradores, que atiendan las necesidades de todos los alumnos. Algo que han considerado que es difícil con el número de alumnos por clase tan elevado actualmente. "No se trata de que el centro haga un esfuerzo para favorecer a uno, sino que los cambios al final van a favorecer a todos", han asegurado.
