Medio Ambiente

La CHE actúa en 235 puntos de la ribera para reparar daños de las últimas riadas

Tiene 147 intervenciones pendientes para lo que queda de año a consecuencia de las avenidas de diciembre y enero.

Las máquinas de la CHE arreglan los destrozos provocados por la riada en el término de Novillas
Las máquinas de la CHE arreglan los destrozos provocados por la riada en el término de Novillas
Heraldo

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha intervenido en 235 puntos de la ribera para reparar los destrozos provocados por las avenidas de diciembre y enero. Un total de 52 pertenecen a la llamada Fase 1, centrada en los trabajos más urgentes y de carácter provisional, mientras que las 183 restantes corresponden a la Fase 2, con obras "definitivas" para las que se necesitaban unos caudales más bajos.

Esta última comenzó en junio con un presupuesto de ocho millones de euros para el tramo aragonés. Hasta el momento, las máquinas han intervenido en municipios como Novillas, Gallur, Tauste, Boquiñeni, Luceni, Remolinos, Cabañas, Alagón, Torres de Berrellén, Utebo, Zaragoza, Osera, Fuentes, Pina o Quinto, entre otros. Los alcaldes llevaban meses esperándolas, ya que gran parte de las motas que protegen sus campos y sus núcleos urbanos habían quedado expuestas por la fuerza de los últimos episodios, que a punto estuvieron de obligar a desalojar Pradilla y Boquiñeni.

Según explicaron desde el organismo de cuenca, la climatología y los escasos caudales circulantes –el Ebro apenas arrastraba ayer 28 metros cúbicos por segundo a su paso por Zaragoza– "están permitiendo la ejecución simultánea de los trabajos". La tipología es "muy variada", desde roturas profundas en las que han desaparecido las defensas hasta tramos con taludes erosionados o escolleras afectadas por la acción del agua.

El objetivo no es otro que la restitución de la funcionalidad del sistema de defensas, clave para afrontar futuros episodios, la recuperación de la capacidad de desagüe y la reconformación de las riberas. La Fase 1, en la que Zaragoza ‘absorbió’ 5 de los 10 millones de euros aprobados por el Ministerio para la Transición Ecológica, corrió a cargo de Tragsa y priorizó los trabajos más importantes y los que podían acometerse con los caudales propios de la primavera.

La Fase 2 suponía una mayor complejidad. En Pradilla, los trabajos comenzaron hace unas dos semanas, según contó ayer su alcalde, Raúl Moncín. "Están arreglando una mota que hace también las veces de camino. Además, van a poner unas piedras de refuerzo para que la próxima vez no se la lleve. Una vez hecho esto quedarían aún otros dos o tres puntos en los que actuar, esperamos que cuando terminen en uno pasen al siguiente. Aquí tienen todo el trabajo que quieran", dijo.

La situación es similar en Quinto. "Habíamos reclamado la reparación de varios puntos de la mota. Por una parte estaban las roturas que se producen siempre al inundarse la huerta. También había otras intervenciones más pequeñas planteadas que solicitamos que se hicieran, aunque a día de hoy no sabemos si se repararán a ciencia cierta. Eran arreglos puntuales de zonas concretas de la mota con refuerzo de escollera", indicó su regidor, Jesús Morales.

El calendario

Poco a poco, los municipios han ido recuperando la normalidad. Las últimas avenidas no solo han obligado a reforzar las motas. También hubo que reparar las infraestructuras de riego, de lo que se encargó el Gobierno de Aragón, y los caminos destrozados.

Según las estimaciones de la CHE, hasta el momento se han acometido el 62% de las obras inventariadas, aunque el propio organismo señala que "el número de actuaciones no está cerrado" y podría ampliarse en caso de que se detectasen nuevas zonas de intervención durante la realización de los trabajos. La previsión es abordar el grueso de las intervenciones entre agosto, septiembre y octubre y que la totalidad haya concluido "para finales de año".

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