Siete residencias aragonesas participan en un proyecto sobre los beneficios de la atención centrada en las personas

Lares y la Fundación Pilares, en colaboración con la DGA, llevan a cabo esta iniciativa nacional financiada por el Ministerio de Derechos Sociales con fondos europeos.

Presentación del proyecto piloto en las residencias de mayores este martes
Presentación del proyecto piloto en las residencias de mayores este martes
Heraldo.es

En pleno debate sobre cómo serán las residencias de mayores del futuro, siete centros aragoneses ponen en marcha un proyecto piloto que se prolongará tres hasta diciembre de 2024 para avalar los beneficios que reporta a los usuarios, trabajadores y familias el nuevo modelo de atención integral centrado en la persona. Lares Asociación y la Fundación Pilares para la autonomía personal son los impulsores de esta iniciativa nacional financiada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de los Fondos Europeos Next Generation de la Unión Europea con 3,9 millones y que cuenta con la colaboración de la DGA. Aragón es una de las cuatro comunidades que participa junto a la Comunidad Valenciana, Castilla-La Macha y Navarra, además de la Ciudad Autónoma de Ceuta y se benefician un total de 24 instalaciones.

El programa de Atención Integral Centrada en la Persona (así es como se ha denominado) se ha presentado este martes en el Palacio de la Aljafería de la capital aragonesa a agentes sociales, las residencias implicadas, personal del sector, colegios profesionales y representantes políticos de las Cortes de Aragón. Se va a llevar a cabo en la residencia Nuestra Señora de los Dolores de Gea de Albarracín (Teruel), en las residencias Sancho Abarca I y II de Tauste, la Residencia Santa Isabel y la Residencia Oliver de Ozanam. Los centros del IASS (Instituto Aragonés de Servicios Sociales) implicados son la residencia de Las Fuentes y la de Santa Ana, en Utebo

Estas residencias toman parte bien como espacios en los que se aplique el modelo de atención centrado en la persona o bien como centros control, donde no se van a implentar estas medidas, lo que permitirá medir los cambios y mejoras a través de una serie de indicadores establecidos. Juan Vela ha indicado que se han elegido estas instalaciones porque en algunas de ellas se viene ya trabajando con esta filosofía "desde antes de la pandemia" y, además, responden a espacios de diferentes tamaños y tipología, tanto urbanos y rurales como de gestión pública o privada.Vela ha señalado que ya se ha empezado una "fase preparatoria, de análisis y busca de indicadores", que va acompañada de "formación para los trabajadores y sensibilización e información a las familias y usuarios"´.

Vela ha señalado que de forma paralela también se va a hacer un estudio sobre el coste que supondría esta implementación en nuestro país. Este es uno de los temas más controvertidos, junto al tamaño que deberían tener las residencias del futuro. Desde hace semanas se discute en el Consejo Interterritorial de Servicios Sociales un ambicioso acuerdo sobre la acreditación y la calidad de los centros de atención a la dependencia, y aunque la mayoría de las comunidades, entre ellas Aragón, está por la labor de aprobarlo, las dudas sobre su financiación han bloqueado la luz verde.

"Es un cambio de modelo y también de mentalidad"

"Lo que se pretende hacer es un sistema referencial de calidad que le sirva después al Ministerio para verificar que realmente las residencias que dicen que hacen el modelo cumplen con los requisitos", ha señalado Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares.

¿En qué se basa este modelo de atención centrada en la persona? Rodríguez ha subrayado que lo principal es que las personas tengan "el derecho a seguir controlando su propia vida" y que los profesionales apliquen la metodología de trabajar con "historias de vida" y aprendan "cómo se hace un plan de cuidados con la participación de la persona y de su familia". Aunque no se ha hablado todavía de ratios concretas de cuidadores por usuarios, sí ha puesto como ejemplo que una persona podría ser el "referente" de seis mayores a los que conocería de una "forma especial", lo que permitiría "acompañarles para que su vida siga teniendo sentido".

Rodríguez ha recalcado el papel que tienen que jugar los profesionales en este cambio, "también de mentalidad", y la importancia de su formación. "Se trata de apoyar y acompañar a las personas a que puedan seguir adelante y no considerar que como tienen una situación de dependencia ya es como si no tuvieran nada que hacer".

La consejera de Servicios Sociales, María Victoria Broto, ha apuntado que esta iniciativa europea casa perectamente con la transformación en la que desde el Instituto Aragonés de Servicios Sociales ya se intenta avanzar desde 2018 y en la que "se está invirtiendo, tanto en infraestructura como en formación".

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