La innovadora escuela de Olba logra ser autónoma por su constante crecimiento

Con 50 alumnos en un pueblo de 260 vecinos, podrán consolidar sus programas tras separarse del CRA Javalambre.

De visita a la vaca Nelly y su ternero, una de las clases del colegio de Olba la pasada semana.
De visita a la vaca Nelly y su ternero, una de las clases del colegio de Olba la pasada semana.
H. A.

Olba es el vivo ejemplo de que una escuela puede cambiarlo todo. El colegio de esta localidad turolense es distinto a otros, al relegar a un segundo plano los libros de texto y apostar por una educación en contacto con la naturaleza y basada en el respeto al ser humano. El modelo ha encajado en la comarca, con un paisaje exuberante en torno al río Mijares y muchas parejas jóvenes en busca de una vida liberada de las ataduras de las grandes urbes.

En dos décadas, el centro escolar ha pasado de menos de 10 alumnos a más de 50 y, consecuentemente, el pueblo ha ganado vecinos. Su constante crecimiento le ha valido ahora su independencia, pues el Gobierno aragonés aprobó este miércoles su desglose del Colegio Rural Agrupado (CRA) Javalambre y su nacimiento como escuela unitaria, lo que le permitirá contar con sus propios recursos y desarrollar al 100% sus innovadores programas.

El alcalde de la localidad, Federico Martín, consideró "fenomenal" que el colegio gane autonomía, pues, a su juicio, la medida puede dar aún más impulso al centro escolar. "Todo lo que suponga que vengan más niños al colegio y den vida al pueblo nos parece muy bien". "Nos alegramos mucho -subrayó-, porque el colegio ha sido un buen empujón para que Olba crezca en población".

Martín aclara que la belleza del valle del Mijares y el clima benigno de la zona han sido otros de los atractivos que han hecho que nuevos pobladores se instalen en Olba, ahora con 260 vecinos y hace 10 años con solo 200. "En lugar de descender demográficamente, como ocurre en el resto de las comarcas, aquí crecemos, y eso es lo importante", destacó el regidor. Varios de los alumnos llegan del vecino pueblo de Fuentes de Rubielos -a tres kilómetros-, con más oferta de vivienda que Olba.

En el colegio de Olba, los libros de texto duermen en las estanterías y solo despiertan cuando los alumnos necesitan hacer alguna consulta puntual. Las familias no tienen que comprarlos si no quieren y, a cambio, pueden aportar algún otro volumen a la biblioteca escolar. Los estudiantes adquieren los conocimientos de una forma práctica, lógica y comprensible, vinculados siempre al huerto ecológico que cuidan entre todos y cuyos productos se venden en un mercadillo local, al ‘bosque-escuela’ y a un taller de cocina.

Así lo explica la directora del centro, Melisa Martínez, quien señala que, al independizarse del CRA Javalambre, podrán gestionar sus propios recursos a nivel pedagógico y organizativo y, sobre todo, "llevar a cabo nuestro proyecto educativo como nosotras consideremos, al margen de diferentes visiones que siempre existen". No es que todo sean mujeres en el colegio de Olba. Martínez se refiere a sus miembros en femenino al considerar que "somos personas", al margen del género.

La segregación del CRA era una de las reivindicaciones del colegio para consolidar su revolucionario plan educativo. El equipo docente ve más cerca ahora un aumento del profesorado -hay solo cinco maestros- y una mejora sustancial del edificio escolar. El auge del alumnado obligó a que la mitad de los niños estén en el pueblo y la otra mitad en el barrio de los Ramones, al que no se puede llegar en coche si crece el río. Profesores y familias sueñan con que todos los escolares estén juntos. 

Adiós al CRA María Moliner y hola a dos nuevos colegios

El Centro Rural Agrupado (CRA) María Moliner, que comprende los colegios de El Burgo de Ebro y Mediana de Aragón, pasará a la historia el próximo curso. El Consejo de Gobierno aprobó este miércoles la supresión del CRA para que ambos centros pasen a convertirse en colegios de infantil y primaria independientes. Un ‘divorcio educativo’ que se esperaba.

Actualmente estas escuelas tienen un perfil muy diferente. Mientras la del Burgo de Ebro cuenta este año académico con 230 alumnos y aulas desde 1º de infantil a 6º de primaria, algún curso hasta con dos clases, el de Mediana de Aragón tiene 25 alumnos y tres aulas mixtas en las que conviven niños de diferentes edades.

"En 20 años el número de alumnos en El Burgo se ha triplicado. El municipio registró un fuerte aumento de la población a principios de este siglo con el ‘boom’ urbanístico", recordó su directora, Elena Gutiérrez. La proximidad a Zaragoza, la existencia en el término de dos empresas como Saica y Tronchetti y dos polígonos industriales juegan a su favor. La próxima llegada de Amazon es otra de las bazas para su crecimiento demográfico.

Aunque separados administrativamente, los colegios seguirán bien avenidos y compartirán algunos profesores y especialistas que dejarán de ser itinerantes. Las ventaja de su segregación es que cada uno podrá aplicar la "metodología educativa más adecuada a sus características. En ambos, estos últimos meses ya ha habido lluvias de ideas sobre sus futuros nombres.

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