23 de abril

"La recuperación será rápida porque la gente quiere descubrir La Palma"

Javier Stabilito regenta un local con sabor aragonés en la isla, que se recupera con fuerza del impacto del histórico volcán del Cumbre Vieja. Estos días vuelve a Zaragoza tras casi tres años.

Javier Stabilito pasa estos días en Zaragoza.
Javier Stabilito pasa estos días en Zaragoza.
Toni Galán

La entrada de ‘La Isla de Goya’ está presidida por un cachirulo, y varios rincones acogen detalles de la Virgen del Pilar, de José Antonio Labordeta y del genio de Fuendetodos. La presencia aragonesa allí también se huele, con aroma a migas o a longaniza al salmorrejo, casi siempre fuera de carta. Este bar está a más de 2.000 kilómetros de Aragón, pero en realidad está muy cerca. Tanto como el corazón de su dueño, el zaragozano Javier Stabilito. Asentado en La Palma, vivió de cerca la histórica erupción del volcán Cumbre Vieja, que durante 85 días puso los focos en esta pequeña (y preciosa) isla canaria.

Estos días regresa a Aragón más de dos años después, por lo que está “feliz”. “Encima coincide con San Jorge, por lo que mejor, imposible”, señala. Durante el último trimestre del año pasado, el volcán se lo llevó todo por delante y también afectó a su negocio. Ahora, la isla mira por fin al futuro con optimismo, y su negocio también: “Se ve a la gente más animada, hasta los vecinos más afectados ya salen, se dan una vuelta, vienen a comer o a cenar...”.

La Semana Santa, asegura, ha sido “impresionante”, con lleno en los hoteles, mucho trabajo para bares y restaurantes... “se agotaron los coches de alquiler”, apunta. Con estos indicios, este zaragozano de ascendencia italiana augura que “la recuperación puede ser rápida”, ya que el volcán puede hacer de “tirón para el turismo”. “La gente ha oído hablar de la isla y ahora va querer descubrirla; merece la pena, porque es una maravilla”, asegura.

Por lo que ve estos días, La Palma poco a poco se está recuperando. Ya han empezado las obras en las carreteras, que hasta ahora no se podían acometer porque la lava estaba aún caliente. “Hay gente que sigue sin casa, pero las autoridades se están moviendo bien para realojarlas”, apunta. Aunque él no ha estado directamente afectado, conoce a varias personas que lo perdieron casi todo. “Han desaparecido pueblos enteros”, apunta.

‘La Isla de Goya’ se ha convertido desde hace siete años en el rincón aragonés de La Palma. Allí acuden con frecuencia el puñado de vecinos procedentes de la Comunidad que viven por allí, así como un buen número de turistas que aterrizan en la isla. “A muchos les dicen que hay un bar aragonés y se vienen”, señala. 

A los vecinos de La Palma, algunos detalles aragoneses como el cachirulo se les escapan, pero lo que no pasa desapercibido es el acento de Javier. “Eso no se me ha ido, no… Los que vienen nuevos me dicen que no debo ser de por aquí”, afirma.

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