Aragón contará finalmente con 9.811 hectáreas de regadío más en el Plan del Ebro 2022-2027 tras las quejas de la DGA. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha aceptado los argumentos de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente e incorporará tres proyectos, con 5.960 nuevas hectáreas de regadío en La Litera y 31,78 hectómetros cúbicos al año y otras 2.669 –24,37 hm³/año– en el sector XVIII de Bardenas II. A estas se suman, además, 1.182 hectáreas –6,50 hm³/año– de la Zona de Interés Nacional de Civán.

El total ascenderá finalmente a 38.433 frente a las 28.622 que aparecían en el documento respaldado en el Consejo del Agua del pasado día 8. La Confederación asegura haber revisado la aplicación de los criterios de selección tras el voto particular emitido por el Ejecutivo autonómico para "no provocar una colisión con derechos reconocidos por diferentes disposiciones legales como consecuencia de las decisiones del plan hidrológico".

En su escrito, el consejero Olona decía que existían "posibles derechos de concesión o reserva vigentes o que pudieran derivarse de planes de coordinación en zonas regables de interés nacional cuya tramitación administrativa ya se hubiese iniciado". El Gobierno aragonés incluyó también "numerosas referencias jurídicas y de financiación", según se desprende del documento elaborado por la Oficina de Planificación Hidrológica para su remisión a la Dirección General del Agua.

En este sentido, desde la CHE confirman que una vez realizada la revisión se ha reconocido el derecho de las Zonas de Interés Nacional de Monegros II y de Civán, y también de la zona regable de La Litera Alta por tener un derecho procedente del llamado acuerdo de Piñana. "Según la información aportada, todos estos proyectos cuentan, además, con mecanismos legales de financiación por parte del Gobierno de Aragón", señala el documento.

Las aportaciones del Ejecutivo autonómico han sido prácticamente las únicas que se han aceptado y han implicado cambios en el proyecto. También se han tenido en cuenta las del Gobierno riojano, que han supuesto la incorporación de 2.500 hectáreas en los regadíos de la margen derecha del Cidacos, a partir de la presa de Enciso. En cambio, no se han incluido las de partidos como CHA o Podemos.

Los nacionalistas expresaron en sus votos particulares su rechazo a cualquier intento de trasvase, una cuestión que, según el documento de la Oficina de Planificación, "no es competencia del plan hidrológico del Ebro". Instaron, asimismo, a "abandonar la política de construcción de grandes pantanos", a lo que la Confederación contesta que el plan no recoge nuevas regulaciones a futuro, con lo que "reconoce parcialmente la aportación".

En cuanto al futuro de Yesa, Mularroya y Almudévar –proyectos que "deberían descartarse" a juicio del colectivo ecologista Cuenca Azul–, la Confederación recalca que "cuentan con los informes medioambientales pertinentes", y que se encuentran ya en un grado de ejecución "avanzado".

El colectivo dice, además, que el efecto del cambio climático está "deficientemente" calculado en el plan, un comentario que rechaza la CHE, que asegura que la estimación del efecto de la elevación de las temperaturas fue realizada en el estudio que realizó el Cedex para la Oficina Española del Cambio Climático. Una vez hechas estas apreciaciones, el organismo considera que el plan "reúne las características suficientes para una equilibrada gestión del agua en el horizonte 2022-2027".