Covid-19

Sanidad abre la puerta a la cuarta dosis para mayores de 80 años en plena desescalada

La medida contaría con el respaldo de la DGA y afectaría a unas 85.000 personas en la Comunidad.

Varios pacientes mayores de 70 años acuden a ponerse la doble vacuna (de la gripe y la covid) al centro de salud de Garrapinillos, en Zaragoza.
Vacunación contra la covid-19 en Aragón
Guillermo Mestre

Sanidad abre la puerta a empezar a poner cuartas dosis de la vacuna contra la covid a partir de mayo en residencias y a mayores de 80 años. El anuncio, que en Aragón afectaría a unas 85.000 personas, se ha dado a conocer en plena desescalada, con el fin de las mascarillas a escasas horas de ser realidad. Lo más probable, según los plazos que maneja la Ponencia de Vacunas, es que empiecen a administrarse en las primeras semanas de mayo. Los expertos del Ministerio trabajan para ultimar los detalles, y se espera que la decisión final se tome en cuestión de una o dos semanas.

Fuentes de la DGA confirmaron que, una vez avalada, Aragón acatará la medida, ya que, como recordaron, la estrategia de vacunación se decide a nivel nacional y es común a todas las comunidades.

La propia ministra de Sanidad, Carolina Darias, aseguró recientemente en una entrevista a El País que la cuarta dosis no solo no podía descartarse para la población general, sino que ya se está trabajando en este escenario. El principal argumento es que se han cumplido seis meses desde que los mayores de 80 recibieron la tercera dosis y que, por tanto, su eficacia ha disminuido. A esto hay que añadir las nuevas variantes en circulación, como la ómicron silenciosa o la llamada XE.

No obstante, para epidemiólogos como Nacho de Blas, esta decisión supone "reconocer que la vacuna no está funcionando bien". "No es normal que se estén poniendo dosis cada seis meses. A este paso, la quinta caerá para octubre o noviembre", dijo. Tampoco entiende que se hable de extenderla a los mayores de 80 cuando hace menos de un mes se decía que no era necesaria.

Los planes del Ejecutivo, no obstante, no acabarían ahí, ya que, aunque actualmente se descarta el cuarto pinchazo para la población general, se cree que será necesario "casi con toda seguridad" para el conjunto de los españoles de cara al próximo otoño-invierno.

A la espera de los datos

A corto plazo, la retirada de las mascarillas en interiores a partir de este miércoles marcará un antes y un después en la evolución de la pandemia. El fin de esta restricción, clave a la hora de frenar la propagación del virus, llega con una incidencia acumulada semanal de 120,5 casos por cada 100.000 habitantes en la Comunidad.

La medida entrará en vigor con unos 140.000 aragoneses mayores de 5 años sin ninguna vacuna, además de 54.000 menores de esa edad para los que no está aprobada ninguna fórmula.

En el nuevo escenario habrá que tener en cuenta, también, los efectos de la Semana Santa, la primera con actos multitudinarios desde hace dos años. Desde la Sociedad Española de Epidemiología puntualizaron que "en la actualidad la situación de la pandemia es más favorable de lo que lo era hace tan solo unas semanas". No obstante, su secretario, Federico Arribas, añadió que, tras estos días festivos, "debido a la mayor movilidad y a la alta proximidad entre personas sin medios de protección", es probable que aumenten los contagios.

De Blas, por su parte, incidió en que se ha decidido quitar las mascarillas "sin tener en cuenta ningún criterio epidemiológico". "Hasta la semana pasada había un suelo alto con tendencia a crecer, pero al cambiar el sistema de notificaciones y de contabilidad de casos no hay forma de saber exactamente dónde estamos", expuso.

Para la presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza, Teresa Tolosana, la retirada de la mascarilla "tenía que ir llegando": "Y si utilizamos el sentido común y cuando haya aglomeraciones nos las ponemos, aunque sea en el exterior, el momento no es malo. Esperemos que la climatología sea buena y las enfermedades respiratorias no sean un problema".

"Sentido común y prudencia"

Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos de Zaragoza, Javier García Tirado, cree que "la evolución de la incidencia sigue siendo muy favorable". Lo cual, sin embargo, no impide seguir "manteniendo la cautela, a la vista de la experiencia acumulada estos dos años". Según dijo, "a nivel normativo está muy bien que se vayan relajando las medidas, porque la situación parece que lo permite; pero a nivel individual hay que transmitir ese mensaje de precaución y sentido común de llevar la mascarilla en determinados momentos por prudencia".

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