Los centros educativos aragoneses recuperan con cierta normalidad
los viajes y las fiestas de fin de curso

Las salidas se reorientan hacia el territorio nacional por el temor a un posible contagio por covid en el extranjero.

Fiesta de fin de curso en el colegio Gascón y Marín de Zaragoza, ayer por la tarde.
Fiesta de fin de curso en el colegio Gascón y Marín de Zaragoza en una imagen de archivo.
Raquel Labodía

Tras dos años con viajes de estudios muy limitados y sin esas fiestas de fin de curso que congregan a las familias en los patios de los colegios, los centros educativos aragoneses empiezan a recuperar la normalidad poco a poco a la espera de la vuelta de la Semana Santa y la desaparición de las mascarillas en los interiores. La tendencia es que las salidas de los escolares fuera del hogar se reorienten hacia el territorio nacional. Todavía persiste el temor a que un hijo menor de edad viaje al extranjero por el riesgo de contagio por coronavirus, aunque los institutos sí han reanudado los programas de intercambio e inmersión lingüística.

En un viaje, el principal inconveniente es que un alumno dé positivo en covid durante la estancia fuera de su casa. En este caso, los padres tienen que acudir al sitio donde se encuentre a recogerle, ya que no puede continuar el itinerario ni regresar junto al resto de sus compañeros.

"En el instituto, el grupo de 4º de la ESO se fue a Andalucía por la complicación que todavía supone salir fuera de España. Si se detecta un contagio, la familia debe desplazarse para trasladarle a casa, y no es lo mismo planificar este imprevisto dentro de España que en otro país", explica Eva Bajén, presidenta de la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria y directora del instituto Cinco Villas de Ejea de los Caballeros.

Por el contrario, este curso sí se han reanudado programas de inmersión lingüística como ‘Cruzando fronteras’. Tiene por finalidad que alumnos que aprendan francés en 3º de la ESO lleven a cabo una estancia en el país vecino. "La diferencia es que antes de la pandemia los periodos eran de dos o tres meses y este curso se han reducido a seis semanas. De cada instituto suelen ir como máximo cuatro estudiantes", señala. Otros centros también han continuado con los intercambios de una semana entre familias.

Acerca de las fiestas de fin de curso, cada centro es un mundo. Bajén apunta que en su instituto la tradicional despedida de los estudiantes de bachillerato y FormaciónProfesional fue ‘online’ en 2020, el año pasado se celebró al aire libre sin que los padres pudieran acceder al interior del centro y este se tomará una decisión tras la Semana Santa "según cómo esté la situación".

El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha empezado a recibir las solicitudes para la autorización de fiestas en centros escolares. De momento, solo media docena para mayo y otras tantas para junio que se están tramitando con normalidad prepandemia. La excepción es la prohibición de instalar castillos hinchables en el exterior, no en el interior, por ejemplo, de polideportivos.

Aragón también es receptor de viajes de estudios de otras comunidades, especialmente zonas como el Pirineo. Madrid, Cataluña, Cantabria y Castilla-La Mancha son los principales emisores. Tras dos años en los que las empresas de este sector han visto desplomarse su actividad alrededor de un 80%, estos meses esperan acercarse a los volúmenes de visitantes de antes de la pandemia.

"Sin haber acabado el invierno ya hemos recibido viajes de estudios que combinan la nieve con otras actividades. Incluso algunos de principios de este invierno que tuvieron que suspenderse se han transformado en planes de fin de curso. Las familias tienen ganas de que sus hijos salgan y los chavales, una ilusión tremenda", apunta Víctor López, presidente de la Patronal Aragonesa de Empresas de Ocio Educativo (Aesersoc). Hasta junio confían que sigan llegando estudiantes que también acuden a hacer aulas de naturaleza y semanas enfocadas a la aventura.

La reorientación de muchos de estos viajes a otras comunidades españolas "va a favorecer también que nos acerquemos a los datos de 2019", concluye López.

Zaragoza prohíbe los hinchables en el exterior en los colegios

El Ayuntamiento de Zaragoza prohíbe este año montar los castillos hinchables en el exterior para las fiestas de los colegios ante "la dificultad de garantizar la adecuada seguridad de las instalaciones", confirmaron fuentes del Consistorio. Esta decisión llega después del trágico accidente del pasado 5 de enero en la localidad de Mistala (Valencia), en el que dos niñas fallecieron como consecuencia de que el castillo hinchable en el que estaban fuera levantado por uno de sus laterales como consecuencia de una ráfaga de viento.

El endurecimiento de los requisitos municipales para este tipo de equipamientos de ocio no es nuevo. Se remonta a 2017, cuando se produjeron dos accidentes que costaron la vida a otros dos menores. Desde el Consistorio recuerdan que los incidentes registrados con este tipo de atracciones desde el año 2003 han provocado más de una treintena de heridos, muchos de gravedad.

Durante 2017 y 2018 hubo muchos centros que renunciaron a contar con esta atracción para las fiestas escolares ante la imposibilidad de lograr los permisos a tiempo, que requieren un visado por parte de los ingenieros, o cumplir todas las exigencias.

La normativa vigente establece que si la velocidad del viento se aproxima a 38 kilómetros por hora se debe desalojar y desinflar. En Zaragoza es habitual que se superen estas rachas en cualquier época del año.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión