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La demanda de venta de piscinas sigue en alza, pero se encarecen por el coste energético y los problemas de suministro
"Si todo sube mucho, llegará un momento en que la gente no va a estar dispuesta a gastar tanto dinero y lo destinará a otra cosa", advierten desde el sector en la Comunidad.
Tras el 'boom' de la construcción de piscinas de uso privado experimentado en Aragón en 2020 y 2021, a raíz de la crisis sanitaria del coronavirus, el sector sigue trabajando a buen ritmo de cara al próximo verano. Las empresas de la Comunidad no han dejado de recibir pedidos en lo que llevamos de 2022, en consonancia con la tendencia que se experimenta a nivel nacional.
El director-gerente de la Asociación Española de Profesionales del sector piscinas (Asofap), Agustí Ferrer, apunta que la previsión es "muy buena", con un crecimiento por encima de la media de la economía española, tal y como se viene registrando en los últimos años (un 10% de media en 2021). "Sobre todo en piscinas de uso residencial, pero también de uso público ya que se contempla que se abran más instalaciones", observa.
Ana Murillo, comercial de Piscinas Plaza en Zaragoza-compañía especializada en vasos prefabricados de poliéster-, advierte de que si alguien está interesado en tener una piscina, que la encargue ahora o no la podrá disfrutar en los calurosos meses de estío. "Los fabricantes tienen todos los pedidos realizados. Nosotros no hemos dejado de trabajar y estamos completos hasta mayo", indica.
Mientras, el gerente de Novosat Pool, Julio Yuste, afirma que tienen trabajo en cartera todo el verano. En estos momentos, los plazos que dan son de dos meses para una piscina desmontable; de octubre a abril, para una de hormigón; y a partir de abril de 2023 para una de arena. "Desde hace dos años, la gente se lanzó a instalarse piscinas y cada vez contratan las cosas con más tiempo. Hay demanda, pero el poblema es la subida de precios y el suministro de materiales. Los hierros se han encarecido un 20%, los químicos, otro 30%... Si todo sube mucho, llegará un momento en que la gente no va a estar dispuesta a gastar tanto dinero y lo destinará a otra cosa", avisa el directivo de esta firma dedicada a la construcción y rehabilitación de piscinas, que estima que las piscinas nuevas pueden costar de media entre 15%-20% más respecto a 2021.
En la misma línea, Ana Murillo señala que se trabaja "al día" con las tarifas y que, de momento, ellos no tienen problemas de suministro. "Los materiales cada vez valen más y eso repercute en los precios. ¿Conoces algo que haya bajado? Yo no", dice.
Por su parte, el director-gerente de Asofap -la patronal española del sector de la piscina que integra a toda la cadena de valor de esta industria (fabricantes, distribuidores, industriales-profesionales de la piscina y mantenedores), hace hincapié en que el encarecimiento de las materias primas y los problemas de abastecimiento pueden "tensionar un poco el buen desarrollo" de las empresas; a lo que hay que añadir la guerra de Ucrania. "Si había una previsión a x meses; al que pida hoy una piscina seguro que este verano no se va a bañar en ella y ya veremos si la tiene por Navidad. Estas circunstancias harán que los plazos de entrega de vasos todavía no demandados puedan alargarse un poco más de lo previsto. Es una hipótesis; pero es lo que ya pasó con la pandemia", afirma.
Respecto al aumento de los precios, Ferrer recuerda las noticias que se refieren a que el coste del transporte entre Asia y Europa se ha incrementado un 40%. " Ha habido materiales que se han encarecido un 40%-50%. Muchos de los productos vienen de fuera y eso tiene implicaciones a nivel de cadena logística. Habrá un incremento del 10%, como mínimo, en el coste de las piscinas por los problemas de suministros y el alza de los costes de la energía", estima.
Por otro lado, en el Colegio Oficial de Arquitectos y Aparejadores de Zaragoza (Coaatz) empiezan a llegar ya las consultas de particulares y recuerdan que, desgraciadamente, todos los veranos se produce algún derrumbe de forjado en terrazas o azoteas por el "excesivo peso" al sobrecargar la estructura con la instalación de piscinas desmontables o hinchables. De ahí que los arquitectos técnicos alerten del peligro de instalar vasos portátiles en esos lugares sin la debida supervisión de un profesional.
Algunos consejos sobre piscinas desmontables o hinchables
- Veinte centímetros de altura de agua. Según informan desde Coaatz, la capacidad de sobrecarga del forjado de la azotea o de una terraza suele ser de 200 kilos por metro cuadrado, valor que equivale a 20 centímetros de altura de agua. Por ello, recomiendan como norma general no llenar más de 20 centímetros de altura de agua "si el edificio es de reciente construcción". Para inmuebles más antiguos, esta altura debe ser igual o menor y dependerá de la antigüedad y el tipo del forjado.
- Hasta 40 centímetros. En los edificios nuevos, si las dimensiones del vaso es inferior a 0,8 por 1,5 metros, se podrá incrementar la altura de agua a 40 centímetros.
- Refuerzo de la estructura. Se aconseja consultar con un arquitecto técnico si se quiere llenar una piscina portátil con un volumen de agua superior al indicado o bien el edificio no sea de reciente construcción. Este profesinal podrá expedir un certificado que asegure la seguridad de la instalación de esa piscina y para casos donde se requieran elevados volúmenes de agua (una vez evaluada la estructura) es "muy probable" que se requiera de un refuerzo de la misma. "El cual se deberá de proyectar y acometer en función de la tipología del forjado y de la necesidad de sobrecarga final", apuntan.
