Aragón

El campo teme un posible desabastecimiento de cereal "en las próximas semanas"

El sector agrario advierte que la falta de grano de Ucrania tensionará los mercados y los precios, pero insiste en que no hay que ser alarmista.

Un momento de la cosecha de cereal de invierno en una finca de Visiedo (Teruel).
Red Arax

Desde el mismo momento en el que las bombas rusas comenzaron a caer sobre Ucrania, los mercados de cereales sufrieron el primer envite. Los futuros de Chicago alcanzaron máximos históricos de precio, llegaron a suspenderse dichas cotizaciones en las bolsas europeas e incluso en algunas lonjas españolas, muchas de las cuales evidenciaron subidas hasta ahora desconocidas en un solo día para el trigo y el maíz.

Una situación que evidencia el temor no solo al encarecimiento de las materias primas (que también) sino a un posible desabastecimiento que podría ser una realidad en las próximas semanas. Porque España produce 20 millones de toneladas de cereal. Una cifra insuficiente para abastecer a un mercado interior deficitario que consume 34 millones de toneladas, especialmente para la fabricación de los piensos con los que alimentar a su potente ganadería. Del volumen total de importaciones, llegaban hasta ahora de Ucrania unos 2,7 millones de toneladas de maíz (22%), torta de girasol (68%) y medio millón de toneladas de aceite de girasol.

Pero, como recordó ayer el secretario general de UPA en Aragón, José Manuel Roche, "en estos momentos no se está cargando un solo barco desde los puertos ucranianos". Por eso, y aunque reconoció que actualmente es difícil prever qué sucederá a corto plazo, lo que está claro, dijo Roche, es que "va a haber una distorsión en los mercados de cereales que van a suponer una tensión brutal en la fabricación de piensos". Incluso alertó que "en determinados momentos" podría llegar a haber un desabastecimiento que supondría un impacto "brutal" en la ganadería, sobre todo la de porcino, que supone el 60% de la producción final ganadera de Aragón.

Lo advirtió también el representante de Asaja en Aragón, Ángel Samper, que recordó que precisamente estas importaciones llegan en primavera, esencialmente en los meses de abril, cuando está comenzando la campaña, que este año además podría verse mermada si las lluvias no remedian la situación actual de sequía. Un escenario ante el que el líder de UAGA quiso rebajar tensión. "No hay que ser alarmistas. Todavía quedan reservas", señaló José María Alcubierre, que insistió en la necesidad de "poner calma" y esperar a ver cómo evoluciona la situación.

"Cautela y prudencia"

En las lonjas también es patente la inquietud. El tono más alarmante lo ponía el presidente de la Lonja de Barcelona que, a través de una carta, auguraba un posible desabastecimiento "a partir de las próximas semanas".

Con más cautela hablaban desde las lonjas aragonesas. El vicepresidente de la Lonja de Binéfar, Alberto Gracia, insistió en que haya o no reservas en puerto -como se comentaba estos días entre el sector y como fue confirmado ayer por el ministro de Agricultura, que aseguró que España tiene almacenado maíz para 45 días en Tarragona- habrá que buscar en otros orígenes el cereal que hasta ahora llegaba desde Ucrania. "Eso no se consigue en unos días, por lo que durante un mes y medio o dos habrá estrés en el mercado e incluso algunos problemas de suministro", señaló. Gracia, que destacó que primero habrá que ver cuánto cereal hay disponible, reconoció que a corto plazo la situación es complicada. Afirmó, sin embargo, que la actitud que impera estos días en la lonja oscense es de "cautela y prudencia".

De prudencia y cautela habló también el presidente de la Lonja del Ebro, Fernando Calvo, que reconoció que el mercado del cereal está "muy fluctuante", aunque las subidas de las cotizaciones no han dejado la tendencia al alza tras dispararse el día posterior a la invasión. Calvo afirmó que no cree que haya desabastecimiento, aseguró que actualmente hay pocas operaciones y destacó que "había suministro almacenado que tendrá que ir saliendo".

En cualquier caso, en su opinión, "habrá que ir esperando hasta ver lo qué pasa en los próximos diez días y cómo evoluciona la situación", señaló.