Reivindicación de las familias de niños con cáncer de Aspanoa: "No poder tener clases de Inglés es una discriminación"

La asociación pide al Gobierno aragonés más horas de docencia en casa y profesores de secundaria para estos pacientes. En 2021 se diagnosticaron en la Comunidad 42 nuevos casos.

TESTIMONIO DE UNA FAMILIA CON UNA HIJA CON CANCER QUE LE AFECTA A SU PROCESO EDUCATIVO FRENTE AL WORLD TRADE CENTER DE ZARAGOZA / 12-02-2022 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
María José Monterde y Diego Maté con su hija Ariadne, este domingo en Zaragoza
Francisco Jiménez

Las familias de niños que padecen cáncer de Aspanoa reivindicaron este sábado al Gobierno aragonés más horas de docencia a domicilio y la incorporación de profesores de secundaria a las plantillas de maestros tanto del aula hospitalaria del Miguel Servet, donde reciben clases cuando están ingresados, como del servicio de atención en los hogares. En sus casas, estos pequeños pacientes solo reciben cinco sesiones semanales, de entre una hora u hora y media cada día, lo que para los padres resulta "insuficiente" para seguir el ritmo de sus compañeros de clase y enfrentarse después al desafío que supone regresar a su centro educativo. Además, no hay docentes de secundaria para impartir asignaturas como Química, Física o Inglés.

Unas carencias que ha sufrido Ariadne, de 10 años, y que llevan a sus padres, María José Monterde y Diego Maté, a decir que estos niños y adolescentes, "además de la angustia y dureza de la enfermedad", también sufren una "discriminación" por no poder contar las mismas posibilidades educativas que otros chicos de su edad.

Ha vuelto a su colegio, el Teresiano del Pilar de Zaragoza, donde hace 5º de primaria, después de dos cursos recibiendo clases a través de la atención educativa domiciliaria. "Podría haber continuado en casa, pero hablamos con la oncóloga y nos pareció importante que recuperara su rutina escolar. Necesita relacionarse, estar con sus amigos", cuenta su madre.

En el servicio de la DGA no hay profesor de inglés. "Lo reclamamos más de una vez en Educación, pero como si nada. Nosotros le ayudamos y al final tuvimos que contratar a uno para que no se quede atrás, porque el colegio es bilingüe". Hablan maravillas de los dos maestros que ha tenido Ariadne mientras estuvo en casa. "Son vocacionales, excepcionales, se han volcado y se han preocupado de ella", señala Diego. Pero también tiene claro que cinco sesiones a la semana son "muy pocas e insuficientes, se necesitan más docentes". "No poder tener las horas normales de clase y de Inglés también es una forma de discriminación. Ya tienen bastante con lo que les ha tocado". Están agradecidos a la anterior dirección de la escuela y a las tutoras que han hecho "todo lo posible" para que Ariadne estuviera integrada en su clase y en los trabajos en equipo.

Regresar al aula ha sido un auténtico "desafío", pero ella se siente "feliz, que es lo importante». Ha aprobado todo, aunque se "frustra"por no tener las buenas notas a las que estaba acostumbrada. "Es una campeona y nos está dando una auténtica lección".

Esta situación no solo afecta a niños con cáncer, sino a todos los que padecen alguna enfermedad grave. Al no poder ir al colegio o al instituto varios meses, siguen sus estudios en el aula hospitalaria del Miguel Servet cuando están ingresados. El resto del tiempo, durante el tratamiento, lo hacen en sus casas. Si residen en Zaragoza reciben clase a través del servicio de atención educativa domiciliaria compuesto, en el caso de menores con cáncer, por un equipo de solo cuatro maestros especializados, según Aspanoa. Si viven fuera de la capital aragonesa, se desplazan docentes de sus propios centros.

Gabriel Tirado, presidente de Aspanoa, durante la gala celebrada este sábado en Zaragoza con motivo del Día Internacional del Niño con Cánce
Gabriel Tirado, presidente de Aspanoa, durante la gala celebrada este sábado en Zaragoza con motivo del Día Internacional del Niño con Cánce
Francisco Jiménez

Aspanoa reclama profesores de secundaria desde 2017

Uno de los déficit, señala el presidente de Aspanoa, es que ambos recursos cuentan únicamente con maestros en sus plantillas y no hay ningún profesor de secundaria. La asociación los lleva demandando desde 2017. "Asignaturas como Biología, Química o Inglés las tienen que asumir maestros que carecen de la especialidad. Lo hacen con dedicación e interés, pero cuando los adolescentes vuelven a su vida normal se encuentran con mucho retraso», señaló. Los propios maestros han solicitado a Aspanoa que busque voluntarios que les apoyen en estas materias.

Cuando la familia reside fuera de Zaragoza, el problema añadido radica en que hasta que los servicios provinciales autorizan al centro en el que está matriculado a aumentar sus recursos humanos para atenderle en su domicilio "la resolución de este trámite puede demorarse hasta dos meses, un tiempo en el que están en un limbo". "La Administración hace un esfuerzo, pero hay mucho margen de mejora», dijo el presidente de Aspanoa.

Sin retrasos en el diagnóstico

A un total de 42 niños aragoneses se les diagnosticó cáncer el año pasado (31 en la provincia de Zaragoza, 8 en la de Huesca y 3 en la de Teruel). Esta incidencia entra dentro de la normalidad. En 2020 fueron 33, en 2019 se registraron 39, en 2017 ascendieron a 33, y en 2018 se identificaron 27.

Con la pandemia no se han producido "retrasos en el diagnóstico", destaca Tirado, ni tampoco afecciones en los tratamientos. Una buena noticia, teniendo en cuenta que la detección precoz es clave para mejorar la tasa de supervivencia y reducir las secuelas.

Aspanoa atendió a lo largo de 2021 a 529 personas entre niños (174 en distintas fases de la enfermedad) y familiares (304 padres y 51 hermanos). No solo ayudó a los 42 nuevos casos aragoneses, sino también a ocho de La Rioja que derivaron a Zaragoza por carecer allí de oncopediatría.

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