La prolongada sequía mantiene en vilo al campo y amenaza la campaña de riego en Aragón

Riegos del Alto Aragón y el Canal de Bardenas empezarán la temporada con restricciones por falta de agua. Vuelve la nieve al Pirineo a partir de este domingo, pero el deshielo se verá limitado por el déficit de la reserva.

Estado del pantano de Mediano, la cara más visible de la escasez
Estado del pantano de Mediano, la cara más visible de la escasez
Javier Navarro

La falta de lluvias ha encendido las alertas en el campo aragonés. En el secano y en el regadío. En buena parte de la Comunidad, casi no ha caído una gota en dos meses. La crecida del Ebro a principios de enero, por las riadas en la parte alta de la cuenca, contrasta con la sequía vivida en Aragón y, aunque las precipitadas en Navarra y el País Vasco elevaron la media, el conjunto de la cuenca registró el mes pasado 24 litros por metro cuadrado, frente a los 43 de los 20 años anteriores.

Si en 15 o 20 días no llueve, no habrá vuelta atrás en el secano, lamentan los agricultores, que al mismo tiempo ven dispararse los costes de producción. En el regadío el panorama también es sombrío. Lo peor está en el Cinca, en "sequía prolongada" por las escasas lluvias y "en prealerta" por déficit de agua embalsada, según los mapas de la Confederación Hidrográfica del Ebro, a 31 de enero. Dentro de esa cuenca, el punto más crítico se encuentra en el embalse de Mediano, a menos de un tercio de su capacidad. El final del año hidrológico, en octubre, ya aventuraba problemas, cuando estaba a un 16%, del que poco se ha recuperado.

La CHE cree que es pronto para hablar de sequía en Aragón, "pese a que en enero las lluvias han sido inexistentes y a que algunas comunidades de regantes están pensando en reducir las dotaciones". Caso aparte, reconoce, es la cuenca del Cinca, de la que bebe Riegos del Alto Aragón, la mayor comunidad del Ebro.

Rozando la situación de alerta

"El déficit no es definitivo, quedan 2 o 3 meses para tener lluvias o incluso nevadas, pero será difícil recuperar el agua que falta de cara al inicio de la campaña de riegos", explica el jefe de Explotación de la CHE, Ramón Luque. Admite que Riegos puede tener problemas y, de hecho avanza que en esta zona los usuarios ya se están preparando para restricciones, "y no falta mucho para que entre en situación de alerta".

Las lluvias de diciembre recargaron los embalses del País Vasco y Navarra y también llegaron a los ríos Aragón (Yesa está al 82%) y Gállego (La Sotonera, al 67%). En la parte oriental, el Noguera-Ribagorzana cuenta con más reservas porque hay más embalses hidroeléctricos y son hiperanuales. Sin embargo, "Riegos del Alto Aragón necesita que los embalses se llenen todos los años porque el consumo es casi comparable con la capacidad", explica Luque. En cuanto a la margen derecha, el río Guadalope también está en prealerta, por las limitaciones de almacenamiento a causa de las obras de Santolea y las filtraciones en Caspe, pero Luque no prevé problemas en esta cuenca.

El presidente de Riegos del Alto Aragón, César Trillo, da por seguro que los 10.000 agricultores que se abastecen de la intercuenca Gállego-Cinca arrancarán la campaña con restricciones. Además, si no llueve en abundancia en los próximos días, habrá que adelantar el suministro a principios de marzo para dar riego de apoyo al cereal de invierno, al que siguen las alfalfas y la preparación de siembras de maíz.

Un inicio con restricciones

"Empezaremos seguro con prorrateos, mucho tendría que llover para que Mediano se recupere porque estamos en una sequía prolongada. Tenemos el 50% del agua que necesitamos, la campaña solo se salvará si en abril o mayo llueve en la zona regable y por lo tanto cae el consumo, o si aguas arriba se llenan los embalses", afirma Trillo.

La cuenca del Cinca es el pulmón de Riegos del Alto Aragón y especialmente el embalse de Mediano. A un 29% de su capacidad, almacena 127 hectómetros cúbicos, 122 menos que en 2021. Para afrontar la campaña necesitarían 900 hm³ embalsados, y solo en ese pantano el déficit es de 300, según los regantes. La reserva está concentrada, por la producción hidroeléctrica, en El Grado, al 95%. Un porcentaje engañoso porque el 44%, 199 hm3, es embalse muerto por la cota de la toma del canal.

Sin deshielo

La nieve, un pantano en diferido cuando llega el deshielo, también está bajo mínimos en todo el Pirineo. La poca existente se encuentra a más de 2.000 metros, con poca superficie como para que constituya una buena reserva de agua. "No tenemos previsión de grandes deshielos. En el Gállego hay más nieve, pero no hay regulación para guardar", dice Trillo. Según él, "el desastre está servido".

El Canal de Bardenas también ve "probable" la aplicación de cupos desde el inicio de la campaña, que se adelantará si no llueve. El embalse de Yesa almacena 368 hectómetros, "pero esta reserva no cubre las necesidades y no hay nieve para garantizar aportaciones con el deshielo; como siempre estamos a expensas del clima", afirma su presidente, José María Vinué.

En el Canal de Aragón y Cataluña, el segundo gran sistema de la cuenca del Ebro, hay reservas suficientes: Barasona, en el Ésera, está al 74%; y San Salvador, al 90%; y los del Noguera-Ribagorzana, entre el 48% y el 75%, aunque han caído respecto al año pasado. Sin embargo, señala su presidente, "hace dos meses que no llueve y está todo seco, el cultivo de cereal se resiente". José Luis Pérez suma a esta sequía en el campo, la de la nieve en la montaña. "Cada día que pasa es un día menos que puede traer nevadas".

El Canal prevé anticipar el riego a final de febrero para afrontar el déficit en los cultivos. "Gracias a los embalses tenemos garantía de hacer una campaña normal, pero vamos a empezar de forma muy prudente, sin alegrías, solo con el suministro necesario. Lo que más nos preocupa es que este año sea la señal del inicio de una etapa seca que dure 2, 3 o 4", advierte Pérez.

"Pintan bastos"

Las organizaciones agrarias discrepan al valorar la situación. Para Asaja, es "más que preocupante", mientras que UAGA considera precipitado hablar de sequía. Según el presidente de la primera, Fernando Luna, los agricultores "han llegado al pico de aguante". "Cuando antes llueva más porcentaje de reversibilidad habrá, porque aumentan las horas de sol y las temperaturas. Todo se puede revertir, pero viendo la foto ‘finish’ de hoy, pintan bastos", dice. Menciona que los precios de la energía, los combustibles y los fertilizantes se han duplicado o triplicado y sin una buena cosecha, las rentas agrarias se verán muy afectadas.

UAGA reconoce que es un invierno seco, "hace dos meses que no cae una gota, pero es habitual a estas alturas del año". En el cereal no hay afección, asegura, más allá de que en localidades con plaga de conejos están arrasando los brotes. "Si en 15 o 20 días llueve, no habrá ninguna afección y el cereal tirará para adelante", indica. "Estamos expectantes", en palabras de David Solano, miembro de la ejecutiva.

La sequía se puede ver aliviada por el frente de precipitaciones anunciado para este domingo, aunque la Aemet no prevé mucha continuidad, con una rápida vuelta del anticiclón. También aparecerá la nieve en casi todo el Pirineo, después de dos meses. La cota bajará hasta los 1.100 metros en la noche del lunes, dejando 30 cm en la estación de Formigal, según los pronósticos más optimistas, y algo menos en Cerler.

"Vivimos con la nieve que cayó a principios de diciembre"

Enero fue un mes catastrófico, a tenor de la lluvia registrada en las estaciones meteorológicas de la Aemet en las tres capitales: 1 litro en Teruel frente a la media de 17,2; solo 5, de 29,9, en Huesca, y más normalidad hubo en Zaragoza, con 7,4 por 21. El balance climático lo califica como un mes "muy seco", con un 29% menos de precipitaciones respecto al periodo de referencia 1981-2010.

La nieve, fundamental para llenar los embalses en primavera, también brilla por su ausencia. "Vivimos de las rentas de lo que cayó a principios de diciembre", asegura el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Aragón, Rafael Requena. "Los espesores que había eran más propios de febrero. Desde entonces apenas ha caído", añade.

Curiosamente, a principios de diciembre, antes de empezar el invierno, había más nieve que ahora. El día 13 de ese mes, las estimaciones de reserva nival de la CHE calculaban 798 hectómetros equivalentes de agua en todo el Pirineo oscense. Las cuencas del Aragón, Ésera, Ara, Gállego y Cinca alcanzaban el máximo de 5 años.

Lejos de sumar, los meses centrales del invierno, han restado: ahora hay 476 hectómetros, un 40% menos. La reserva se considera "baja" en el río Aragón, "normal" en el Gállego y se hunde en el Ara, el Cinca y el Ésera, con la mínima del último lustro.

Según la información nivológica de la Aemet, en el último mes las precipitaciones registradas han sido de poca importancia. El manto va perdiendo paulatinamente espesor desde hace semanas. En cotas medias oscila entre 20 y 65 cm y en cotas altas, en torno a 70-110 cm, "mientras que hay extensas áreas completamente barridas de nieve".

El fin de semana traerá un frente, anticipa Requena, que dejará lluvias el domingo por la noche y el lunes en el Pirineo y buena parte de Aragón, "pero no se ve mucha continuidad", aclara, en cuanto a las previsiones a más largo plazo.

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