covid año III

María Torrecilla, profesora: "Me asusta un poco la 'vuelta al cole', por si hay más restricciones"

El curso comenzó este año con más relajación en los centros educativos, con recreos sin divisiones y la posibilidad de trabajar en grupo. Esta última oleada de covid entró de lleno en las aulas antes de las vacaciones de Navidad y marcará el regreso en enero, aún por definir.

María Torrecilla, psicopedagoga y educadora social.
María Torrecilla, psicopedagoga y educadora social.
Guillermo Mestre

Este año los niños han recuperado su espacio en el recreo, que ha dejado de estar dividido en 'corralitos', dentro de las medidas de flexibilización que acompañaron al inicio de curso. Se ha podido trabajar en pequeños grupos y retomar las extraescolares, pero el final del primer trimestre escolar ha estado marcado por la etapa de más contagios en la aulas de toda la pandemia. El goteo ha sido incesante desde el puente festivo de principios de diciembre. La vuelta al cole el próximo 10 de enero está por definir aún si traerá cambios.

"Me asusta un poco la 'vuelta al cole', por si hay más restricciones", cuenta María Torrecilla, orientadora de infantil y primaria. Esta zaragozana de 41 años lleva más de 20 de maestra, psicopedagoga y educadora social y considera un "reto" estos dos cursos en pandemia para enseñar con todas las limitaciones que ha traído la covid-19, aunque añade que el profesorado está acostumbrado a "reinventarse" ante los continuos cambios que tradicionalmente se dan en Educación. Forma parte de la junta de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía.

"Ha habido alumnos sin conexión telemática a los que compañeros del sector supieron llegar incluso a través del teléfono de sus padres por las noches, en los momentos más complicados de la pandemia"

"Nos adaptamos a todo y somos un colectivo que trabajamos con lo que tenemos, más o menos recursos materiales", comenta sobre las dificultades para organizase durante la pandemia. "Ha habido alumnos sin conexión telemática a los que compañeros del sector supieron llegar incluso a través del teléfono de sus padres por las noches, en los momentos más complicados de pandemia", relata sobre el impacto de la 'brecha digital' en la enseñanza a distancia de 2020. "El año pasado fue muy duro a nivel de profesorado", afirma. La vuelta a la presencialidad fue interrumpida en enero de 2021 por los estragos de la borrasca Filomena, con el cierre de los colegios por unos días.

Días "críticos" en diciembre

Sin embargo, el curso 2020-2021avanzó de forma tranquila y se llegó a junio sin muchos sobresaltos, con la idea de que los colegios eran espacios seguros. Una máxima que ha dejado de cumplirse en el actual, 2021-2022, que comenzó el pasado mes de septiembre, debido al impacto de esta séptima ola de covid. "No entendemos cómo los contagios han aumentado", se pregunta, ya que no considera que haya habido tantos cambios en las normas de los centros. Los últimos días de clase en diciembre han sido "críticos", afirma, con los positivos disparados en las aulas.

Pese a todas las dificultades, la principal enseñanza de la pandemia la han dado los alumnos. "Los niños nos dan lecciones todo el tiempo", afirma. Han normalizado el uso de la mascarilla durante toda la jornada escolar, el gel hidroalcohólico o los grupos reducidos, aunque como orientadora, actualmente del colegio privado zaragozano Juan de Lanuza, alerta de que "se pierden cosas". 

La "contención" y el distanciamiento social que ha traído la pandemia "se nota mucho a nivel de socialización, sobre todo, en infantil", apunta. En los recreos de los más pequeños notaban al principio que estos "iban muy solos", sin jugar con otros niños. A los más pequeños el confinamiento y las restricciones les han cogido "en la época en la que salen al parque a jugar con otros niños". No cree que sea suficiente con la socialización en el colegio, no hay cumpleaños, o son muy reducidos, y el grupo familiar en algunos casos se limita a los padres. "Nos hemos olvidado de tíos o primos y a los abuelos se les ve solo un poco y en la calle", señala.

"Ha sido una epidemia a nivel social"

"Ha sido una epidemia a nivel social", señala. A los pequeños, estar rodeados de adultos, que tratan siempre de facilitarles la vida, no les ayuda a desarrollar habilidades sociales, resolver problemas o gestionar la frustración. "Esa parte de autonomía la desarrollan cuando están con otros niños", destaca. Y las pantallas no pueden sustituir a una tarde de parque. "Lo que ves en una videollamada entre dos niños es que no están jugando, sino pasando el rato. A veces hasta se ponen un video de Youtube. No están interactuando, están pasivos. En un juego de parque están activos, son ellos los protagonistas", explica.

A ello se han unido más miedos, al contagio o tras perder a seres queridos. "Ya hay secuelas, como niños que no quieren salir de casa, que se han acomodado" y aquellos que no tocan nada sin echarse gel hidroalcohólico. Por ello, confía en que la onda epidémica pase y "no nos pongan muchas más restricciones" porque afirma que "si retrocedemos será otro terreno que tendremos que volver a ganar". 

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