El Pirineo cierra un puente más flojo de lo previsto por las lluvias y Teruel roza el lleno

El Pirineo despidió ayer un puente de Todos los Santos animado pero más flojo de lo esperado, ya que las malas previsiones meteorológicas, que se cumplieron con lluvias intermitentes a lo largo de todo el fin de semana, provocaron anulaciones de última hora que hicieron que la ocupación se quedara en un 60% de media, lejos de las altas cifras del pasado puente del Pilar.

Anabel Costas, vicepresidenta del sector de Hospedaje de la Asociación Provincial de Hostelería de Huesca, reconoció que esperaban un puente mejor, si bien destacó que "aunque ha llovido estos días, no ha sido tanto como para dejar de disfrutar de la naturaleza". Uno de los principales puntos de interés volvió a ser la ciudad de Jaca y su entorno. El empresario hotelero Pedro Marco admitió que, posiblemente, las precipitaciones "desanimaron al cliente de última hora". Pese a ello, la ocupación alcanzó el 70% el sábado, mientras que el viernes y el domingo los niveles estuvieron más bajos.

Y para el sector del turismo rural de Huesca, el balance del puente ha sido positivo, aunque "desigual", afirmó Paco Parra, presidente de la Asociación Turismo Verde. "El tiempo no ha acompañado por la lluvia, sobre todo al principio, y con las previsiones que había, llegaron cancelaciones y retrajeron a muchos clientes de hacer reservas de última hora", explicó.

En la zona del Moncayo se ha vivido uno de los mejores puentes desde 2019, mientras que en la capital, la apertura de tiendas y centros comerciales animó las calles, con mayor afluencia que el sábado. En Teruel, el balance es "extraordinario". El presidente de Teruel Empresarios Turísticos, Roche Murciano, afirmó que con los resultados del pasado fin de semana, del puente del Pilar y con la afluencia de buscadores de setas, octubre de 2021 dará "uno de los mejores balances turísticos desde que existen registros".

El dirigente patronal explicó que las comarcas turísticas rozaron el lleno, como ocurrió en el Matarraña, el Maestrazgo, la Sierra de Albarracín, Gúdar-Javalambre, el Bajo Aragón y Teruel capital. En comarcas con menos tirón, como el Jiloca, las Cuencas Mineras, el Bajo Martín o Andorra-Sierra de Arcos, la ocupación rondó el 60%, lo que situó la media provincial en torno al 80%.

El principal mercado para la oferta turolense fue la Comunidad Valenciana, con un 45% del total de los clientes. Murciano explicó que, aunque hubo cancelaciones, la pujante demanda hizo que los hoteles volvieran a ocupar sus habitaciones de inmediato. "La gente quiere salir de viaje. El miedo a la pandemia ha pasado", concluyó el presidente de la patronal hostelera. Dinópolis, con 3.671 visitantes, fue uno de los principales reclamos. "Tanto el sábado como el domingo agotamos las entradas con antelación", declaró su directora-gerente, Higinia Navarro.