Esos decididos que se dejan bigote cada noviembre

El bigote clásico es el que más demandan los clientes, aunque no son muchos los que se atreven por este afeitado facial.

Clásico, inglés, de estilo Dalí... el abanico de bigotes que se hacen con motivo de Movember es diverso.

'Muchas barbas y pocos bigotes' podría ser un refrán. ¿Qué? ¿Te dejas bigote?", le pregunta Bruno López Blanco a un cliente de su barbería, en Zaragoza. Silencio. Más silencio. "No lo sé, no sé si me atrevo, una vez me dejé, pero… no sé", duda a la puerta de Bruno Monkey Barber. "La mayoría de los hombres no se lo dejan porque dicen que les recuerdan a sus padres. Pocos se atreven", asegura López Blanco, con 18 años de experiencia a sus espaldas. "Cuesta que la gente joven se anime a dejárselo", añade.

Sin embargo, cada mes de noviembre, los bigotes afloran en los rostros de los hombres gracias al movimiento Movember y se celebran multitud de actos. Era 2003 cuando un grupo de chicos de Melbourne se dejó bigote como gesto de apoyo hacia un amigo diagnosticado de cáncer de próstata. Casi dos décadas más tarde, son unos 5 millones de hombres los que se dejan bigote. Además del cáncer de próstata, también luchan contra el de testículos y la salud mental de los hombres.

"Con la retirada de la obligación de llevar mascarillas, la gente se está empezando a animar un poco a hacerse bigotes y el Movimiento Movember", apunta Bruno mientras aplica con la brocha toda la zona del bello facial y comienza a deslizar la cuchilla. Este barbero afeita a la antigua usanza, como se puede ver en el vídeo de arriba.

"Cuando entráis me fijo absolutamente en todo. Siempre pregunto dónde trabajan porque eso dice mucho de una persona", confiesa Bruno. Por el estilo de los zapatos, la forma de vestir o las gafas adivina qué bigote le puede encajar mejor al cliente. Su compañero Víctor añade que también aconsejan en función del corte de cara.

Los clientes de esta barbería de la calle de Santa Isabel los bigotes que más piden son como el de Joaquín Reyes, que cubre toda la parte superior de la boca y termina en la comisura de forma recta. También es recurrente el de estilo inglés, una opción que recomiendan con barba. Son menos los que optan por el mismo modelo, pero partido en dos, el que algunos llaman polaco. Más atrevidos son los de agujas, el de Dalí -que recuerda al de Figueres- o el denominado Clack Gable.

"A la gente le suele gustar más el bigote estilo Dalí, el clásico, el inglés… Pero en Zaragoza la gente se suele hacer más el clásico"

En Bruno Monkey Barber les han pedido de todo, desde patillas de hacha hasta bigotes de herradura. No obstante, aquellos que se deciden a dejárselo, optan por los de siempre. "A la gente le suele gustar más el bigote estilo Dalí, el clásico, el inglés… Pero en Zaragoza la gente se suele hacer más el clásico", sostiene.

Para terminar una toalla fría sobre el rostro, para que se cierren los poros, y un masaje con productos de la tierra, como aceite hecho en Alfamén u otros productos fabricados en el Matarraña. "Los productos naturales, a la larga y a la no tan larga la piel lo va a agradecer mucho más", concluye Bruno, a la par que da aire a la cara con una toalla enrollada.

Gracias al movimiento Movember se han financiado 1.250 proyectos en favor de la salud masculina, según datos del movimiento, a través de las campañas o desafíos de recaudación que se organizan –se pueden consultar en su página web-. En Aragón también han surgido eventos vinculados a Movember, como un partido de pádel en Caspe, programado para final de mes y que se puede consultar en el portal oficial del movimiento, o los actos de Movember Zaragoza. Los días 5 y 6 de noviembre Miguel Induráin, pentacampeón del Tour de Francia, visitará la capital aragonesa para participar en un encuentro solidario.

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