Urbanismo

El riesgo de aludes lleva a la DGA a sustituir suelo terciario por pisos en la estación de Canfranc

La previsión es destinar al menos 24 de las 58 viviendas nuevas a alquiler asequible para trabajadores del valle.

Estación de Canfranc
Imagen de archivo de la estación de Canfranc
Rafael Gobantes

El riesgo de aludes ha llevado finalmente al Gobierno de Aragón a modificar el plan urbanístico para la estación de Canfranc. La Consejería de Vertebración del Territorio ha optado por sustituir los usos terciarios previstos (como son los comerciales, servicios y de ocio) por viviendas para minimizar las posibles afecciones detectadas en un exhaustivo estudio. La petición se tramitó la semana pasada y está pendiente de la aprobación municipal.

La decisión se adoptó después de que el alcalde, Fernando Sánchez, limitara a principios de año la actuación urbanística a la zona libre de riesgos hasta que se acometieran "medidas de mitigación". Además, optó por suspender la concesión de licencias hasta ese momento.

La medida afectaba de lleno a las dos parcelas de terciario situadas en los extremos de la nueva terminal, así como a una residencial colindante, expuestas a avalanchas y arrastres en la ladera situada justo encima de la zona ferroviaria.

Fernando Sánchez confirmó a este diario que prevé aprobar ya inicialmente la modificación del plan parcial e informar al pleno, que se reunirá esta semana, lo que dejará encarrilada la solución.

El citado estudio de riesgos se encargó a las consultoras Geobrugg Ibérica y Raymar 2005 bajo la normativa más severa, la suiza, para analizar los riesgos. Además, se completó con una simulación de escenarios de riesgo de aludes, corrientes de derrubios (depósitos de piedras) y caída de rocas que evidenció que tres parcelas destinadas a viviendas y usos terciarios estaban afectadas por un riesgo bajo.

La primera consecuencia ha sido para las arcas autonómicas, dado que estos suelos se entregaron a las contratistas de la urbanización, Acciona y Avintia, como pago parcial por las obras y han optado por devolvérselas a la DGA.

El contrato asciende a 27 millones de euros, de los cuales 3 se abonaban con estos suelos. Con las limitaciones y la suspensión del trámite de licencias, las dos compañías tomaron dicha decisión y la DGA debe hacer frente a este desembolso millonario que no esperaba.

Las dos parcelas que cambiarán ahora de uso tienen una edificabilidad de 2.550 y 3.468 metros cuadrados. Con su reclasificación, albergarán 24 y 34 viviendas, respectivamente.

El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, apuntó que como medida de prevención, en la parcela residencial también afectada solo se podrá edificar pisos, impidiéndose la posibilidad de dedicarse a usos terciarios. El único fin es evitar que pueda haber acumulación de público en el hipotético caso de que haya un alud y llegue hasta los suelos urbanizados.

Soro subrayó que el informe de Protección Civil no les impedía mantener el diseño inicial, porque el riesgo de aludes es bajo y solo debían adoptarse medidas preventivas, que en todo caso se van a tomar. Así, en las construcciones más expuestas se establecerá como condición que hasta una altura de un metro y veinte centímetros deberán soportar presiones de impacto de 300 kilos por metro cuadrado. "El hormigón aguanta 2,5 millones, por lo que no supondrá un problema", añadió el director general de Urbanismo, Carmelo Bosque.

Ambos indicaron que el nuevo desarrollo residencial no implicará un aumento de los usos lucrativos de la operación. En la memoria de la modificación parcial queda claro que se limitará a 19.279 metros cuadrados, incluso 107 m2 menos que en la propuesta original.

Solución para los trabajadores

En la Consejería de Vertebración han decidido hacer de la necesidad virtud, ya que se ha optado por la promoción de viviendas de alquiler asequible. Los gestores del hotel en el que se reconvertirá la terminal histórica estiman que se contratará a un centenar de personas, por lo que estos pisos podrían resolver a muchos sus necesidades.

Soro señaló que en un principio van a reservar una de las promociones, la de 24 viviendas, a alquiler asequible y en función de la demanda se podría ampliar con las 34 restantes. En la memoria se especifica que Canfranc sufre como el resto que tienen una gran actividad turística un problema de oferta para atender a los trabajadores, ya que los apartamentos se destinan a los visitantes y sus precios son "absolutamente inasumibles para las retribuciones habituales".

La modificación también se va a aprovechar para ajustar las áreas de aparcamiento en el plan parcial. La dotación prevista junto a las nuevas viviendas se reservará a los inquilinos para abaratar la construcción. Y de la misma forma se destinará otra frente a la terminal histórica para los futuros clientes del hotel. No obstante, el número de plazas en la vía pública de la nueva urbanización de Canfranc se aumentará incluso en dos, de 250 a 252.

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