CENTRO 'ALURTE'

Canfranc quiere convertirse en un referente en el estudio de aludes

La antigua casa de ingenieros abrirá sus puertas el próximo abril para acoger un gran museo sobre la nieve y las avalanchas.

Imagen histórica del dique de Estiviellas.
Canfranc quiere convertirse en un referente en el estudio de aludes
COLECCIóN FAMILIA AYERBE

¿Quién mejor que Canfranc para convertirse en un centro de referencia de la nieve y los aludes? Una avalancha afectó a principios de siglo XX la construcción de la estación internacional y otra ya en los ochenta, alcanzó la iglesia del arquitecto Miguel Fisac. Barreras vegetales y arquitectónicas defienden la población.


La historia del municipio de Canfranc-Estación, ligada a la montaña pirenaica, la nieve, los aludes, los sistemas defensivos que lo protegen y difundir los conocimientos sobre nivología conforman el objetivo del Centro 'Alurte', que tras siete años de obras y una inversión que supera los 750.000 euros abrirá sus puertas esta primavera en la antigua Casa de Ingenieros de los forestales que había en la población. Pero Canfranc ambiciona más y quiere ser también un referente científico en este campo y ha ofrecido el edificio un lugar de encuentro para aprender y mejorar en la relación de las personas con ambientes nevados y con el fenómeno de los aludes.


Este nuevo centro interpretativo, que ha sido bautizado con la denominación con la que los autóctonos llaman a los aludes, tiene tres objetivos. El primero, difundir al gran público los conocimientos sobre avalanchas. Para ello, en la rehabilitada Casa de Ingenieros se está terminando de equipar para que divulgue toda la historia de Canfranc y los estudios sobre nieve y estos fenómenos del Pirineo. En el inmueble, que dispone de varias salas, se muestran vídeos, fotografías, objetos antiguos y modernos, instalaciones que reflejan los principios básicos de la nivología y los orígenes, la evolución y el estado del arte en la defensa y su control. Asimismo se ha equipado una biblioteca y oficina técnica.


El segundo objetivo es poner todos esos conocimientos sobre el terreno. Para ello se han acondicionado y mejorado casi 300 kilómetros de senderos mediante la creación de 23 rutas circulares en Canfranc y una web específica a la que se accederá desde la del Ayuntamiento. En ella habrá cartografía, fotografías, fichas, croquis y gráficos, una descripción detallada y valoración de la dificultad de cada ruta (metodología MIDE), los tracks y waypoints GPS y un rutómetro para cada recorrido.


Los recorridos -que discurren por fondos de valle, ascienden a ibones, cruzan pastos y atraviesan frondosos bosques- permitirán al turista visualizar la mampostería, diques vacíos, parrillas, redes o playas de depósito realizadas en el último siglo para defender Canfranc, así como las labores de recuperación de bosques protectores que se han realizado últimamente.


El tercer objetivo, todavía en fase embrionaria según reconocen en el ayuntamiento, es el más ambicioso: se trata de convertir este centro en un lugar de referencia para el estudio de los aludes para los muchos vecinos del territorio cuya labor está ligada a la nieve. «Estaría además junto al laboratorio de física», indicó el alcalde Fernando Sánchez, quien apuntó que las obras realizadas se han costeado con fondos europeos y ayudas de instituciones altoaragonesas.