Ruta de 3 días en coche por el valle de Pineta: dónde comer y alojarse

El valle y circo de Pineta es uno de los valles que conforman el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Majestuoso, se alza sobre el pueblo de Bielsa, centro neurálgico de la zona. Sus bosques de pinos, hayas y abetos ilustran sus montes, bañados de cascadas y rutas imperdibles para los amantes del senderismo y la naturaleza. La pureza de sus pueblos, tradicionales del Pirineo aragonés, vertebran un valle de cuyos imprescindibles destacan el nacimiento del río Cinca, los Llanos de La Larri o el Balcón de Pineta, entre otros. A continuación, una propuesta de ruta para no perderse nada de este valle.

Día 1 | De Bielsa a Chisagües, paradas obligatorias

El valle de Pineta esconde pueblos y aldeas por las que dar un paseo y conocer para empaparse de la cultura y el estilo de vida del corazón pirenaico. El mapa ilumina la localidad de Bielsa como punto central de la ruta. Esta villa, destruida casi al completo en la Guerra Civil española, se levanta entre los ríos Cinca y Barrosa para deleitar al turismo con sus calles, su renacentista edificio del Ayuntamiento y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. También posee un museo etnológico. Se trata de un pueblo ganadero ideal para tomarse un descanso y respirar aire fresco.

Al municipio de Bielsa, el valle de Pineta suma otros pueblos como Javierre, puerta de entrada a Pineta. En la ruta de los pueblos, son de obligatoria parada otros como Espierba, con su aisladas casas del barrio el Bachón (Casas de l’Alto, Es Payararls, Es Morés y Casas d’Abaixo) y el barrio bajo (con La Sarra, Las Cortes y Zapatierno); el pueblo de Parzán, que dispone de Centro de Interpretación de los Glaciares Pirenaicos, y Chisagües, el pueblo más alto donde destaca el uso de pizarra rojiza en la construcción de sus tejados.

Dónde comer en Bielsa

Restaurante Comoheya
La Terrazeta, Casa Chuan
Bistró Kanguro Truchero
El Chinchecle
Marmitia Parador de Bielsa

Dónde alojarse en Bielsa

Hostal Pirineos Meliz
Hotel Bielsa
Hostal Vidaller
Apartamento Casasnovas
Casa Marion

Días 2 y 3 | Los imprescindibles: Llanos de La Larri y Balcón de Pineta

A elegir, puesto que son dos rutas en las que uno debe tomarse su tiempo para disfrutar del paisaje y llegar a su finalización, paramos el coche y emprendemos camino hacia los Llanos de La Larri o el Balcón de Pineta, los dos itinerarios más destacados dentro de la amplia red de rutas senderistas que el valle de Pineta ofrece a sus visitantes.

Los Llanos de La Larri: se trata de un recorrido sencillo y sin gran desnivel, una buena opción para realizar en familia. El itinerario, que arranca junto al Parador Nacional al final del valle, nos descubre en su finalización las verdes praderas de la zona que ponen el broche a la excursión. Aproximadamente, la ruta de ida alcanza la hora y media de duración. El bosque ofrece sombra al caminante en un paseo cómodo hasta los Llanos y sus cascadas.
El Balcón de Pineta: más complicado y exigente se hace el ascenso al Balcón de Pineta. Sus 5 horas de duración en el ascenso desde el Parador delatan la complejidad de una ruta que recompensa con las asombrosas vistas panorámicas del valle. Media hora de camino más adelante se descubre el lago de Marboré, de gran repercusión glaciar y belleza.

Los llanos de La Larri con las cascadas al fondo.

Más rutas y paisajes en el valle de Pineta

La orografía más complejo y bendecida por montañeros y escaladores del valle de Pineta pone el dedo en el mapa en sus tresmiles: el majestuoso y popular Monte Perdido (3.355 metros), el Marboré (3.248 metros); y el primo hermano Tuca Roya (2.819 metros). Además, Pineta da a conocer otras rutas familiares como el Mirador de la cara norte del Macizo de Monte Perdido (pista forestal de 9 kilómetros) o el sendero a la Cascada del río Cinca (desde el Llano de La Larri).