hostelería

El Dolche Café de Zaragoza no volverá a abrir: "Esto ya es insostenible"

Fernando Morlanes, copropietario del Dolche Café de la calle San Jorge, baja definitivamente la persiana, aunque el local podría reabrir con nuevos dueños.

La cafetería Dolche de la calle de San Jorge no volverá a abrir sus puertas con sus actuales propietarios.
La cafetería Dolche de la calle de San Jorge no volverá a abrir sus puertas con sus actuales propietarios.
Francisco Jiménez

Desde que comenzó la pandemia, allá por el mes de marzo del año pasado, el Dolche Café de Zaragoza apenas ha podido abrir unas pocas semanas. Fue en septiembre, cuando se relajaron algo las restricciones provocadas por la crisis sanitaria. “Volvimos con toda la ilusión, pero cambiaron de fase poco más de un mes después y era imposible mantenernos en esas condiciones”, cuenta Fernando Morlanes, copropietario de este conocido establecimiento de la calle San Jorge de la capital aragonesa.

Sin posibilidad de poner terraza, el negocio era insostenible con aforos del 50% y sin consumo en barra: “No puedes estar pagando el cien por cien de todos tus gastos cuando ingresas el 25%”. Morlanes pidió créditos ICO que ahora tiene que devolver, consiguió aplazamientos del alquiler… hasta que no ha podido aguantar más. “Tuve que vender un piso heredado para mantenerme, pero esto ya es insostenible”, explica.

Dice que como él “hay muchos más”, y que la perspectiva actual no es buena: “Ahora vuelven a reducir el horario y hay que cerrar a antes de la medianoche, que es casi cuando la gente empieza a salir en verano”, lamenta. A su juicio, los políticos “siguen sin ver venir las situaciones”, y las consecuencias son “que muchos negocios se han arruinado”.

Con el paso de los meses, al final “se te quita la ilusión”. Aún recuerda que tiene “seis cajas de ginebra sin abrir” que estaban preparadas para el tardeo del fin de semana en el que se volvieron a aplicar las restricciones. “Llega un momento en el que tiras la toalla porque no te queda otra”, dice.

Con esta suma de factores ha decidido vender el negocio, y estos días está hablando con un grupo que está interesado. “Aunque sea para no quedarme con las deudas pendientes...”, desea. Si las negociaciones fructifican, el local de la calle de San Jorge podría volver a tener actividad, aunque está por ver con qué concepto de bar. 

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