Cooperativas prevé una cosecha de cereal de invierno de 2,6 millones de toneladas

La cifra es un casi 16% menor a la "histórica" de 2020, pero supera en un 3,3% la media de los últimos cuatro años.

Recolección de cebada, este lunes, en un campo de Torralba de Aragón, en la comarca de Los Monegros.
Recolección de cebada, este lunes, en un campo de Torralba de Aragón, en la comarca de Los Monegros.
J. M. A.

Las cosechadoras ya han llegado a los campos de cereal de invierno, donde la producción no volverá a lucir el calificativo de "histórica" del que presumió la pasada campaña, pero sus cifras, salvando el récord de 2020, se encuentra entre los valores más altos de los últimos cuatro años.

Lo dicen las primeras estimaciones realizadas por Cooperativas Agroalimentarias de España, que prevé que la producción total en España alcanzará los 19,5 millones de toneladas, lo que supone un 10,37% más que la media de las cuatro últimas campañas, que se sitúa en los 17,66 millones.

En Aragón, donde la superficie ocupada por los herbáceos alcanza las 800.000 hectáreas, se espera una cosecha algo superior a los 2,6 millones de toneladas. Es cierto que la cifra está lejos (un 15% inferior) de aquellos 3,1 millones de toneladas de cereal recogidos el pasado año, cuando se obtuvo una producción de "récord" con rendimientos "espectaculares", como los definió la organización que representa a las cooperativas. Pero, comparada con la media de los últimos cuatro años, la producción que obtendrán los cerealistas aragoneses se superará en un 3,32%, un porcentaje muy inferior al que registra el conjunto del país y especialmente los cultivos de Cataluña y dos grandes productoras como son Castilla y León y Castilla-La Mancha, que alcanzan incrementos de entre el 17% y el 27%. La otra cara de la moneda la luce Andalucía, que se anota un descenso de casi un 24%.

En cebada, el cultivo mayoritario en la Comunidad, se espera una producción superior a los 1,7 millones de toneladas, y en trigo blando la cosecha se elevará a 515.589 toneladas y 149.673 toneladas de trigo duro. Estas estimaciones adelantan además que en los cultivos de maíz de Aragón se cosecharán 928.668 toneladas, con lo que la cosecha total de cereales superará este año las 3,5 millones de toneladas. El rendimiento medio de los cultivos se sitúa en 4,13 toneladas por hectárea, un 13,3% inferior al del pasado año, pero un 6,5% superior a la media de las últimas cuatro cosechas.

Según Cooperativas Agroalimentarias, la climatología ha sido el factor principal que explica (para bien o para mal) todas estas cifras. "La lluvia y, sobre todo las temperaturas. definen el resultados final de la cosecha", señalan desde la organización, que destaca que, salvo en Andalucía, el tiempo ha tenido en general "un buen comportamiento" a lo largo de la campaña y especialmente en los meses finales del ciclo, en los que la humedad y la temperatura han acompañado y favorecido la terminación del ciclo de cereal en el campo.

Y aunque las lluvias han beneficiado también a las cosechas, en Aragón las tormentas de pedrisco que no dieron tregua entre finales de mayo y principios de junio provocaron daños en alrededor de 30.000 hectáreas, de las que 26.700 estaban ocupadas por cultivos herbáceos, según las primeras estimaciones realizadas por Agroseguro.

Investigación y semillas

No solo las lluvias han sido las protagonistas. Cooperativas destaca que en los buenos datos de cosecha han tenido mucho que ver un manejo adecuado, un mayor uso de nuevas variedades y un incremento importante de la semilla certificada, con nuevas variedades mejor adaptadas al estrés hídrico y a las enfermedades y plagas. Y es que, explica la organización, "la investigación, la mejora genética y las nuevas variedades, permiten mejorar los rendimientos y no tener tanta dependencia de abastecimiento, que supone un mayor coste y es menos sostenible, aspectos contrarios a la estrategia verde de la PAC".

Desde esta organización se recuerda que en España se consumen 36,5 millones de toneladas de cereales -100.000 toneladas diarias-, por lo que ante el déficit entre producción y consumo las cooperativas juegan un papel esencial en la comercialización, "ya que garantizan el suministro continuo de cereales en cantidad y a precios razonables a la industria de transformación durante los 12 meses de campaña", destaca.

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