Heraldo del Campo

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El Plan Renove de maquinaria agrícola más efímero

Poco han durado las ayudas para la renovación de maquinaria agrícola (excepto cisternas de purín). Colgaron el cartel de agotadas en apenas 70 minutos.

Las ayudas para la renovación de maquinaria agrícola se agotaron en 70 minutos.
Las ayudas para la renovación de maquinaria agrícola se agotaron en 70 minutos.
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Se esperaba como agua de mayo. Tras el caos de 2020, el sector agrario llevaba meses dándole vueltas a un nuevo paquete de ayudas, con mayor cuantía económica y con un destino de los fondos más ajustado a las demandas y necesidades de los beneficiarios. Pero, de nuevo y un año más, la controversia vuelve a rodear las ayudas habilitadas por el Ministerio de Agricultura para facilitar la renovación del parque de maquinaria agraria.

Las críticas comenzaron en el mismo momento en que el ministro Luis Planas anunció la "inminente" convocatoria del plan, que se publicó el pasado 1 de junio y con el que se establecía un primer periodo de 15 días para inscribir en el Registro Oficial de Maquinaria Agrícola (ROMA) las máquinas a adquirir y abriendo desde esta misma semana un plazo de tres meses para cumplir los trámites que dan acceso a la subvención.

Llegaba con más dinero que en ediciones anteriores. Es lo que dijo el titular de la cartera de Agricultura, que detalló que el presupuesto con el que está dotado el Plan Renova para este 2021 alcanzaba los 9,55 millones. Una cifra que supone, según el Ministerio, un incremento del 19,4% respecto a 2020. Pero hay matices. En realidad son 6,55 los millones dedicados a ayudas directas. De ese primer montante, 4 millones se destinan a la compra para equipos de aplicación localizada de purines, y 2,55 millones para el resto de máquinas. Los otros tres millones son, en realidad, avales de la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (Saeca), que, según el Ministerio, permitirán movilizar hasta 50 millones de euros.

Si las cifras no gustaban a las organizaciones agrarias y mucho menos a los fabricantes de equipos, el descontento ha sido total nada más abrirse el periodo para presentar las solicitudes. En tan solo 70 minutos, la web del Ministerio (todo el trámite es telemático) ya anunciaba que los peores presagios se habían cumplido.

La partida destinada a maquinaria que no sea cisterna de purín -se concede por riguroso orden de entrada- está agotada. Recuerda el Ministerio que, pese ello, se pueden seguir presentando solicitudes que entrarán en una lista de espera y serán atendidas si se producen anulaciones de reserva anteriores que liberen presupuesto. Eso sí, también deja claro que "en ningún caso la solicitud presentada y que forma parte de la lista de espera generará derecho alguno a la percepción de subvenciones". Y todo el sector ha respondido con airadas críticas.

Sucedió en 2020. No habían pasado ni tres días y la partida destinada por el Ministerio para impulsar la renovación de maquinaria autopropulsada para la recolección, de protección de cultivos y aplicación de abonos, remolcadas y suspendidas, así como cisternas de aplicación de purines ya estaba sobradamente agotada ante la avalancha de solicitudes. Y vuelve a suceder en este 2021, cuando el Plan Renove ha pulverizado incluso ese récord que tanta polémica despertó el pasado año.

El plazo para la presentación de solicitudes se abrió el pasado 15 de junio y se extiende hasta el 15 de septiembre. Pero el que ese primer día no fuera rápido y madrugador tiene escasas posibilidades de conseguir apoyo económico público que alivie el desembolso que supone adquirir maquinaria agrícola. La avalancha de solicitudes ha sido tal que en apenas una hora y 10 minutos ya no quedaba ni un euro de los 2,55 millones destinados en el nuevo Plan Renove a la línea denominada ‘resto de maquinaria’, es decir, toda aquella que no son aperos para aplicar el purín a los cultivos. Es más, la lista de espera que se ha generado supera incluso esa cifra y se aproxima a los 4 millones de euros más.

Ni de lejos ha despertado el mismo interés la línea con la que el Ministerio había decidido dedicar el mayor montante de los 6,55 millones destinado a este Plan. Las solicitudes presentadas hasta el momento para acceder a las ayudas para la renovación de cisternas de purín solo alcanzan, de momento, algo más de 400.000 euros, aunque aún queden tres meses para continuar haciendo el trámite. Es cierto que el Departamento que dirige Luis Planas estableció que podría haber trasvase de fondos si alguna de las cuantías no llegaba a cubrirse en su totalidad, pero la realidad es que, aunque no hubiese más peticiones, el dinero sobrante no sería suficiente para cubrir el montante de ayudas que aguarda turno en la lista de espera.

La adquisición de cisternas y equipos de purines tiene línea propia.
La adquisición de cisternas y equipos de purines tiene línea propia.
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Y de nuevo, el enfado, las críticas y la polémica vuelven a estar servidos. Nada parece haberse aprendido de la experiencia (mala) de los años anteriores, en los que la cuantía del Plan y el reparto del presupuesto no gustaban ni a quienes querían comprar ni a quienes venden. En 2018 las ayudas solo tuvieron como destino la adquisición de equipos para adaptarse a la nueva normativa europea sobre la aplicación de purines. La idea no convenció. En 2019, los tractores volvieron a disponer de subvención, pero la partida era tan "limitada", en palabras del sector, que terminó siendo un "un fiasco". Y en 2020 reinó el caos. Estaba dotado con 8 millones de euros, de los que 5 tenían como objetivo la renovación de tractores y los otros 3 millones de euros estaban destinados a la renovación de máquinas autopropulsadas de recolección, de protección de cultivos y aplicación de fertilizantes, remolcadas y suspendidas de siembra, además de cisternas de purín y los dispositivos para distribuirlo de forma localizada en el suelo. Los fondos desaparecieron en tres días.

En la convocatoria de ayudas de este año, el Ministerio ha dado una vuelta de tuerca, priorizando la adquisición de cisternas de purín con sistemas de localización de producto en el suelo (rejas, discos o mangueras), en detrimento de otro tipo de maquinaria, que precisamente ha sido la más demandada y la que ya no cuenta con presupuesto.

Se veía venir. Desde el mismo momento que el ministro desveló los detalles del nuevo Renove, todo el sector levantó la voz y no precisamente para vitorearlo. Especialmente contundente fue el descontento manifestado por la Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria, Forestal y de Espacios Verdes (Ansemat), una voz autorizada no solo porque representa a 130 fabricantes nacionales e importadores, que suman el 80% de la facturación total de un sector que factura 1.700 millones de euros y genera 6.500 empleos directos y 20.000 empleos indirectos, sino porque, además, es el principal interlocutor con el Ministerio para proponer, valorar y evaluar medidas y políticas relacionadas con la maquinaria agrícola. De hecho, fue esta asociación empresarial la que impulsó la iniciativa de un Plan Renove cuando el mercado de tractores se vio seriamente amenazado con la reforma de la PAC de 2004.

Su presidente, Alfonso Tajada, gerente de la empresa aragonesa Agromet, situada en la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros, destaca que lo primero que lamenta esta organización empresarial es la falta de transparencia con la que se ha fraguado la nueva línea de apoyos económicos para rejuvenecer un parque de maquinaria con demasiados vehículos con muchos años a sus espaldas. "El ministro Planas sabrá, porque nosotros no sabemos a qué compromisos obedecen sus decisiones", afirma Tajada.

Duras críticas del sector

Muy crítico con todo el Plan, el presidente de Ansemat recuerda que, ante el éxito de la convocatoria pasada, todo el sector había solicitado un aumento de la dotación económica. El ministro la había prometido. Pero lo que nadie se esperaba, y esta asociación empresarial menos, es que ese aumento se justificara con una línea de 3 millones de euros para avales. "Lo único que se consigue es traspasar fondos que tenían que ir destinados al sector a una empresa pública, lo que solo va a provocar efectos positivos en las entidades financieras, pero no en las demandas de los agricultores y ganaderos", señala Tajada.

Tampoco le gustó a Ansemat el reparto de los 6,55 millones que el Ministerio destina como ayudas directas al Plan Renove. No es que a esta organización le parezca mal que se incentive la adquisición de cisternas, pero asegura que un mínimo análisis del mercado evidencia que los agricultores requieren más ayudas para la compra de un determinado tipo de máquinas.

Si quejoso estaba el sector antes de comenzar el periodo de presentación de solicitudes, lo sucedido cuando se ha abierto el plazo ha sido la gota que ha colmado el vaso. Desde las organizaciones agrarias recuerdan que ya advirtieron que el presupuesto era cortísimo y reclaman más fondos para que ningún profesional agrario dispuesto a invertir en mejorar y hacer más competitiva su explotación se quede sin ayudas por el colapso del sistema informático.

Ansemat se suma a esta petición y lamenta que estas ayudas se hayan convertido en una competición de velocidad de conexión y dependan más de la rapidez con la que se solicitan los fondos que en responder a las verdaderas necesidades del campo.

Y su presidente reconoce que Ansemat "ya no espera nada de este Renove" que ya está en marcha. Por eso, ahora centra su lucha en que la millonaria partida que llegará de Bruselas a través de los fondos de recuperación tenga "la mirada puesta en una renovación de maquinaria sostenible". Como aviso a navegantes, recuerda que en Francia los agricultores disponen de ayudas directas de hasta 2.500 euros por adquirir máquinas que eliminan las malas hierbas o realizan labores que permiten unas prácticas agrarias más sostenibles.

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