Heraldo del Campo

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Un filete de vegetales hecho con bioimpresora

En el Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza, durante el foro Aliméntatech, se cocinó un alimento que parecía un filete de carne, pero que había sido creado con una impresora 3D a partir de vegetales.

Demostración de la impresión 3D de un filete vegetal en Zaragoza.
Demostración de la impresión 3D de un filete vegetal en Zaragoza.
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Sobre el escenario del salón de actos del Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza se cocinó el pasado miércoles durante la celebración del foro Aliméntatech. Pero no fue un alimento cualquiera. Tenía apariencia de filete de carne, con similar sabor y color y quienes lo probaron notaron la misma fibrosidad en boca. Pero este alimento "único en el mundo", según sus productores, no procedía de un animal sino que había sido creado allí mismo con una impresora 3D a partir de vegetales.

Sus artífices son Giuseppe Scionti, fundador y primer ejecutivo de la empresa Novameat, emprendedor tecnológico, inventor e investigador en las áreas de Ingeniería de Tejidos y Food Tech, y Joan Solomando, ingeniero de alimentos, experto en impresión 3D de alimentos y considerado como el creador de los cortes fibrosos de carne vegetales más realistas del mundo.

"Todo comenzó con una patente, con una invención para aplicar a la alimentación la bioimpresión, una impresión 3D más avanzada con la que se imita un trozo de músculo", señala Scionti. Él trabajaba en biomedicina, creando órganos en laboratorio, y su idea fue intentar aplicar esta tecnología para hacer una carne vegetal fibrosa que hasta ahora no existía en el mercado. "Hay hamburguesas, salchichas, albóndigas... pero faltaban trozos como bistec, solomillos de cerdo o pechugas de pollo. Nosotros hemos elaborado el primer bistec vegetal del mundo impreso con una técnica que permite crear las microfibras, y estas son las que imitan el músculo, por lo que es un avance considerable de la tecnología", afirma.

Nacía así en 2018 la empresa Novameat, que un año después recibiría una destacada inversión por parte de Biomeat. Sus impulsores explican que la primera fase de esta firma situada en Barcelona se ha centrado en la producción de prototipos, pero la previsión es que el lanzamiento del producto se realice en el mes de septiembre. "Será una cata reducida, en un restaurante de Barcelona, con grandes chefs a los que demostraremos que lo que hemos hecho es una alternativa no solo para aquellas personas que no quieren el sacrificio de animales, sino para los consumidores que apuestan por la salud", detalla Scionti.

Porque su carne -más concretamente la que mostraron en el foro celebrado en Zaragoza- contiene proteína de guisante amarillo, remolacha que le aporta el color rojo, sus aromas son naturales, y "como se va a consumir al momento", añade Solomando, no necesita conservantes.

El fundador de Novameat reconoce que los consumidores mediterráneos están menos preparados para estos nuevos productos porque están acostumbrados a comer muy bien y tienen una dieta muy variada. Señala, sin embargo, que "en Estados Unidos o en el norte de Europa empezó una ola que no hay cómo pararla". Insiste, además, en que en apenas cuatro años China y la India van a consumir el 50% de la proteína global y hay que buscar alternativas. "Nosotros tenemos varios productos en los que podemos incorporar proteína muy variada. Hemos utilizado guisante amarillo, hemos probado con altramuces y judías, con garbanzo o con arroz, con el objetivo también de evitar que si los consumidores buscan una alternativa, tengan que comer solo soja", explica Scionti.

De momento, Novameat ha realizado pruebas en una planta piloto para producir una tonelada de esta nueva carne a la hora utilizando una tecnología que todavía está en fase experimental. "Ese es nuestro foco, lo que nos interesa es producir a gran escala, porque la empresa nació con la idea de ayudar, contribuir y solucionar en la medida de lo posible a la crisis de la biodiversidad", matiza el fundador de esta empresa.

Novameat está formada por siete profesionales con la más alta cualificación. "Hemos creado un equipo que puede competir con las ‘start up’ de Silicon Valley", señala Scionti, que avanza que pronto serán "muchos más" porque están cerrando una importante ronda de inversión.

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