Turismo en Aragón

Los alojamientos turísticos de Aragón reabren de forma masiva para el ansiado verano de la recuperación

El sector turístico espera una "gran temporada" pese a la nula demanda del mercado internacional. Las reservas se adelantan respecto a otros años para asegurar las estancias en temporada alta. 

Un grupo de clientes, en la piscina terapéutica del balneario de Paracuellos de Jiloca.
Un grupo de clientes, en la piscina terapéutica del balneario de Paracuellos de Jiloca.
MACIPE

Los cerca de 3.300 alojamientos turísticos existentes en Aragón han iniciado la reapertura masiva animados por un ritmo de reservas y consultas superior al de otros años, por lo que los empresarios del sector vaticinan una "gran temporada" de verano siempre y cuando no haya rebrotes. El fin de las restricciones a la movilidad y el avance la vacunación han reactivado el mercado y confían en que la combinación de destinos sin masificar y de naturaleza permitan atraer más viajeros.

Los negocios se están preparando para recibir a los clientes y entre junio y principios de julio estarán listos casi el 100% de los que están ubicados en el territorio. Mención aparte es la red hotelera de Zaragoza, muy afectada por la falta de eventos, viajes organizados y vuelos internacionales, que aún tardará en retomar la plena actividad por ser una plaza con una tradicional baja ocupación en época estival.

Todas las asociaciones turísticas altoaragonesas y turolenses se muestran convencidas de afrontar un verano "bueno o muy bueno", pero sin llegar a batir el récord histórico de 2019. Ese ejercicio se cerró por primera vez con más de ocho millones de visitas en Aragón y la racha se truncó con la covid, dado que en febrero de 2020 se había logrado incluso un crecimiento del 30%.

Lo que está claro es que, si no se tuercen las cosas por posibles confinamientos, se superarán con creces los registros del año pasado. El gerente de la Asociación Turística del Valle del Aragón, Ángel Bandrés, pone como ejemplo el hito de inscripciones para los cursos de música organizados en Canfranc. "Ya hay 150 inscritos y los hoteles del valle han recibido bastantes reservas para alumnos y las familias que vienen a verlos", dice.

El hecho de que este año se retome un intenso programa de festivales, aunque con las preceptivas limitaciones de aforo, unido a la celebración de grandes citas como la Quebrantahuesos, está agilizando las reservas. Igualmente, localidades como Villanúa han apostado por ampliar la oferta de actividades al aire libre con nuevas rutas de senderismo o circuitos de BTT. "Astún ha anticipado la apertura por la buena acogida del año pasado", apunta.

En los valles pirenaicos están convencidos de superar con creces los registros del año pasado. En el de Aragón se llegó al 65% y confían en alcanzar el 75%. "La gente tiene muchas ganas de salir y han ahorrado", añade Bandrés.

En el vecino de Tena concentran las reservas en el periodo de mayor demanda, del 15 de julio al 15 de agosto, y esperan que con el final del curso escolar se incremente el ritmo, aunque la tónica ahora es esperar al último momento. Los cálculos de la asociación turística es que las 10.000 camas estén disponibles en un mes.

Las contrataciones se reducen por el momento a clientes aragoneses y de comunidades limítrofes, ya que los principales mercados internacionales, el francés, belga y holandés, aún tardarán unas semanas en animarse conforme abran realmente los países, según apuntó la presidenta de la Asociación de Empresarios Turísticos del Sobrarbe, Paz Agraz. "Están deseosos de venir y las empresas también quieren reactivar el mercado", explica.

Agraz indica que en los diez últimos días se ha notado un "cambio notable de ambiente turístico" y empieza a registrarse un flujo de visitantes de fuera de Aragón tras el fin del estado de alarma. "Un 10% de la ocupación es de visitantes de otras partes de España", concreta.

El presidente de los empresarios turísticos del valle de Benasque, José María Ciria, comenta que de entrada el verano será más largo. "Vamos a contar también con junio, que no tuvimos el año pasado", señala en alusión a la prolongación del primer estado de alarma hasta el 21 de junio de 2020.

Las perspectivas son optimistas y eso se está notando en las reservas. "El año pasado fue una catástrofe. Se hacían reservas, se anulaban, y este año se hacen con seguridad, se nota, y la gente mayor, con más poder adquisitivo, saldrá con más seguridad", declara.

"El año pasado fue una catástrofe. Se hacían reservas, se anulaban, y este año se hacen con seguridad, se nota, y la gente mayor, con más poder adquisitivo, saldrá con más seguridad"

El hecho de concentrar oferta de naturaleza y montaña funciona especialmente en tiempos de pandemia, como también reconocen en las comarcas turolenses. El presidente de la Asociación Turística de Gúdar-Javalambre, David Nadal, señala que están recibiendo muchos correos con peticiones de familias, «un pequeño cambio que esperamos que se consolide para ser un destino vacacional y no solo de fin de semana en verano».

En su caso, dependen en gran medida del cliente levantino, por lo que han sufrido especialmente el cierre autonómico. Al llevar tantos meses sin actividad, parte de las plantillas se han marchado, por lo que hacen un llamamiento a los que quieran trabajar en la hostelería.

La excepción que confirma la regla es la comarca del Matarraña, la única de Aragón que el año pasado batió sus registros de visitantes, y eso les lleva a encarar la temporada con un mayor optimismo. La presidenta de la asociación turística, Marta Ferraz, asevera que la vacunación va a ayudar a incrementar la demanda y reconoció que el reto ahora es desestacionalizar el flujo de turistas y fidelizar a los aragoneses que ahora han conocido la comarca como destino.

Mientras tanto, Zaragoza sigue con el 30% de sus hoteles cerrados, aunque el presidente de la asociación de Zaragoza, Antonio Presencio, señala que la mitad de ellos abrirá en verano. "El crecimiento de ocupación es puntual en fin de semana y empiezan tímidamente las reservas para eventos en el último cuatrimestre y a partir de febrero de 2022", detalla.

Las casas rurales también esperan un "buen verano" pese a que en su caso tienen limitado el aforo al 50% cuando son compartidas. El presidente de Faratur, Jesús Marco, indica que hay "mucha demanda" de las autonomías limítrofes y las reservas se están agilizando en el Pirineo, Gúdar-Javalambre y Albarracín. Eso sí, da por hecho que un 30% seguirán cerradas como el año pasado porque a muchas no les compensa abrir y hay propietarios mayores que no lo harán "hasta que la situación se estabilice".

Su homólogo de Turismo Verde de Huesca, Francisco Parra, expone que las reservas van "muy adelantadas" respecto a otros veranos, especialmente cuando los clientes quieren asegurar alojamientos individuales en ubicaciones sin masificar.

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