coronavirus
Los hosteleros demoran hasta el verano la apertura masiva por la falta de certidumbre
Las reservas se animan al levantarse el cierre autonómico, pero temen la fuga de aragoneses a otros territorios.
Hosteleros y comerciantes viven con «enorme expectación» el fin del estado de alarma tras un primer cuatrimestre para olvidar. Recuperar la movilidad entre comunidades autónomas elevará la facturación y los niveles de ocupación. Se espera que esta etapa sea un punto de inflexión. No obstante, gran parte de los establecimientos que siguen cerrados, especialmente hoteles, continuarán así al menos hasta junio por la falta de certidumbre.
La Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca no prevé aperturas masivas. «Los alojamientos de mayor tamaño van a esperar a ver qué pasa. Como hemos visto en los últimos meses, la situación puede cambiar de un día para otro», razonó la empresaria Anabel Costas. El fin del toque de queda y los confinamientos autonómicos supone «una luz de esperanza que ilusiona de cara al futuro». «Si hubiera un mínimo de posibilidad de empezar a trabajar con visitantes internacionales sería una alegría», agregó.
Luis Terrén, presidente de la asociación turística del Valle del Aragón y alcalde de Villanúa, comparte esta opinión. A su entender, el grueso de las aperturas «se retrasará hasta dentro de un mes». «Hay cierto optimismo, pero no esperamos una recuperación inmediata. Hay que recordar que, tradicionalmente, mayo es un mes tranquilo. Lo importante es salvar julio y agosto», comentó.
La apertura de las comunidades autónomas no se ha traducido de forma inmediata en una avalancha de reservas hoteleras para el primer fin de semana completo sin estado de alarma, confirman desde las asociaciones turísticas de los valles de Tena y Benasque. «Se está empezando a animar la contratación, pero no podemos decir que el teléfono esté sonando todo el día», señalaron los técnicos de ambas organizaciones. Sí se están realizando ya reservas de cara a los meses de julio y agosto.
El problema, apuntaron desde la Asociación de Hoteles de Zaragoza, es que la situación sigue siendo «muy preocupante». «La demanda cayó un 85% en 2020 y en Semana Santa no llegó ni al 20%», señalaron. Para su presidente, Antonio Presencio, urge acelerar la campaña de vacunación y aprobar el pasaporte verde internacional, también conocido como pasaporte covid. «Estamos expectantes. Por el momento no hay un volumen suficiente como para que el 30% de los establecimientos que siguen cerrados reabran», manifestó.
El presidente de la Asociación de Cafés y Bares, José María Marteles, recalcó que queda mucho camino por recorrer. Espera, sin embargo, que esta etapa inicie un cambio de tendencia, animada por la vacunación y un descenso en los contagios, como evidencian los 164 positivos notificados ayer, el segundo dato más bajo de un sábado desde finales de marzo. «Las ultimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística en cuanto al descenso de las cifras de negocio y reducción de plantillas son francamente preocupantes; consecuencia directa de las limitaciones de horarios y aforos que los negocios padecen desde hace más de un año», recalcó.
Asu juicio, solo la afluencia de liquidez vía compensaciones directas urgentes, la relajación de las restricciones y el avance de la vacunación generarán suficiente confianza como para minimizar el cierre de empresas y volver a niveles cercanos a la normalidad.
Por su parte, el presidente de la Federación de Empresarios del Comercio y Servicios de Zaragoza (Ecos), José Antonio Pueyo, espera que el fin del estado de alarma se traduzca en «un incremento del optimismo y la confianza» que haga evolucionar las ventas hacia arriba. «Hay ganas de salir y volver a lo que cotidianamente se hacía, pero también existe temor al contagio, y el 'ahorro del miedo' atenaza las ventas», admitió.
El sector teme que, al levantarse el cierre autonómico, el gasto de los turistas aragoneses «se evada hacia el exterior» e insta a seguir apostando por las visitas al territorio para ayudar a dos sectores, el de la hostelería y el comercio, que están «íntimamente ligados» y siguen atravesando serias dificultades por la covid-19.
Teruel, pendiente de Valencia
En Teruel se mira especialmente a la Comunidad Valenciana, el principal emisor de visitantes a la provincia. La patronal del sector, Teruel Empresarios Turísticos, prevé que los hoteles que siguen cerrados en las comarcas de Gúdar-Javalambre y el Maestrazgo –el 15% y el 20%, respectivamente– abran paulatinamente y que estén todos operativos a finales de mayo, si no hay contratiempos.
Su presidente, Roche Murciano, explicó que las reservas se animaron desde que se confirmó el desconfinamiento perimetral y se mostró «muy contento» con el regreso del turismo levantino. Añadió, en esta línea, que ante la previsión de que también reabran Dinópolis y el mausoleo de Los Amantes a finales de este mes, todos los hoteles estarán a pleno rendimiento para esas fechas. Para Gonzalo Quispe, empresario del bar Sarto en Teruel, la reanudación del turismo valenciano puede ser «la salvación» para la hostelería de la capital, ya que la incidencia del público aragonés es «muy limitada».
Tanto es así que en la Asociación Turística de Gúdar-Javalambre esperan que la ocupación «pueda alcanzar el 100%» el próximo fin de semana. Su presidente, David Nadal, reconoció que los empresarios del sector se toman con precaución la reanudación de la actividad porque «no se lo terminan de creer». Incidió, a este respecto, en que «la cancelación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo es costosa sin garantías de continuidad en la actividad». A su juicio, los negocios familiares serán los primeros en reabrir.
