Heraldo del Campo

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Nuevos retos en la Lonja del Ebro para avanzar por el mismo camino

Fernando Calvo ha tomado las riendas de la Lonja del Ebro, que camina hacia el futuro con una agenda repleta de proyectos que comenzaron a andar en el pasado.

La Lonja del Ebro cuenta con mesas en las que se orienta sobre los precios de distintas producciones agropecuarias.
La Lonja del Ebro cuenta con mesas en las que se orienta sobre los precios de distintas producciones agropecuarias.
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La Lonja Agropecuaria del Ebro ha trazado su nueva hoja de ruta para los próximos años. Y las riendas de ese futuro las ha tomado Fernando Calvo, licenciado en Derecho y vinculado profesionalmente desde hace varias décadas al sector agroalimentario, que llegó a la presidencia en febrero tras la renuncia al cargo "por motivos personales" de su antecesor, Luis Acín.

Los objetivos de esta nueva andadura no distan del trabajo que se venía realizando hasta ahora, porque Calvo no es una persona ajena a este organismo. Hasta su elección para ocupar la máxima responsabilidad, llevaba varios años ocupando la secretaría general. Desde allí ha contribuido a la mejora de la difusión de la información sobre índices de precios y de las tendencias y previsiones del mercado referidas a su ámbito de actuación o de otras lonjas, mercados en origen y centros de cotizaciones, zonas de producción y mercados de destino. Ha tenido también que ver con el mantenimiento, actualización legal de la lonja -principalmente en materia de defensa de la competencia- y constitución de nuevas mesas de precios, a la creación del consejo asesor y la puesta en funcionamiento del comité de consulta y asesoramiento de la entidad, así como al reconocimiento de la Lonja del Ebro como lonja de referencia a nivel nacional.

Eso explica que los retos en los que va a trabajar el presidente de esta institución suenen a continuidad con la mirada puesta, "como ha hecho hasta ahora" -explica Calvo-, en la constante adaptación a las necesidades y prioridades del sector agroalimentario y con la firme intención de ampliar el ámbito de actuación de la Lonja. Entre las prioridades del nuevo presidente destaca, por supuesto, el mantenimiento del desarrollo de las mesas ya existentes, a las que quiere dotar de un mayor número de miembros. Pero en esta nueva etapa cobran especial protagonismo tres proyectos en los que su antecesor "trabajó intensamente", como señala Calvo, pero que no consiguieron ver la luz. Dos de ellos tienen que ver con dos producciones destacadas en Aragón, la trufa y la fruta.

El tercero es una ambiciosa iniciativa en la que se quiere implicar a las comunidades vecinas del valle del Ebro. Este proyecto se lanzó en 2016 con una reunión en Zaragoza en la que participaron los consejeros de Desarrollo Rural y Agricultura de Aragón, Navarra, La Rioja, País Vasco y Cantabria con el propósito de ir abriendo camino hacia una integración de estas autonomías en la Lonja del Ebro, en las mismas condiciones que Aragón y participando en su junta gestora.

El proyecto contaba con el apoyo del Gobierno de Aragón, que en marzo de 2017 anunciaba la inminente creación de la Lonja del Valle del Ebro, integrada por Aragón, Navarra y La Rioja. Pero, a pesar de que la lonja zaragozana incluso había cambiado sus estatutos para que pudiera incorporarse en la junta rectora un representante de cada una de esas regiones, el proyecto terminó por encallarse ante los temores de algunos dirigentes de otras comunidades por el posible protagonismo que Aragón podría adquirir en dicho organismo. Ahora, se pretende volver a dar impulso a esta iniciativa.

Una de las primeras tareas en las que se ha empleado el nuevo presidente de la Lonja del Ebro es aumentar el número de miembros que componen las distintas mesas, siempre manteniendo la debida paridad entre productores y transformadores/comercializadores. El objetivo es que estén representados la mayor parte de los integrantes de cada uno de los sectores agropecuarios con el fin de evitar los conflictos de intereses y garantizar el cumplimiento de la normativa de defensa de la competencia.

"Ya se han dado los primeros pasos en este camino con la incorporación de nuevos miembros a la mesa de la almendra y estamos realizando las gestiones oportunas para que así suceda también en la mesa de cereales, a la que ya se han presentado nuevas solicitudes, así como en la de ovino y caprino", explica Fernando Calvo.

El nuevo presidente no solo apuesta por un mayor número de participantes en los órganos en los que se discuten los precios, "siempre orientativos", que ofrece esta entidad. Apuesta, además, por la creación de nuevas mesas, que representen sectores prioritarios de Aragón.

Es el caso de la Mesa de la Trufa. El trabajo viene de lejos. Hace ya más de cinco años que hubo "múltiples gestiones y reuniones", explica Calvo, que dieron paso en 2015 a la creación de un grupo de trabajo al que se le planteó que, para poder fijar precios, era necesario disponer de un reglamento y determinar las condiciones mínimas del producto y de su calidad diferenciada. "En las primeras reuniones se determinó la importancia de facilitar información sobre la producción obtenida, las condiciones mínimas que debería cumplir el producto y que el precio orientativo a establecer en la nueva Mesa de la Trufa debería ser representativo de las ventas a realizar en la semana", explica el presidente de la lonja zaragozana. Pero fueron esos aspectos en los que se encalló el trabajo, ya que a pesar de los continuos y sucesivos encuentros, "y de los grandes esfuerzos realizados por el anterior presidente", insiste Calvo, la constitución de esta mesa no llegó a buen puerto. Pese a todo, el proyecto no se ha abandonado y "en este momento se está en proceso de reiniciar las actuaciones", detalla.

Fernando Calvo ocupa desde el pasado mes de febrero la presidencia de la Lonja del Ebro.
Fernando Calvo ocupa desde el pasado mes de febrero la presidencia de la Lonja del Ebro.
L. A. E.

No solo con la trufa quiere la Lonja del Ebro aumentar el número de mesas con las que cuenta ahora. También ha puesto sus ojos en la fruta. De hecho, dada la importancia y el peso que en el conjunto del país tienen las superficies y producciones del sector hortofrutícola en todo el valle del Ebro, este organismo ya había realizado gestiones para constituirla en 2020. Las intenciones eran que en ese ejercicio estuviera operativa una mesa de precios de la fruta, bien a nivel de la Comunidad o bien integrando las regiones del valle. Se requirió incluso, detalla Calvo, la colaboración de las Federación de Comunidades de Regantes del eje del Ebro (Federebro) con el objetivo de que, a través de sus integrantes, facilitaran las relaciones de productores, transformadores y comercializadores del sector. "Así podríamos dirigirnos a ellos para requerir su participación como miembros de la mesa", añade el nuevo presidente.

Sin embargo, Calvo reconoce que "a día de hoy no se ha recibido dicha comunicación", una ausencia de información que justifica en la "complejidad" de la misma. Pese a todo, la entidad no tira la toalla y esta dispuesta a "volver a solicitarla" para ver si "definitivamente" pueden disponer de los listados de los posibles interesados en convertirse en miembros de la futura Mesa de Frutas y Hortalizas.

Calvo añade incluso un matiz. "En el caso de que en este momento resulte definitivamente difícil la constitución de dicha mesa a nivel del valle del Ebro, se realizarán las gestiones ya iniciadas igualmente para la creación de una mesa circunscrita al territorio aragonés", matiza.

Una lonja para todo el valle

Pero si hay un proyecto en el que quiere poner empeño ese es la creación de Lonja del valle del Ebro que, como su nombre indica, aúne la influencia de las comunidades regadas por el gran río. La iniciativa fue impulsada por su antecesor, pero Calvo no ha sido ajeno a la misma, porque desde que la propuesta comenzara a dar sus primeros pasos ha formado parte de su fomento desde su puesto en la secretaría general de la lonja zaragozana.

"La importancia del valle del Ebro como territorio vertebrador de acciones en común en el mundo rural es fundamental en estos momentos", señala Calvo. Convencidos de ello y partiendo de la iniciativa privada, "en concreto de los regantes del Navarra", la Lonja del Ebro se ofreció para que los productores y comercializadores de estos territorios se incorporarán a sus mesas de precios.

"El Gobierno de Aragón, a través de la consejería de Agricultura, fue quien realizó las gestiones oportunas ante el resto de gobiernos de estas comunidades para estudiar esta posibilidad, tanto de incorporarse como nuevos miembros a las mesas ya existentes como para analizar la conveniencia de constituir otras nuevas", recuerda el presidente.

Pero este proyecto no es, de momento, más que eso. Aunque se trabajó con intensidad e incluso en marzo de 2017, y ante un auditorio formado por representantes del sector agroalimentario aragonés, el presidente de la Comunidad, Javier Lambán, anunciaba "la creación en próximas semanas de la Lonja del Valle del Ebro, integrada por Aragón, Navarra y La Rioja", apenas dos meses después el proceso todavía no había culminado. "Hay algunos detalles todavía por limar", reconocía Joaquín Olona, entonces consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, durante la clausura de la asamblea ordinaria de junio de 2017 de la Lonja Agropecuaria del Ebro. Decía en aquellas fechas Olona que el proyecto continuaba adelante, pero destacaba que no había fecha determinada para la firma del acuerdo porque no había prisa y querían que se hiciera bien.

Cuatro años después -y un año de pandemia por medio, que ha influido y ralentizado en todo tipo de negociaciones- poco ha cambiado y no ha habido avances. Pero el proyecto no ha caído en el olvido. De hecho, la hoja de ruta de la Lonja del Ebro sitúa entre sus prioridades el "reinicio de las actuaciones, tanto a nivel del Gobierno de Aragón, como individualmente" para sacar adelante esta iniciativa, cuyas gestiones están actualmente interrumpidas.

Las enseñanzas de la covid

Como ha sucedido en todos los sectores económicos, la Lonja del Ebro no ha sido ajena al impacto de la pandemia, que no solo se ha dejado notar en los mercados sobre los que trabaja sino incluso en los medios y maneras de trabajar. Unos cambios que también marcarán la nueva etapa de este organismo.

Uno de ellos afecta a la mecánica de las mesas de precios. Explica Fernando Calvo que hasta que se decretó el estado de alarma las reuniones se realizaban de manera presencial. Se habían dado, sin embargo, pasos para la conexión telemática. Y es que cuando se constituyó la nueva mesa del pollo a nivel nacional y dado que sus miembros se encuentran dispersos en diferentes comunidades autónomas se tomó la decisión de instalar un sistema informático para poder realizar los encuentros ‘on line’.

"A partir de ese momento se realizaba una reunión presencial una vez al mes y el resto de las semanas se utilizaba la videoconferencia", detalla el presidente, que matiza que en el resto de las mesas, con miembros exclusivamente de Aragón, se mantenía el sistema presencial, con la excepción de la de forrajes y almendra, en las que se utilizaba un sistema mixto, combinando la presencia de los participantes con la utilización de las pantallas de los ordenadores.

A partir del 14 de marzo de 2020 todo cambió. O mejor dicho, las restricciones obligaron a aplicar la solución telemática de manera generalizada para todas las mesas. Esta decisión, añade el máximo responsable, ha permitido no solo que no haya sido necesario interrumpir la celebraciones de las reuniones, sino que además ha contribuido a incrementar la asistencia. "Este nuevo sistema va a continuar en el futuro por su agilidad, rápida comunicación y, sobre todo, porque así no se interfiere en los trabajos habituales y se evitan continuos desplazamientos", matiza.

Pese a todo, y porque así lo han pedido los distintos actores agropecuarios, en cuanto la situación sanitaria lo permita la Lonja del Ebro tiene previsto realizar un sistema mixto en el que sean habituales las reuniones por videoconferencia y se mantenga un encuentro mensual con carácter presencial para propiciar una mayor relación entre los diferentes miembros de cada mesa.

Lo que no cambia en la hoja de ruta de la lonja para los próximos años es la función de este organismo que nació en 1976 con el claro objetivo ofrecer información a los productores sobre índices de precios orientativos que se corresponden con las cotizaciones del mercado y con los que pueden defender mejor la venta de sus productos mediante acuerdos con el comercializador y transformador. Por eso, insiste Calvo recordando las críticas de "especulación" que soportaron las lonjas durante los momentos más duros de la pandemia, la Lonja del Ebro no fija precios ni puede hacerlo, solo establece "cotizaciones orientativas y no vinculantes", porque, además, la ley prohibe cualquier acuerdo o decisión que puede impedir o falsear la competencia. Destaca, además, que las mesas están compuestas de forma paritaria por productores y comercializadores/transformadores.

Y, por si no fuera suficiente, esta entidad zaragozana cuenta con un comité de consulta y asesoramiento, constituido precisamente el pasado año en respuesta a las denuncias de las organizaciones agrarias, del que forman parte las diferentes asociaciones agrarias de la Comunidad.

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