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Frutas Javier Mené: "Hemos pasado seis meses prácticamente sin ingresos"

Después de 35 años dedicados a la venta profesional de frutería, la covid ha sido un mazazo para esta empresa familiar, que presta servicio desde una nave en Mercazaragoza.

Javier Mené, a la derecha, y su hijo Adrián, están al frente de la empresa familiar.
Javier Mené, a la derecha, y su hijo Adrián, están al frente de la empresa familiar.
Heraldo

.Hace 35 años que Javier Mené se dedica al sector de la fruta. A los 21 abrió su primera frutería en el zaragozano barrio de Las Fuentes. Además de la venta directa al cliente final, pronto le empezaron a llegar encargos de bares de la zona, que pedían cantidades más grandes para ser entregadas en el local.

Esta rama de su actividad fue cogiendo cada vez más volumen y Javier vio futuro en estos clientes de hostelería. La tienda se empezó a quedar pequeña, ya que los pedidos eran cada vez más y de mayor volumen. Entonces, decidió alquilar una nave en Mercazaragoza, donde se centralizó toda la venta a restaurantes y el reparto a domicilio. Así nace Frutas Javier Mené.

Durante los primeros años, la frutería de Las Fuentes se mantuvo abierta, con su mujer al frente y dos empleados. Pero el sector hostelero cada vez demandaba más trabajo y apostaron de lleno por él, traspasando la tienda.

El negocio crecía cada vez más, consolidando una plantilla de más de 15 personas, entre las que, además de Javier y su mujer, también está su hijo Adrián. A los 18 años, en cuanto terminó los estudios básicos, se incorporó a la empresa familiar para ir conociendo tanto el funcionamiento del negocio como el género.

Ahora, diez años después, él es quien se encarga de comprar el producto que necesitan en Mercazaragoza. Para llevarse el mejor género hay que llegar pronto, por eso, se levanta cada día temprano para estar ya en activo a las cuatro de la madrugada.

Su padre hace esta misma labor pero trata con los proveedores de fuera de Aragón. “Nosotros, que nos dedicamos más a la hostelería necesitamos ciertos productos que en Zaragoza no se venden”, explica Adrián. Así, compran en Almería, de donde vienen prácticamente todas las hortalizas; de Murcia, que abastece de hierbas; así como de Valencia, Madrid o Barcelona.

Entre sus clientes hosteleros, que son unos 300, están restaurantes de solera como el Gayarre, el Cachirulo, Aura o La Lobera de Martín. También nutren de frutas y verduras a otros más nuevos, como el famoso Gente Rara. “En este caso, nos piden productos que, en su mayoría, no se consiguen en Zaragoza”, comenta.

"Había días de 5 encargos, cuando lo normal es tener unos 80 o 100 diarios"

Con sus madrugones y sus negociaciones, todo iba viento en popa hasta que llegó el fatídico mes de marzo de 2020. El 95% de la facturación de Frutas Javier Mené proviene de la hostelería, uno de los sectores más afectados por la crisis de la covid. Un impacto negativo que se refleja directamente en el número de pedidos que recibieron los tres primeros meses de cierre total. “Había días de 5 encargos, cuando lo normal es tener unos 80 o 100 diarios”, recuerda Adrián.

Los viernes o vísperas de puente es su mejor día de la semana pero en los peores momentos de la pandemia el máximo de pedidos que recibieron fueron 20. Ahora, un año después, la normalidad no se ha recuperado pero la familia Mené está contenta con la situación. “Para como están las cosas en España podemos darnos con un canto en los dientes”, asegura Adrián que a diario conversa con compañeros de otras comunidades que lo están pasando peor. Aunque no es lo habitual, en las últimas semanas ha habido días de 180 pedidos, una cifra más que buena, dada las circunstancias.

Aun así, la facturación de la empresa en este año se ha visto muy afectada. “Hemos pasado seis meses prácticamente sin ingresos”, confiesa. Pero la buena gestión el negocio llevada a cabo desde los comienzos ha contribuido a que este bache no haya sido tan duro. “Hemos hecho las cosas bien durante 35 años y no hemos sido gastadores, por eso estamos aguantado bien”, añade.

Más repartos a domicilio a raíz de la covid

Para compensar la importante caída de las ventas en hostelería, la familia Mené decidió reforzar su servicio de reparto a domicilio a través de su página web y las redes sociales. Era algo que ya ofrecían desde siempre, pero de forma menos oficial, para conocidos y personas de confianza.

Pero a raíz de la covid decidieron darle un empujón a esta rama del negocio y dar a conocer este servicio. “Antes era algo mucho más residual pero ahora tenemos entre 10 y 15 pedidos para domicilio todos los días”, comenta Adrián. La mayoría son clientes habituales, que hacen compra cada diez días, aproximadamente, pero todas las semanas les llegan encargos de cuatro o cinco personas nuevas.

Al igual que se ha demandado más este servicio para casa, Frutas Javier Mené también ha notado como los pedidos para las tres fruterías a las que sirve en Zaragoza han aumentado con la pandemia. “Se ha notado que la gente cocina más en casa y compra más alimentación”, asegura Adrián.

A estas líneas de negocio hay que añadir también la venta a residencias y a algunos hoteles de Zaragoza, establecimientos, estos últimos, también en horas bajas. Pero entre unos y otros, la empresa sigue adelante con las cuentas saneadas y habiendo podido sacar el ERTE a prácticamente toda su plantilla. “Se han reincorporado todos excepto un chico que contratamos hace unos años para que viniera solo por las noches. De momento no tenemos tanto volumen de trabajo y, si algún día hace falta echar una mano, entre mi padre y yo nos apañamos”, explica Adrián.

Los 14 restantes están trabajando con normalidad. Ocho de ellos son repartidores, un chico se ocupa de dejar limpio y ordenado el almacén cuando las furgonetas salen para el reparto y dos más están en oficina. El equipo lo completan su madre, su padre y él. Tienen tareas más o menos definidas pero cuando el negocio es familiar nunca se sabe qué fuego habrá que apagar.

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