Aceptado a trámite un nuevo contencioso de Ecologistas en Acción contra la planta de biomasa de Monzón

Ecologistas en Acción ha iniciado un nuevo proceso judicial contra la instalación de la planta de biomasa en Monzón. Tras haber sido desestimado por el Tribunal Supremo un recurso en el que cuestionaban la concesión de la licencia urbanística y ambiental, los ecologistas ahora han interpuesto un contencioso contra la resolución de la Dirección General de Energías y Minas del Gobierno de Aragón que, el pasado año, concedía la autorización administrativa, el documento previo para que Forestalia pudiera instalar su planta en las inmediaciones de la capital mediocinqueña.

Este nuevo paso judicial llega, según informan desde Ecologistas en Acción, tras haberse agotado la vía administrativa. “La dirección general de Energía sacó a exposición pública el proyecto y nosotros alegamos sin tener respuesta; entonces presentamos un recurso de alzada y tampoco obtuvimos respuesta. No nos quedaba otra que acudir al contencioso administrativo”, explica Alex Serrano, portavoz de Ecologistas en Acción.

Con este son tres los procesos judiciales que están pendientes de resolución contra la instalación de la central térmica de biomasa. Los otros dos son el procedimiento contra la revisión de oficio de la autorización ambiental, que fue necesaria modificar para incluir las emisiones de sustancias tóxicas y cancerígenas, como los benzopirenos, que Forestalia no declaró en su primer estudio de dispersión de contaminantes; y el recurso que se interpuso en 2020 contra la resolución de prórroga de la autorización ambiental.

Dado el incumplimiento de plazos para la instalación de la incineradora, el promotor tuvo que solicitar prórroga para su proyecto. Según esta resolución de prórroga, el proyecto tiene distintos plazos a cumplimentar: final de agosto de este año para el inicio de las obras, y final de agosto de 2024, para el inicio de la actividad.

Ecologistas en Acción se pregunta por la materia prima que se pretende utilizar para la generación de electricidad, pues según la autorización ambiental debía proceder del cultivo de unas 10.000 hectáreas de chopos, que requieren de autorizaciones que a día de hoy no han sido solicitadas al Inaga, “y que necesitan de varios años para crecer, por lo que no parece viable que esa sea la materia prima a quemar”, señalan. Dado que el horno proyectado para quemar la biomasa es capaz de incinerar cualquier tipo de residuo, se abriría la posibilidad de que, con una solicitud previa, se pudiera quemar cualquier tipo de residuos, como ya ocurre en la planta de Saica de El Burgo de Ebro en la provincia de Zaragoza.

Por otro lado, según señala Ecologistas en Acción, Forestalia vendió los derechos adquiridos en la subasta de 2016 y en la actualidad no tiene megavatios subvencionados para su planta de biomasa, pues en la última subasta de enero de 2021 no obtuvo ningún derecho. “En la actualidad los proyectos para la instalación de parques eólicos o fotovoltaicos son más rentables que la biomasa, motivo por el que pueden pujar con ventaja en las subastas”, indican.

Ecologistas en Acción reitera que seguirá oponiéndose al proyecto en todos los ámbitos posibles, y que la instalación de una central térmica a 600 metros del casco urbano, “con unas emisiones tóxicas tan importantes, no beneficia a la población de Monzón, pues impide la instalación de otras industrias limpias, devalúa las propiedades de sus vecinos y es un revulsivo para que nuevos pobladores se puedan instalar en un radio amplio alrededor del proyecto”.