Cooperativas aragonesas se suman a un proyecto nacional para atraer fondos europeos
Circulares y Sostenibles 2025 supone una inversión de 150 millones para "revolucionar" el uso de fertilizantes orgánicos.
El sector agroalimentario aragonés ha dado muestras de su dinamismo inversor e innovador liderando el mayor porcentaje de proyectos empresariales para optar a los fondos con los que Europa quiere acompañar a los Estados miembros en sus esfuerzos por dar un nuevo giro e impulsar las economías de los socios comunitarios, fuertemente golpeadas por las restricciones adoptadas para combatir la pandemia.
Lo ha hecho presentando sus iniciativas ante las administraciones aragonesas, pero también participando en proyectos sectoriales y nacionales. Así sucede en el proyecto liderado por Cooperativas Agroalimentarias de España, que impulsa "en nombre de un importante número de cooperativas", un programa de proyectos basados en el biogás y en el compost que supondrán una inversión de más de 150 millones de euros con los que se quiere acceder a los fondos europeos Next Generation EU.
De esta iniciativa forman parte diversas cooperativas aragonesas -además de entidades de Cataluña, Andalucía y Castilla y León- aunque desde la organización que las representa prefirieron no concretar cuántas y cuáles porque el proceso todavía está abierto y, por lo tanto, aún hay posibilidades de que haya nuevas adhesiones.
"Es la respuesta a la solicitud de expresiones de interés para fomentar la economía circular en el ámbito de la empresa como instrumento para la recuperación que ha solicitado el Ministerio de transición Ecológica y Reto demográfico", explicó la organización cooperativa que recordó que, aunque la convocatoria está abierta hasta mañana, es "una declaración de intenciones" que se irán concretando y definiendo en fechas posteriores.
El programa de proyectos lleva por nombre ‘Circulares y Sostenibles 2025’ y tendrá como objetivo "revolucionar la utilización de fertilizantes orgánicos". La intención es secuestrar CO2 masivamente en el suelo y cumplir los objetivos de nutrición sostenible del suelo establecidos en la estrategia de la Granja a la Mesa. Y para conseguirlo, se utilizarán residuos agroalimentarios, incluyendo los ganaderos, que de considerarse un problema ambiental en algunas zonas, se convertirán, gracias a estas iniciativas empresariales, "en la mejor materia prima circular para la fabricación de una nueva generación de biofertilizantes", añaden desde la organización. Además, las plantas de biometano y de compostaje que desplegarán dichos proyectos contribuirán a un incremento exponencial de la disponibilidad de gas renovable de España.
Las cooperativas agroalimentarias como empresas de la economía social son muy conscientes de los retos que tienen por delante no solo sus socios y socias agricultores y ganaderos, sino también los pueblos de las zonas rurales que deben hacer frente a la despoblación. Por ello, insisten los impulsores, con esta iniciativa, en la que colaborará empresas de fertilizantes de referencia en el país, se propone trabajo de calidad y creación de valor añadido en el medio rural.
