Los vecinos de Morés llevan ya tres años sin beber agua del grifo ni poder usarla para cocinar

El Ayuntamiento exige que se ejecute el proyecto de 2017 de la DGA para recibir el suministro del embalse de Maidevera.

Morés sufre un desabastecimiento de agua de boca. La fuente luce el cartel de no potable
Morés sufre un desabastecimiento de agua de boca. La fuente luce el cartel de no potable
MACIPE

Algo tan simple como abrir el grifo y llenar un vaso para beber agua resulta impensable en Morés desde hace más de tres años. "No es lógico que en pleno siglo XXI tengamos que seguir comprándola embotellada", se lamenta Esther Serrano, alcaldesa de la localidad que impulsó desde su primer mandato una alternativa para cambiar el suministro en el pueblo y que viniera del cercano embalse de Maidevera. De hecho, el Instituto Aragonés del Agua (IAA), dependiente del Gobierno de Aragón, le dio el visto bueno al proyecto de mejora para el abastecimiento de agua del municipio, financiando en 2017 los 18.000 euros de su redacción.

Sin embargo ese documento, que cifra la inversión en casi 800.000 euros, ha quedado hasta ahora en papel mojado. "El agua del embalse de Maidevera llega hasta Sestrica, que está a tres kilómetros. El 43% del presupuesto es para las obras entre Sestrica y Morés y el 57% restante sería para mejorar la red que también usan Jarque, Gotor, Illueca y Brea", detalla Serrano, señalando el voluminoso dosier que duerme en la mesa de su despacho. En este punto recuerda que a través de esta vía el agua les llegaría "por gravedad y potabilizada".

"Se han hecho hasta cinco pozos, algunos a 160 metros de profundidad, y el agua siempre sale salada", explica con desesperación la regidora que ve en la construcción del canal de trasvase entre el Jalón y Mularroya una espada de Damocles. "Cuando entré de alcaldesa pedí consejo y me aseguraron que si la calidad ya era mala, sería peor si únicamente dejan el caudal ecológico", recuerda. Pero una vez redactado el documento, el proceso se detuvo. "En 2018 ya me comentaron que me podía dar con un canto en los dientes teniendo el proyecto y que no había dinero. En 2019 fue que la prioridad eran las depuradoras del Pirineo y también pedimos a la Confederación Hidrográfica que se incluyera dentro de las restituciones por Mularroya, pero todo ha sido rechazado", detalla.

Serrano insiste en que "la excusa siempre es que es complicado y que no hay presupuesto". "Pero estamos hablando de que esto no es hacer una piscina climatizada ni abrir un polígono industrial para que se quede vacío. Es algo básico y un derecho", defiende.

Desde el Gobierno de Aragón recuerdan que el abastecimiento es "competencia municipal" y recuerdan que el IAA ha apoyado "técnica y económicamente a las entidades locales dentro de sus limitadas disponibilidades presupuestarias", y concretan que a Morés se le concedieron cerca de 300.000 euros entre 2002 y 2015.

Al mismo tiempo, la DGA puntualiza que el principal esfuerzo inversor se hace en el ámbito del saneamiento (depuración), con convocatorias que rondan el millón de euros y que el IAA conoce la situación de Morés. De forma reciente, en las Cortes de Aragón, el PP -partido en el que se encuadra Serrano- presentó una proposición no de ley sobre la urgencia de ejecutar el proyecto que no salió adelante. Desde el PSOE recordaron las ayudas que a este respecto puede ofrecer la Diputación de Zaragoza.

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