ocio y tiempo libre

S.O.S. de las granjas escuela por el fin de las excursiones de los colegios

Muchas empresas dedicadas a la educación y el ocio se dan de plazo hasta el verano para decidir si cierran o continúan en precario. Hoy comienza la ‘semana blanca’ en Navarra y los albergues rurales piden a la DGA que tome ejemplo y levante restricciones.

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Los responsables del Casón de la Ribera, la granja-escuela de Tobed.
MACIPE

A la fábrica de Lacasitos, al Monasterio de Piedra, al castillo de Mesones, a la quesería de Letux... Todos tenemos recuerdos infantiles de excursiones escolares que el tiempo ha idealizado. Por supuesto, también, a la granja escuela, donde se aprendía que el pollo, además de alitas, también tiene plumas y cresta. Las actuales restricciones de la crisis sanitaria han provocado que la mayoría de los colegios limiten sus salidas o las cancelen por completo: excursiones con distancias de seguridad, sin tocar nada, en grupos burbuja, con mascarillas, etc. son impracticables. Y qué decir de las pernoctaciones... Esto está afectando a decenas de empresas que viven de la educación y el ocio y que atraviesan otro curso escolar, y es el segundo año consecutivo, sin recibir ni una visita de escolares.

“Por nuestras instalaciones solían pasar unos 7.000 chavales al año y, ahora, trabajamos para intentar recuperar la actividad de cara al verano porque este curso ya lo damos por perdido”, explica Daniel Bazán, director de la granja escuela Latorre, ubicada en el zaragozano barrio de Miralbueno. En este centro han reducido los gastos al mínimo “para aguantar”, pero están tirando de ahorros, de créditos y “de excedencias para que el personal pueda dedicarse a otros trabajos”. “Hay escuelas que cuentan con convenidos con Ozanam o el Gobierno de Aragón, pero muchas privadas se verán abocadas a echar el cierre si el verano no lo trabajan. Ese es el tope, es el límite hasta donde podemos prolongar la agonía”, explica Bazán. En su centro, además de las actividades propiamente escolares, existe la oferta de otras más específicas dedicadas a conocer el proceso de la vendimia o la producción del aceite. “Estas se solían hacer en el primer trimestre del curso porque es a o que obliga la cosecha, pero también hubieron de cancelarse”, comentan, al tiempo que confían en salvar algunas actividades centradas más en el ámbito familiar que en el escolar.

El problema no es tanto que estas empresas no ofrezcan sus servicios como que los colegios, por responsabilidad, no tengan intención de abandonar el aula este año pandémico. De cara al final de curso sí hay docentes que se están informando de posibles excursiones, pero “habrá que ver cómo evoluciona la pandemia y cuáles son las restricciones entonces porque esto cambia de un día para otro”, explican los responsables de los centros.

Las instalaciones del Tío Carrascón, en Cerveruela, están siendo adaptadas.
Las instalaciones del Tío Carrascón, en Cerveruela, están siendo adaptadas.
Laura Uranga

Otra granja escuela de las que más fama llevan en Aragón es la de Tobed, El Casón de la Ribera. Allí la yegua blanca y los conejillos hacían las delicias de los chavales, pero este año continúa con la persiana echada. “No hemos abierto y no sabemos cuándo podremos hacerlo. El mantenimiento diario de las instalaciones y de los animales requiere sus ingresos y confiamos en que se puedan celebrar campamentos en julio, pero aún es pronto para valorarlo”, explican desde un centro pedagógico, que se fundó en 1991 y que se ha considerado un ariete contra la despoblación en la serranía celtibérica.

En un año normal el albergue y el centro de animales recibiría unos 700 niños de entre 6 y 12 años, pero 2021 no es un año al uso. "Echamos mucho de menos las voces y risas de los niños", explican sus responsables, que informan de que de ocho personas que estarían trabajando -en los talleres o las cocinas- solo una se ha quedado a cargo de los burros, las gallinas, los patos, la oca…

En la nieve

Aunque las pistas de esquí aragonesas continúen cerradas, muchos refugios y albergues de montaña piden al Gobierno de Aragón que abra la mano y tome ejemplo de Navarra, donde a partir de hoy mismo se celebra la ‘semana blanca’. Se trata de unos días de convivencia de los chavales en la nieve, cuyas primeras cinco tandas hubieron de cancelarse pero, “gracias a la buena evolución de los datos epidemiológicos, vuelve a celebrarse. Es la 37ª edición que convoca el Gobierno foral y que estará centrada en el esquí de fondo. “Se ha elaborado un protocolo estricto y, aunque la campaña va a ser más reducida (en participantes, alojamientos, desplazamientos...), también será más segura”, explican fuentes del Gobierno de Navarra.

Desde el pasado verano, entidades como Sargantana, el conocido albergue de Canfranc, llevan “proponiendo ideas” para ayudar a facilitar las excursiones escolares. “Disponemos de espacios, contenidos y profesionales para hacer actividades diarias o semanales que permitan a los chavales salir de los centros escolares y descongestionarlos”, comentan. “Con un poco de organización, se podrían repartir los tiempos y los cursos para que fueran saliendo poco a poco todos, por turnos, a uno u otro sitio... Creando grupos ‘burbuja’ durante las salidas, con medidas apropiadas de higiene y seguridad. Con una coordinación académica que permitiera seguir el programa escolar, y con un poco de apoyo económico de la administración, podríamos encontrar un modelo educativo para este tiempo tan complejo”, defienden.

Los chavales del Grupo Roc de la Fundación Los Pueyos en su visita a Teatro Bicho.
Los chavales del Grupo Roc de la Fundación Los Pueyos en su visita a Teatro Bicho.
Heraldo.es

Parece que las únicas actividades fuera de las aulas que se están salvando este 2021 son las visitas a los museos, aunque también en grupos reducidos e impidiendo que los chavales de distintas clases, por ejemplo, se cojan de la mano. En otros casos, como el de la Fundación Los Pueyos, dedicada a la integración de personas con discapacidad, han tenido que reconvertir sus actividades de ocio para hacerlas dentro del centro. En Los Pueyos existe el llamado Grupo Roc, que una tarde a la semana iba al teatro, al cine, a un museo, a jugar a los bolos, a cantar en un karaoke… Llevan un año sin poder hacerlo como puede verse en su blog, donde la última entrada es justo de hace un año cuando visitaron Teatro Bicho para hacer un taller de expresión corporal.

A estas alturas de año ya deberían estar en marcha un sinfín de convocatorias para hacer campamentos de verano, pero sus promotores continúan expectantes. Es el caso, valga el botón de muestra, del campus deportivo de balonmano de Mora de Rubielos, cuyo cartel solía anunciarse esta misma semana pero de momento no se le espera. Esta cita, con 22 años de historia, hubo de suspenderse por primera vez el año pasado, en un verano en el que ‘in extremis’ sí se lograron llevar a cabo campamentos como los de YMCA. Es cierto que entonces el virus pareció dar una tregua en los meses de estío y que la segunda ola no llegaría hasta bien entrado septiembre.

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