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Ruta por hoteles locales o vermú en vez de cena: el nuevo ocio de la Zaragoza confinada

Sin la posibilidad de escaparse de la capital aragonesa y con el cierre de bares y demás lugares de ocio a las 18.00 los fines de semana, los zaragozanos no han tenido más remedio que amoldarse.

Lugares de ocio en Zaragoza.
Lugares de ocio en Zaragoza.
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Con el cierre de la hostelería a las 18.00 los fines de semana, las cenas de amigos y familia han pasado a la historia. Las escapadas de fin de semana al Pirineo, a la playa o al entorno rural se han quedado en un bonito recuerdo para los zaragozanos. La excursión con el colegio o instituto para conocer un museo ha dejado de existir desde que irrumpió la pandemia en España y las salas de cine y de teatro no pueden acoger a todos los espectadores que les gustaría. El ocio ha cambiado, y mucho, y los ciudadanos no han tenido más opción que adaptarse a las circunstancias para no faltar a su cita con la cultura y para no dejar en el olvido su vida social.

Ana Salicio es la directora del Hotel Pilar Plaza situado en la misma plaza del Pilar de Zaragoza. Esta posada de tres estrellas tenía prácticamente todas las habitaciones ocupadas antes de la pandemia, sin embargo, ahora está en pérdidas. A pesar de todo, desde que confinaron la ciudad, los fines de semana consigue llenar el 25% del hotel gracias a parejas de jóvenes zaragozanos. "El toque de queda y el confinamiento hace que muchos jóvenes, para tener intimidad y poder desconectar, reservan habitaciones los viernes y sábados. Buscan hoteles 'low cost' como el nuestro porque tampoco tiene muchos recursos económicos. Por lo general son parejas que no suelen pasar de los 25 años", explica la directora.

Ana Salicio, enseña una de las habitaciones más demandadas, con jacuzzi y vistas a la plaza del Pilar.
Ana Salicio, enseña una de las habitaciones más demandadas, con jacuzzi y vistas a la plaza del Pilar.
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Un jacuzzi, un proyector y vistas a la plaza del Pilar. Esa es la habitación más demandada en este hotel que cuenta con 50 aposentos. "Ahora los jóvenes buscan un entorno romántico y las habitaciones con jacuzzi y vistas están muy cotizadas. No hay un fin de semana que se queden libres", sostiene. Además, con San Valentín a la vuelta de la esquina, Ana Salicia comenta que han registrado un importante número de reservas. "San Valentín se va a celebrar porque tenemos el 70% del hotel ocupado. Las habitaciones con todas las prestaciones llevan reservadas ya bastante tiempo y no dejamos de recibir llamadas", apunta.

Son muchos los hoteles y apartamentos de Zaragoza que registran reservas de jóvenes. Es el caso, por ejemplo, de los apartamentos París Centro, donde aseguran que todos los fines de semana tienen unos siete pisos alquilados con este perfil.

En el hotel Oriente, situado en pleno centro de Zaragoza, la ocupación del fin de semana también se basa en parejas de menos de 30 años. "Reservan la noche y también las habitaciones por horas. Hay parejas que no conviven en sus domicilios y que apuestan por pasar la noche en un hotel. Además, ahora son las noches más económicas y lanzamos ofertas para que se puedan llenar", explica la directora, Mónica Bolea.

Marcos Vaquer, propietario del Grupo Vaquer de restauración.
Marcos Vaquer, propietario del Grupo Vaquer de restauración, en el bar la Flor de Lis..
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La hostelería, según Marcos Vaquer, propietario de cinco bares en Zaragoza, vive dos realidades: "Entre semana no hay nada de trabajo y los fines de semana, a la hora del vermú y la comida, estamos desbordados". Este empresario, que se ha visto obligado a cerrar tres de sus cinco establecimientos situados en la capital por la pandemia, mantiene con la persiana levantada La Flor de Lis en Don Jaime y Santiago en la plaza del Pilar. 

Con una barra a rebosar de pinchos de todo tipo, el Marcos Vaquer explica que la situación es "dramática". "Estamos abiertos pero no cubrimos gastos. Igual hay algún mes que quedamos en paz entre gastos y ingresos pero... Pedimos préstamos ICO para aguantar y no sabemos hasta cuándo. De momento es una incógnita si volveremos a abrir los bares que están cerrados ahora mismo", declara. Los establecimientos de este grupo cierran a las 18.00 todos los días porque "por la tarde no hay trabajo. Antes salía la gente de trabajar y se tomaba algo pero ahora, ni eso", lamenta.

Felipe Ibarra, propietario de Imbyss, en Don Jaime.
Felipe Ibarra, propietario de Imbyss, en Don Jaime.
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En la misma calle pero en la acera contraria se encuentra el bar de Felipe Ibarra, conocido como Imbyss, que está especializado en bocadillos. "Las cenas ahora no existen, que era una parte importante de nuestros ingresos. Los vermús sí que se mantienen aunque como no se pueden ocupar todas las mesas, en cuento se llenan, ya no pueden entrar más clientes", cuenta Ibarra.

El dueño de este bar familiar insiste en que viven momentos "muy complicados". "Estamos abiertos pero en pérdidas. Levantamos la persiana para intentar pagar los gastos", subraya.

Museos

Dos jóvenes visitan el Museo de Zaragoza.
Dos jóvenes, Alfonso Sánchez y Isabel San Agustín, visitan el Museo de Zaragoza.
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Alfonso Sánchez e Isabel San Agustín optaron la mañana de este jueves por visitar el Museo de Zaragoza. "Gracias a la asignatura de Historia del Arte del Instituto me he aficionado a los museos. Además, ahora, que Zaragoza está confinada tampoco se pueden hacer muchos planes", explica el joven. Según señalan desde esta galería, es habitual que jóvenes sobre los 18 años acudan a visitar las exposiciones. También es común que lo hagan padres con hijos, ya que los colegios no realizan visitas, algo que antes siempre estaba marcado en el calendario escolar de todos los centros. Habitualmente, es el domingo cuando los matrimonios de edades más avanzadas apuestan por ir. 

Isabel Domingo y Francisco Guillén en el Museo de Zaragoza.
Isabel Domingo y Francisco Guillén en el Museo de Zaragoza.
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Isabel Domingo y Francisco Guillén observaban con detenimiento este jueves cada una de las obras del Museo de Zaragoza, situado en la plaza de los Sitios. "En condiciones normales solemos acudir aunque ahora en pandemia, que hay pocos planes para hacer, venimos con más regularidad", explica Guillén. Debido a la pandemia, el número de visitantes de este museo ha descendido un 70%, aunque, según señalan, parece que la afluencia, poco a poco, va siendo mayor.

En el Museo de Goya, los visitantes también han caído significativamente. En 2019 tuvieron 85.000 visitantes mientras que en 2020 tan solo 24.000. Sin embargo, desde la galería se muestran optimistas. "Estamos abiertos y contentos porque ahora viene gente. Es importante que haya actividad de cultura porque nos ayuda en esta situación", señala Charo Añaños, directora del museo, al que suelen acudir zaragozanos de más de 40 años.

Charo Añaños, directora del Museo de Goya.
Charo Añaños, directora del Museo de Goya.
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Los teatros, que se encuentran al 50% de aforo a día de hoy, siguen teniendo espectadores fieles. "Muchos de los días llenamos, aunque hay días que no, pero la gente de todas las edades y de todos los poderes adquisitivos sigue viniendo al teatro. Nosotros trabajamos para que así siga siendo e intentamos traer buenos espectáculos. Somos más exigentes que nunca, aunque es cierto que trabajamos más para que finalmente solo puedan venir la mitad", explica José María Turmo, gerente del Patronato de Artes Escénicas de la ciudad.

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