entrevista

Santiago Sánchez: "Los que están al límite de pedir son los que más dan"

Jubilado hace dos años, Santiago Sánchez (Blancas, Teruel, 1955) está al frente de la Hermandad del Refugio de Zaragoza desde 2017

Santiago Sánchez, a las puertas del Refugio de Zaragoza
Santiago Sánchez, a las puertas del Refugio de Zaragoza
Javier Belver

Me ha impactado la foto de esta entrevista. ¿Qué siente, cuando ve las filas del hambre?

Que algo hacemos mal para que cada día tengamos más gente necesitada que viene a pedir ayuda.

¿A cuántas familias ayudan?

Estamos repartiendo comida diaria para cerca de 900 familias, cada vez más jóvenes; muchas españolas, que tenían trabajo, con todo al alcance de su mano, y que, de un día para otro, se han quedado con una delante y otra detrás.

¿La solidaridad alivia las conciencias, sobre todo en Navidad?

Los zaragozanos se comportan con una generosidad tremenda, sienten de verdad esa necesidad de hacer algo por los demás… Muchas veces, los que están al límite de pedir son los que más dan. Hemos tenido personas en el Refugio que, cuando han encontrado trabajo, colaboran con nosotros.

¿Tendrán un aluvión de voluntarios en estas fechas?

Por la pandemia, nuestros voluntarios no pueden venir; suelen ser personas mayores, de riesgo, y tenemos que protegerlos.

¿Y cómo se las arreglan?

Con los trabajadores del Refugio. Después de hacer su jornada, siguen las horas que hagan falta. Pero, si es necesario, también hay jóvenes que acuden sin dudarlo.

¿Cuántas personas sin hogar cenarán esta Nochebuena en el Refugio?

Hay 58 personas que están acogidas en el Refugio como si estuvieran en su casa. Es muy duro. En algunos casos, no quieren saber nada de la familia o la familia no quiere saber nada de ellas. Además, antes, para Nochebuena organizábamos una jornada de puertas abiertas, para que todo el mundo que lo necesitara pudiera venir a cenar, pero este año, por la covid-19, vendrán a recoger la comida y cenarán en sus casas.

¿Será una cena especial?

¡Claro! Entremeses con langostinos, salmón al cava, redondo de pavo en salsa de ciruelas y turrón. Pero no podremos darles ese trato de cariño y afecto que merecen y necesitan. Solo la cena.

Pasar esta noche en soledad, sin la familia..., se me encoge el alma solo de pensarlo.

Es muy duro ver cómo la soledad está causando estragos en personas excesivamente jóvenes, entre los cuarenta y pico y los 56, 57 años, que se han quedado sin trabajo, sin familia, que malviven con una pequeña subvención, y a las que va a ser muy difícil rescatar. Nos preocupa mucho el primer trimestre del año que viene.

¿Qué es lo mejor que le ha dado el Refugio?

El agradecimiento de la gente. Uno se rompe mucho, pero siempre recibes más de lo que das.

¿Y lo peor?

Ver cómo personas que trabajaron conmigo –vengo del ramo de la hostelería– acuden a pedir ayuda.

¿Qué le trajo hasta aquí?

Vine para quedarme por un tiempo, hace 14 años, como voluntario; pero te implicas y, poco a poco, te engancha, y ya no puedes dejarlo.

Todavía podemos ayudar. Deme un número de cuenta…

Mejor nuestra web (hermandaddelrefugio.es/) y un teléfono: 976 221 837.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión