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José Ramón Paño: “Una comida familiar es la tormenta perfecta para la infección”

Para este médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínico, el riesgo es real: “Nos estamos jugando una tercera ola que podría suponer un KO sanitario”.

José Ramón Paño, médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínico
José Ramón Paño, médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínico
Guillermo Mestre

¿Cómo se ve ahora mismo la pandemia desde el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico?

Con preocupación y con incertidumbre. En este momento los pacientes con covid ocupan aproximadamente el 20% del área de hospitalización, lo que condiciona significativamente la capacidad del sistema para funcionar como habitualmente. No se trata de alarmar innecesariamente a la población, pero, desgraciadamente, debemos ser conscientes de que la situación actual puede empeorar a lo largo de las próximas semanas o meses.

"Quien tenga ganas de celebración que diga antes qué pacientes y enfermedades habría que dejar de atender si los contagios aumentan significativamente, un riesgo real"

Y es crucial que entendamos que este año no hay Fiestas del Pilar.

Deseo que así sea, por necesidad. La capacidad del sistema sanitario es limitada y llevamos meses manteniendo una velocidad de crucero en la actividad asistencial que no es sostenible. No nos podemos permitir subir el número de pacientes ingresados en el hospital. Quien tenga ganas de celebración que diga antes qué pacientes y/o enfermedades habría que dejar de atender si los contagios aumentan significativamente, un riesgo real.

"Cuantas más personas se junten en una celebración familiar, más probable es que haya un miembro infectado"

A menudo, estar en el ámbito familiar nos relaja demasiado. Las comidas familiares dan miedo.

Las comidas familiares son una verdadera tormenta perfecta desde el punto de vista de esta infección. Habitualmente se juntan personas de diferentes núcleos de convivencia. Cuantas más se junten, más probable es que haya un miembro infectado. Se suelen celebrar en espacios cerrados, escasamente ventilados, tanto públicos como domésticos. Son comidas que duran horas, durante las que las distancias se reducen y aumenta la generación de partículas infecciosas, no solo por la retirada de mascarillas, sino porque suele tratarse de entornos ruidosos donde hay que hablar en voz alta. La combinación de todas estas circunstancias es el sustrato que alimenta el temible fenómeno de supertransmisión o contagio masivo.

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