“Tratan a las discotecas como ‘apestadas’, pero el problema son las fiestas privadas”

Ante las nuevas restricciones en Aragón, el sector del ocio nocturno insiste en que bares y salas de fiestas respetan las reglas y en que se está arruinando a las 27.000 familias que dependen de estos establecimientos.

La Policía Local, en una ronda de control de terrazas, el pasado fin de semana.
La Policía Local, en una ronda de control de terrazas, el pasado fin de semana.
Guillermo Mestre

“Basta con abrir Instagram y ver cómo están proliferando las fiestas privadas, en casas, peñas, chalés… Se ven grupos de quince o veinte jóvenes bailando sin mascarillas ni distancias”. La advertencia la hace Fernando Izcara, presidente de la Asociación de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza, a quien no sorprende las nuevas restricciones al ocio nocturno. “Nosotros nos esforzamos en hacer todo bien, en marcar zonas, poner geles, reducir aforos… El sector está implicado y ha afrontado este asunto con responsabilidad, pero se nos trata como ‘los apestados’ sin pensar en las familias que dependen de esto y que llevan muchos meses sin ingresos”.

Desde la fase 2 ‘flexibilizada’ las discotecas están cerradas. Solo se salvaban aquellas de doble licencia que incluye también restauración y que podían abrir hasta las dos de la mañana. Ahora tendrán que cerrar a la medianoche, “mientras en otras Comunidades siguen abiertas y con aforos de hata el 75%”, se quejan. Izcara recuerda que muchas salas -algunos ‘icónicas’ de la noche zaragozana como la López, la Kenbo o el Plata- no tenían previsto volver a abrir hasta septiembre y lamenta que con tantas idas y venidas se esté creando una enorme confusión. “Fuimos los primeros en cerrar. Después los últimos en abrir y con aforos al 30%. Ahora hay que cerrar otra vez porque se nos criminaliza, pero en realidad no constituimos un foco de contagio si cumplimos con las reglas que, incluso, con todas las garantías, consensuamos con el Ministerio de Sanidad: controles de temperatura, posibilidad de anotar nombres para hacer rastreos, zonas marcadas y separadas...”

Por su parte, José María Marteles, presidente de la asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, explica que las nuevas restricciones anunciadas este jueves por el Departamento de Sanidad obligarán a cerrar a más del 40% de los establecimientos hosteleros de Zaragoza. Marteles vuelve a pedir que se deje de culpabilizar a la hostelería del incremento de contagios y que se mida al sector “con el mismo rasero” que a otros. Las nuevas medidas, que comprenden una limitación de aforo de los bares a un 40% en su interior y a un 50% de las terrazas, se suman a las que ya prohibían hacer uso de las barras. En estas circunstancias, según Cafés y Bares, hay un 30% de los bares y restaurantes que pueden sobrevivir durante un mes o dos, y solo un 7% que lo puede hacer durante todo el año. En el otro lado de la balanza, un 18% no ha llegado a abrir aún tras la pandemia porque  “no ofrecen soluciones y llevamos ya cinco meses con esta situación”, dice Marteles. "No podemos estar continuamente abriendo y cerrando, echando a la gente y volviendo a contratarla”, denuncia, al tiempo que considera un agravio comparativo que "en las fases flexibilizadas de la desescalada al comercio se le permita un 75% del aforo y a nosotros no, cuando no hemos tenido ningún rebrote”.

Los miembros de la asociación ponen el acento en los problemas financieros que están pasando muchas familias dependientes  del sector y que, con los nuevos ERTE, podrían no cobrar nada hasta después del verano. Son aproximadamente 27.000 trabajadores que tiene la hostelería zaragozana (supone el 8% del PIB regional) y sus familias están pendientes de los alquileres de locales o los acuerdos con los distribuidores. Está previsto que el Gobierno de Aragón se reúna con ellos en unos días, pero este encuentro “aunque sea de buena fe, llega tarde”, aseguran. Esta semana el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, mostró su apoyo al sector del ocio nocturno e instó a Javier Lambán a abordar ayudas para los negocios que llevan más de cien días cerrados. No obstante, aunque se plantee una batería de medidas compensatorias como moratorias al alquiler, eliminación de tasas municipales o rebajas del IVA a la actividad, el sector de las discotecas estudia interponer una demanda contra alguna de las decisiones tomadas por el Ejecutivo aragonés.

"Las decisiones del Gobierno de Aragón, además de resultar excesivamente lesivas, denotan improvisación, incompetencia, falta de autocrítica y nula empatía hacia nuestro sector, al que se estigmatiza y culpa de los rebrotes sin justificación aparente ni evidencias al respecto", explica Marteles. Al igual que Izcara, el presidente de Cafés y Bares cree que "lo que se consigue con estas medidas es que los ciudadanos cambien las reuniones en sitios seguros y controlados, en los que se cumplen las medidas de aforo, distanciamiento social e higiene, por encuentros en domicilios o espacios privados en los que no hay ningún tipo de control".

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