"Perplejos, frustrados e indignados". Así aseguran estar los hosteleros de la Comunidad tras las nuevas restricciones adoptadas por el Gobierno de Aragón para frenar los contagios por coronavirus. "Están actuando con total incompetencia y una nula empatía hacia el sector y hacia las miles de familias que dependen de él", afirmó José María Marteles, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia. 

En su opinión, se les está culpando "sin ningún tipo de argumento ni autocrítica". "Lo que logran con estas medidas es que los ciudadanos cambien las reuniones en sitios seguros y controlados por domicilios en los que no hay ningún tipo de control y botellones", criticó.

El problema, apuntó Luis Vaquer, presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, ya no está en los aforos, sino "en el clima que se ha creado" esta última semana. A su entender, las nuevas medidas dificultarán "todavía más" la viabilidad de los locales ya abiertos. "Hemos pasado de la rabia a la pena. Contener el virus vaciando unos negocios que ya están vacíos no tiene ningún sentido. El mal ya está hecho", dijo.

Retroceder a la fase 2 también afectará al pequeño comercio. Para José Antonio Pueyo, presidente de la Federación de Empresarios del Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS), noticias como las de ayer "hacen que descienda todavía más la confianza del consumidor". "Ha sido un nuevo mazazo. Las autoridades públicas deben centrarse donde se están produciendo los focos de contagio: botellones y fiestas privadas y temporeros", subrayó.

Según Pueyo, puede haber establecimientos que no abran a corto plazo o vuelvan a la cita previa. "No hay que descartar que el equipamiento personal (vestido, calzado y complementos) salte a la próxima temporada otoño-invierno al darse por perdida la campaña de verano", razonó.

"Cero propuestas de ayuda"

Especialmente molestos se mostraron los empresarios del ocio nocturno, que recordaron que están en juego 1.200 puestos de trabajo directos y 400 indirectos. Criticaron, en este sentido, que el Ejecutivo no haya contado con ellos y que en estos momentos haya "cero propuestas de ayuda o compensación". "Fuimos los primeros en cerrar y los últimos en abrir. Cuando todavía se nos escuchaba, pedimos no abrir hasta septiembre si la Administración nos ayudaba con los alquileres de los locales y nuestros trabajadores, pero nada de esto sirvió", lamentaron desde la Plataforma de Empresarios Hosteleros de Aragón y la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza.

Ambos colectivos recordaron en un comunicado que los locales han adoptado todas las medidas exigidas y reclamaron "un cambio de actitud" con vistas a encontrar soluciones y "compensaciones directas" para el sector.