Frutas La Espesa: camisetas con mensaje para superar el "desafío" del covid-19

La empresa de Zaidín, que tuvo que interrumpir su actividad por un importante brote de coronavirus, afronta con fuerza una nueva etapa, gracias a la unión de sus trabajadores y a las muestras de apoyo recibidas.

Los trabajadores de la empresa con las camisetas diseñadas.
Los trabajadores de la empresa con las camisetas diseñadas.
Frutas La Espesa

Tres semanas después de que fuera detectado un importante brote de coronavirus y Salud Pública decretara su cierre temporal, convirtiéndose en portada de varios medios a nivel nacional, la empresa Frutas La Espesa, de Zaidín, camina hacia su propia normalidad. Y lo hace con fuerza, gracias a la unión de sus trabajadores y a las muestras de apoyo recibidas.

La empresa, que ya ha recuperado el 60% de su actividad, con la vuelta de 150 de sus 260 empleados, afronta una nueva etapa y necesita coger impulso, justo lo que pretende la pequeña pero simbólica acción promovida por sus responsables, que han optado por diseñar una original camiseta con el fin de hacer piña y agradecer a trabajadores, productores y amigos su incondicional apoyo.

Para dotar esta iniciativa de fuerza e imagen, una parte de la plantilla ha posado con la 'nueva indumentaria' delante de las instalaciones de esta empresa de origen familiar, que fue creada en el año 1985 y que es una de las más fuertes de su sector en Aragón. Las camisetas exhiben un claro mensaje: "Covid-19, también es un desafío. Esfuerzo&Pasión".

Los trabajadores de la empresa con las camisetas diseñadas.
Los trabajadores de la empresa con las camisetas diseñadas.
Frutas La Espesa

El texto elegido juega con algunas de las señas de identidad de la firma. De hecho, "desafío" es el nombre de su primera marca comercial y "esfuerzo y pasión", su principal eslogan, al que apelan para superar la difícil situación vivida, según explican sus responsables, los hermanos Pepe y César Luengo. La empresa ha distribuido ya casi la totalidad de las mil camisetas diseñadas.

La empresa sufrió un importante brote de coronavirus, que dejó aislados o en cuarentena a 200 de sus 260 trabajadores. Al quedarse sin gran parte de su plantilla, Frutas La Espesa tuvo que aplicar un ERTE, y asumir importantes pérdidas. En concreto, ha dejado de facturar unos 0,53 euros por kilo de fruta al tener que venderla sin manufacturar. A la semana, en plena campaña, la empresa mueve unos 2 millones de kilos. Y al año suma 35, que exporta a diferentes países de Europa.

Además de las consecuencias económicas, los responsables de la firma admiten que les está costando recuperar a algunos de sus trabajadores, que tienen miedo a exponerse "aquí o en cualquier otro lugar" y prefieren retrasar su vuelta al mundo laboral. Dentro de los contagiados, hubo vecinos de las tres comarcas más orientales de la provincia de Huesca: Bajo Cinca, Cinca Medio y La Litera, que retrocedieron después a la fase 2, ahora flexibilizada, ante el aumento de casos.

Pruebas serológicas

A través de la empresa Quirón, los responsables de la firma han decidido someter a los empleados recién incorporados a pruebas serológicas, lo que permitirá saber qué porcentaje ha generado anticuerpos frente al coronavirus. Las extracciones se están desarrollando en una unidad móvil en las instalaciones de la firma, es decir, en el mismo escenario en el que Salud Pública llevó a cabo el grueso de las PCR a los trabajadores. Aquí realizaron 178.

Durante las últimas semanas, Frutas La Espesa, de la que dependen 1.200 personas, entre trabajadores directos e indirectos, ha enfrentado la mayor crisis de su historia. Para superarla, sus responsables han tenido que hacer gala de su propio eslogan y agarrarse a las muestras de apoyo recibidas.

Dentro de ellas, Pepe y César Luengo hacen una mención especial a sus trabajadores, familias, productores y vecinos. También recibieron la llamada de muchos de los alcaldes de la zona y además, del vicepresidente y consejero aragonés de Industria, Arturo Aliaga, así como del consejero de Agricultura, Joaquín Olona, que en su día colaboró en el diseño de unas instalaciones que fueron impulsadas por sus progenitores.

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