Municipios y barrios critican la "brecha" de la telemedicina y exigen alternativas asistenciales

Los propios sanitarios subrayan que la atención presencial no puede ser sustituida.

Imagen de archivo del interior del hospital Miguel Servet, durante la pandemia.
Imagen de archivo del interior del hospital Miguel Servet, durante la pandemia.
Luis Correas / DGA

Municipios y asociaciones de barrios critican el sistema de telemedicina implantado en Aragón a consecuencia del coronavirus. Tanto la Federación Aragonesa de Comarcas, Municipios y Provincias (Famcp) como la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) han registrado quejas por la "brecha" que supone, sobre todo, para los pacientes de mayor edad y para aquellos que residen en municipios con mala cobertura o que, directamente, no tienen acceso a internet. El Gobierno aragonés anunció recientemente la compra de 325 ordenadores portátiles para reforzar esta fórmula, extendida a las 123 zonas básicas de salud del territorio.

Los profesionales consultados consideran que la telemedicina "no puede sustituir a la atención presencial". "En todo caso, puede complementarla, pero hay patologías imposibles de diagnosticar si no se ausculta al paciente o no se le ve físicamente", apuntó Merche Ortín, secretaria general del sindicato Cesm Aragón.

La Famcp asegura ser consciente de que "hay quejas entre los ciudadanos". Su presidente, Luis Zubieta, afirmó que se está trabajando con Sanidad para que, poco a poco, se pueda recuperar una atención normalizada en los centros de salud de la Comunidad. "El protocolo sigue bastante restringido. Somos conscientes de la realidad del momento y de que los centros pueden ser focos importantes de infección, pero hay que encontrar un equilibrio. Los ciudadanos merecen una atención digna y correcta", dijo.

Recordó, en este sentido, que "mucha gente mayor no es capaz de conectarse a la red o de enviar una imagen para completar el diagnóstico". Todos estos condicionantes hacen que a veces sea "complicado" poder atender a los pacientes de una manera correcta. De acuerdo con Zubieta, existe "voluntad" por parte del Gobierno de Aragón de recuperar progresivamente el servicio, si bien todo está a expensas de la evolución de la pandemia, especialmente severa para la población de edad más avanzada.

Las críticas también han sido elevadas a la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales. "En Murcia se están planteando incluso movilizaciones. Estamos hablando de unas carencias serias", señaló Manuel Arnal, presidente de la FABZ. Según dijo, existe un enfado "generalizado", ya que, en su opinión, la telemedicina ofrece una atención "de baja intensidad". "La brecha digital está suponiendo un verdadero problema", aseveró.

Efectos positivos y negativos

Juan Andrés, responsable de la comisión de Salud de la FABZ, cree que para los jóvenes y colectivos como los autónomos la telemedicina "está funcionando de maravilla", ya que les ha permitido ahorrar tiempo en sus visitas al centro de salud. "Pero la gente mayor va muy perdida. Son personas acostumbradas a otro tipo de atención", indicó.

La FABZ considera que la telemedicina "tiene un punto de cambio que bien gestionado puede ser positivo para todo el sistema". "Pero también puede resultar negativa", apuntaron desde la federación, ya que "no siempre es tan sencillo como llamar por teléfono y escuchar al paciente".

Creen, asimismo, que "no resulta muy fácil de entender" que se hayan abierto bares, discotecas, playas y terrazas y no se pueda acudir cada vez más al médico con garantías para todas las partes. A su parecer, seis meses sin "una Atención Primaria de calidad" como antes podría producir un aumento de enfermedades a futuro, ya que hay personas que no saben explicar bien qué les sucede.

Fuentes de Sanidad recordaron, no obstante, que ya hay atención presencial, y que la telemedicina es solo "una posibilidad más". Apuntaron, en este sentido, que la decisión de atender presencialmente al paciente o hacerlo por teléfono la toma cada profesional en función de la gravedad del problema y de si puede resolverse o no mediante una llamada.

Pilar Borraz, médico de atención primaria del centro de salud de Mas de las Matas y delegada sindical de Fasamet, recalcó que los sanitarios están actuando "según las indicaciones del Ministerio de Sanidad". "Ahí se dice que la forma de trabajar es mediante consulta telefónica salvo excepciones", comentó.

"La medicina está cambiando para desgracia de todos, también para nosotros. La medicina de contacto cura, pero ahora mismo hay que adaptarse a la situación", agregó. Borraz aclaró que, cuando resulta necesario, se realizan atenciones domiciliarias. En su centro de salud se han dado charlas e impreso trípticos para explicar el nuevo mecanismo de trabajo. "En pueblos como este, la población es muy mayor. Si no lo hace nadie, lo hacemos nosotros", manifestó.

Hasta ahora, en aquellos casos que ha sido necesario se ha acudido a las casas de los pacientes o se ha contactado con familiares cercanos más habituados al uso de las tecnologías para facilitar el diagnóstico. "Por ahora hay que ser cautos, aunque esperamos que, si todo va bien, podamos regresar en un futuro a la antigua normalidad", incidió.

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