Cartas de recuerdo

"No estar ni significa perderte del todo. Quedan los mejores recuerdos"

HERALDO publica doce cartas manuscritas de otros tantos aragoneses que perdieron a sus seres queridos o que han trabajado de forma directa con aquellos que nos dejaron para siempre. Adrián Aranda, nieto de Guillermo Aranda, el primer fallecido con coronavirus en Aragón, recuerda en esta carta a su abuelo.

Adrián Aranda, en su oficina, recuerda a su abuelo Guillermo
Adrián Aranda, en su oficina, recuerda a su abuelo Guillermo
Heraldo

No era fácil imaginar lo que en cuestión de semanas se ha convertido en una horrible realidad, dejando a un lado lo que se podía haber hecho y no se hizo, u otras cuestiones que ahora pasado el tiempo se ven ‘evidentes’, esta es la situación a la que hemos llegado. Una situación que para nadie es bienvenida, ni en la que nadie gana nada. Genera un gran miedo e inseguridad el hecho de que algo tan insignificante haya podido trastocar de esta manera el mundo casi en su totalidad, y que en cuestión de días haya hecho tan vulnerable el sistema en el que apoyamos nuestras vidas y futuro. Es ahora cuando se ve la unión de la sociedad y los valores de las personas que la forman, la ayuda y los gestos de favor que hemos intercambiado, desde la persona confinada en su hogar haciendo uso de su responsabilidad al sanitario que olvidando cualquier miedo ha realizado su trabajo cada día. Es momento de pensar como conjunto, como sociedad que somos, porque todos hemos perdido algo. En el peor de los casos, un familiar o un ser querido.

Mi abuelo tenía 87 años y un gran espíritu luchador que junto con mi abuela, la cual ha podido superar el virus, era una de esas parejas imparables a pesar de su edad. Una persona sencilla y muy trabajadora, feliz con seguir de cerca el humilde negocio familiar que regentamos y que él creó cuando solo tenía 20 años. Discutir de cómo él haría justo lo contrario o simplemente comer un domingo son esos momentos que ya no sucederán más, solo queda mirar adelante, cuidar de nuestra abuela y trabajar un poco más, como él diría. 

Se fue sin saber que tenía coronavirus, fue el primer caso en Aragón y ningún médico ni la familia podíamos imaginar en aquel entonces que fuera posible. Fue horas antes de su fallecimiento cuando supimos que portaba el virus. No creo que el saberlo antes le hubiese creado un gran miedo, todo más una ligera preocupación, ya que era, sobre todo, muy valiente. Porque el hecho de no estar no significa haberte perdido del todo. Nos quedamos con los mejores recuerdos de ti y esa energía que transmitías, porque en todo momento estarás ahí. Te quiere, tu familia.

>> LEE EL RESTO DE LAS CARTAS EN EL ESPECIAL DE HERALDO.

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