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"Ver comercios abiertos devuelve alegría a la ciudad"

Desde este lunes pueden abrir los locales de negios minoristas y de servicios profesionales, con cita previa y una serie de restricciones que, por su complejidad, han llevado a la mayoría de ellos a no levantar la persiana.

Reabren las peluquerías en Zaragoza
Reabren las peluquerías en Zaragoza
Oliver Duch

Tras un fin de semana de aglomeraciones y ansiedad por tomar la calle, la activación de la fase 0 de desescalada traslada este lunes un nuevo escenario a las ciudades. Desde esta mañana pueden abrir los locales de comercios minoristas y de servicios profesionales, con cita previa y una serie de restricciones que, por su complejidad y el escaso margen de tiempo con que fueron anunciadas, han llevado a la mayoría de negocios a no levantar la persiana.

Un paseo por Zaragoza basta para comprobar el tímido nivel de reapertura de la jornada. No es fácil encontrar tiendas de ropa o de calzado abiertas y, casi todas las que se ven, es porque están preparando el escaparate o el almacén “para cuando el panorama se aclare y se pueda abrir con más garantías”.

Es el caso de Segio Mora, de Calzados Mora (avenida de Madrid), que explica que va a esperar al día 11 para abrir. “Durante esta semana estaré en el local para ir adelantando pedidos y otras cuestiones, pero hasta el próximo lunes no trabajaré de cara al público, no haré ventas directas”, señala Mora, antes de añadir el grueso de los negocios de las Delicias han actuado “del mismo modo”, a pesar de que los comercios de barrio (en Las Fuentes, San José, La Almozara...) suelen tener una clientela más fija que los del centro.

Por el Casco Antiguo, casi todos los negocios de moda permanecen cerrados. Apenas unos pocos han apostado por levantar la persiana a las primeras de cambio, pero los que lo han hecho, como los propietarios de Vorne (Ruth y Borja, en la plaza de San Pedro Nolasco), transmiten las sensaciones positivas de los clientes en este proceso hacia la nueva normalidad. Y también los propios compradores destacan la importancia de que, poco a poco, el comercio vaya retomando la actividad.

Durante el confinamiento me planteé comprar unas zapatillas por internet, pero después vi que en Vorne también estaban y quise esperarme. Es un momento en el que tenemos que intentar ayudar a los pequeños negocios y, el simple hecho de verlos abiertos, aporta alegría a la ciudad”, valoraba Francisco Jiménez, tras dar un paseo por Don Jaime I y Méndez Núñez en el que ha visto “largas filas” en las ferreterías, que están siendo uno de los comercios más demandados este lunes.

Así, lo transmitía también Maria Ribas, mientras esperaba su turno a las puertas de Ferrymas, en el Coso. “Hasta ahora, las colas solo se veían en supermercados, farmacias o estancos, pero hoy las ferreterías se llevan la palma. Vamos a tener que acostumbrarnos”, indicaba Ribas, refiriéndose a un tipo de negocio que está desbordado por los antiguos pedidos y los nuevos encargos.

Lo mismo ocurre con las peluquerías o los centros de estética, que hoy ya atienden a clientes de forma individualizada y con la debida separación física para garantizar la seguridad, al tiempo que algunos bares y restaurantes (los menos) también comienzan a reactivarse.

Por el momento, solo pueden permanecer abiertos al público durante el horario de recogida de los encargos, estableciendo un sistema de reparto preferente para los colectivos más vulnerables a la infección por coronavirus. Así, las personas mayores de 65 años tienen “prioridad” para concertar las citas previas dentro del horario en el que se les permite salir a pasear. Y lo mismo ocurre con el resto de servicios profesionales (fisioteriapia, odontología, podología...) que regresan paulatinamente a la actividad tras casi dos meses en los que tan solo atendían urgencias. 

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