coronavirus

El centro de Épila suma cuatro fallecidos y Sariñena y San José urgen test y refuerzos

Algunos de los contagiados están siendo trasladados a la residencia habilitada por la DGA en Yéqueda.

Militares de la UME desinfectando el interior de la residencia este jueves a primera hora.
Militares de la UME desinfectando el interior de la residencia este jueves a primera hora.
UME

La residencia de ancianos Hogar Nuestra Señora de Rodanas de Épila, controlada desde el pasado miércoles por la DGA y antes de gestión privada mediante una congregación religiosa, suma un total de cuatro fallecidos a causa de la pandemia del Covid-19. Además, la falta de personal y de medios cada día es más latente, al igual que en el asilo turolense de San José, dirigido ahora también por la DGA, y en el centro de Sariñena, que tuvo que cerrar sus instalaciones con los usuarios y el personal dentro.

La residencia de Épila acumula 16 casos positivos, de los cuales, 11 todavía están confinados en la planta 0, incluyendo a cuatro de las religiosas que se hacían cargo de las instalaciones. De hecho, de las 28 personas que conformaban la plantilla –para un total de 68 usuarios- solo se encuentran trabajando menos del 50%. "Lo que más nos preocupa, además de la salud de las personas afectadas, es que no hay empleados suficientes para gestionar el centro", reconoció el alcalde de Épila Jesús Bazán.

En este sentido, desde el Ayuntamiento se lanzó este jueves un comunicado en el que pedían urgentemente "personal que de forma voluntaria o a través de relación laboral" se incorpore al centro para funciones que van desde limpieza, cuidado de usuarios o ayuda de cocina. Ya ha habido, apuntó Bazán, dos personas voluntarias.

A lo largo de este viernes el 061 hizo un total de cinco pruebas, aunque el compromiso es que lleguen a todos los usuarios y personal. Al principio de la jornada, también desde el Consistorio solicitaron termómetros por infrarrojos láser, que fueron entregados por vecinos y empresas cercanas. Precisamente la falta de material de protección es otra de las demandas. "De momento no ha llegado ningún material del Gobierno de Aragón ni de Sanidad, se está trabajando con lo que ha entregado la gente de forma voluntaria: guantes, mascarillas caseras, monos de fumigación, pantallas. También de negocios y empresas altruistas", remarcó el primer edil.

En Sariñena no se vive una situación mejor. El Ayuntamiento decidió el miércoles cerrar por completo el centro y mantener en cuarentena a usuarios y trabajadores, después de la muerte de dos ancianos y la noticia del positivo de los 10 test que se había practicado el día anterior. Un grupo de trabajadoras acordó quedarse de forma voluntaria junto a los mayores, dividiéndose en turnos de 15 días. "Empiezo una extraña jornada laboral de 15 días", explicó María José, quien se preguntó si "¿lo estamos haciendo bien?". Asimismo, hizo un desesperado llamamiento para que se les hagan los test de coronavirus y saber el nivel de contagio del personal: "Pido a quien tenga poder de pedirlo que se nos realicen los famosos test de coronavirus, para saber si nosotras podemos estar infectadas y así no transmitirlo a los residentes".

Los militares de la UME acudieron este jueves para desinfectar las dependencias exteriores y los accesos. La tarea se centró sobre todo en las zonas donde estaban los mayores que dieron positivo y que el miércoles fueron trasladados a la residencia de Yéqueda, habilitada por el Gobierno de Aragón para los contagiados que no requieran hospitalización, y donde ya hay un total de 27 mayores.

En la localidad de Biescas se acumulan un total de 22 casos positivos, de los cuales, siete corresponden a la residencia de ancianos. Dos de ellos se encuentran en el centro de Yéqueda, otros tres en el hospital San Jorge y el resto permanecen en el centro aunque se prevé que sean trasladados a Yéqueda. Además, en la residencia Alto Gállego de Sabiñánigo, hay tres casos confirmados.

Las residencias de Teruel

Las dos enfermeras del Asilo San José de Teruel continúan pidiendo refuerzo de personal ante el "agotamiento" que dicen sufrir por el exceso de trabajo que les supone la atención a 130 mayores. El geriátrico, gestionado por una comunidad de religiosas, ha pasado a estar bajo la tutela de la DGA tras registrar dos fallecidos –uno por coronavirus y el otro con los síntomas de la enfermedad pero sin que se le hiciera el test–, y tener otros tres casos positivos. Además, en el centro hay cerca de veinte mayores con signos compatibles, pero todavía no les han practicado la prueba. Al asilo llegaron ayer otras dos enfermeras derivadas por el servicio de Atención Primaria y dos voluntarias de Cáritas han empezado a colaborar, pero falta personal para limpiar y gerocultores. El centro espera enviar pronto a algunos ancianos a las residencias de Gea de Albarracín y Alfambra, seleccionadas por la DGA para atender positivos que no precisan hospitalización.

En el Asilo Santo Ángel de Alcañiz varias trabajadoras han decidido confinarse junto con los residentes, una medida que no se ha adoptado hasta la fecha en otras residencias de la provincia.

La otra cara está en la casa familiar Nuestra Señora de los Ángeles, en Zaragoza, uno de los primeros centros en registrar contagios. Allí están ya a solo cinco días de acabar la cuarentena y recuperar una cierta normalidad. Si en las próximas horas no se detectan nuevos positivos, los internos podrán abandonar sus cuartos y hacer vida común en el salón, juegos y actividades bajo la supervisión del personal, que tendrá que seguir llevando mascarillas como medida de protección tras unas semanas "agotadoras".

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