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A clase con la mejor profesora universitaria de España

Alejandra Cortés, docente titular e investigadora de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, se acaba de alzar con los 'Goya' de la Educación entre 1.459 aspirantes.

Alejandra Cortés esta mañana con sus alumnas en la Facultad de Educación en la Universidad de Zaragoza.
Alejandra Cortés esta mañana con sus alumnas en la Facultad de Educación en la Universidad de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Alguna de sus alumnas la ve como Mary Poppins, aquella niñera inglesa mágica que con unas habilidades pedagógicas especiales mejoraba la vida de los hijos de los Banks; otras relatan cómo aparece en las clases con un carrito de niños repleto de juegos y todo tipo de materiales educativos y todas destacan la pasión que les ha contagiado por la educación. Se trata de Alejandra Cortés, profesora titular e investigadora de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, que acaba de ser calificada como la mejor docente universitaria de España en los premios Educa Abanca, conocidos como los ‘Goya’ de la Educación. Unos galardones que valoran el trabajo en el aula, publicaciones, la presencia en redes sociales, la participación en investigaciones o actividades solidarias desarrolladas. Cortés ha sido elegida en una reñida disputa: en esta edición había 1.459 propuestas de aspirantes al título de mejor profesor universitario de España.

Alejandra Cortés es investigadora y profesora universitaria en la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza. Acaba de ser nombrada 'Mejor docente universitaria de España'.

Alejandra, de 45 años y natural de Zaragoza, lleva 21 años como docente, veinte de ellos en la Universidad de Zaragoza (estuvo cuatro dando clases en el campus de Teruel). Previamente estuvo en un colegio público de Huesca y en el instituto de Benasque.

"Nos ha enseñado a tener un espíritu crítico". "El valor de la innovación y la inclusión". "El trabajo colaborativo". "Optimismo de que podemos mejorar la escuela y confianza por la progresión social". "A tener más amor por la profesión". "A abrazar las diferencias y a fijarnos en que las habilidades que cada uno tenemos nos van a aportar mucho en el aula"... Son algunas de las reflexiones de lo que ha representado para las alumnas de Alejandra la asignatura de Innovación en la escuela inclusiva que imparte en Magisterio en Educación Infantil (entre otras materias), que acaba de concluir y que este martes han sido expuestas con sus respectivos portfolios. "Para mí era una asignatura novedosa. He estado muy intrigada por seguir aprendiendo y con diversión; algo que no suele ocurrir y menos en la Universidad", ha dicho la estudiante Marta Viorreta.

"He estado muy intrigada por seguir aprendiendo y con diversión; algo que no suele ocurrir y menos en la Universidad", comenta una estudiante de Alejandra Cortés

Alejandra Cortés, vicedecana de Innovación, Investigación y Comunicación en dicha facultad aragonesa y con un amplio currículum (dirige el Máster en Educación Socioemocional para el desarrollo personal y profesional y el Máster Universitario de Aprendizaje a lo largo de la vida, entre otras labores), tuvo claro desde pequeña su interés por la educación; que más tarde desembocó en la docencia. Fue cuando tendría seis o siete años a raíz de un pequeño problema de comprensión lectora. "Tuve una maestra que me hizo la vida imposible. Se burlaba de mí y le dijo a mi madre que no sería nada en la vida. Eso me empoderó. Pensé: tengo que evitar que haya gente que vuelva a decir eso. El apoyo de mi madre fue fundamental; me apuntó a los scout y a otro tipo de actividades. Poco a poco llegué a sacar unas notas increíbles", recuerda.

A la mejor docente universitaria de España le gusta dejar "huella" en los demás ("todas las personas importamos y aportamos", afirma), al igual que en ella lo hicieron Mariano, su maestro de Naturales; María José, quien le explicaba "muy bien" Historia; su profesor de Filosofía que le hizo amarla; y Concepción Medrano, catedrática en la Universidad del País Vasco, que le dirigió su tesis. "Tenían pasión, estaban muy bien formados e investigaban. Sin olvidar la transferencia, esa relación directa con la sociedad", destaca de sus maestros. "También me marcó el País Vasco", añade.

Los cuatro pilares

Para Alejandra -que hasta hace poco firmaba su correo electrónico con el dibujo 'Aun aprendo' de Goya y que ha sustituido por la frase 'El primer rasgo de la inteligencia es la amabilidad'- un buen profesor tiene que saber, saber hacer, saber ser y saber estar. "Yo no estaría aquí si no supiese cómo hacer innovación, inclusión, etc. Pero luego lo tienes que saber llevar a la práctica y tienes que ser una persona con habilidades sociales y lo más íntegra posible. Eso no quiere decir que seas perfecto, sino que estás en ello. Hay que cuidar los cuatro pilares", afirma.

Mientras, el decano de la Facultad de Educación, Julio Latorre, destaca de la docente galardonada su capacidad de trabajar con todo el mundo y sacar de ellos "todo lo positivo". "Alejandra es una persona implicada en muchos aspectos de la vida universitaria y no universitaria", señala el decano, para quien el premio es un reconocimiento individual pero también "significa que dentro de la Facultad se va creciendo y mejorando".

"Alejandra es una persona implicada en muchos aspectos de la vida universitaria y no universitaria. Tiene la capacidad de trabajar con todo el mundo"

¿Y qué tienen de especial sus clases? Para empezar su distribución en forma de U para que sea participativa e inclusiva. O que, antes de comenzar, los estudiantes dediquen varios minutos a ejercicios de 'mindfulness' y comenten entre ellos noticias y frases relacionadas con la educación. O que el primer día preguntase a sus alumnos/as cómo querían que fuesen las clases y participaran en un 'escape room'. "Alejandra nos sirve de modelo porque pone en práctica lo que debemos hacer. Trabaja muchísimo, tiene un actitud crítica y de formación continua, mejora la educación y nos enseña lo último", subraya la joven Patricia Álvarez.

Por su parte, Alejandra finaliza la asignatura resaltando varias palabras "mágicas": bienvenida, lo siento, gracias y por favor. "No las olvidéis", les recomienda. Y hasta luego. "No me gusta la palabra adiós".

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