Heraldo del Campo

agricultura

50 años al servicio del agricultor

El Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones, que edita el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal, celebra cinco décadas orientando y asesorando a los agricultores sobre las plagas y sus tratamientos.

Foto conmemorativa del 50 aniversario de la publicación del Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones, que edita el Centro de Salud y Certificación Vegetal.
Foto conmemorativa del 50 aniversario de la publicación del Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones, que edita el Centro de Salud y Certificación Vegetal.
CSCV

Ayudar a los agricultores de la provincia, informándoles sobre la evolución de los diferentes parásitos que atacan a sus cultivos, del momento más oportuno para la realización de los tratamientos y de los productos más aconsejables a utilizar. Este es el ambicioso reto con el que vio la luz, el 24 de marzo de 1970, el primer ejemplar del Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones, uno de los pioneros en España, y que este año celebra su 50 aniversario. Una publicación que continúa adelante con el objetivo de seguir siendo útil a los miles de suscriptores que lo reciben en su casa, vía postal o por correo electrónico.

A lo largo de estas cinco décadas, el boletín, editado por el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal del Gobierno de Aragón (CSCV), ha ido evolucionando y adaptándose a las necesidades que demandan sus principales destinatarios, que no son otros que los agricultores y técnicos agrícolas de todos y cada uno de los rincones de Aragón.

El primer ejemplar del Boletín Fitosanitario vio la luz el 24 de marzo de 1970

"El boletín ha sido clave en el día a día de mi trabajo, tanto a nivel fitosanitario como en las recomendaciones a la hora del manejo de la explotación. Una herramienta de trabajo muy valiosa que es posible gracias al trabajo del CSCV, que siempre ha apostado por informar a los agricultores aragoneses a través de su boletín fitosanitario, tanto en la realización de ensayos como en la difusión de los mismos y en los temas que pueden tener importancia en el campo aragonés", matiza Manuel Montesinos, agricultor de la comarca de Valdejalón, que lleva años recibiendo esta publicación, originariamente todos los meses y ahora de forma bimestral.

Rigor en la información y actualización continua de los datos. Estos son dos de los valores que más destacan los destinatarios de un boletín que, con el paso de los años, ha ido adaptándose a las necesidades del sector, tanto en materia de sanidad vegetal, como de acceso a nuevos canales de difusión, lo que ha hecho posible que, en los últimos tiempos, los boletines en papel, que se enviaban a casa y que superaron los 17.000 ejemplares, hayan sido sustituidos por documentos electrónicos que reciben en sus móviles y ordenadores.

Desde sus orígenes, su suscripción es gratuita y llega vía postal o por correo electrónico

"Los modelos de producción agrícola evolucionan. Nuestra agricultura poco o nada tiene que ver con la que existía hace, por ejemplo hace cincuenta años, sin embargo el boletín ha sabido evolucionar adaptándose a estos nuevos tiempos. Queremos que siga siendo una herramienta útil para nuestros técnicos y agricultores y que sirva para generar información útil y rigurosa que les ayude a tomar decisiones", matiza Emilio Betrán, director del CSCV.

Estos documentos son elaborados por técnicos especializados en todo tipo de cultivos, que mandan la información al CSCV donde otros especialistas se encargan de recopilarla y editarla para su posterior publicación. Un trabajo en equipo que hace unos días, coincidiendo con la celebración del V Foro de Sanidad Vegetal, tuvo su reconocimiento en un auditorio a rebosar que disfrutó con el vídeo conmemorativo de esta efemérides. Un reconocimiento que también ha llegado de la mano de la Alianza Agroalimentaria Aragonesa que, en su última edición, premió al boletín en la categoría de Investigación e Innovación Agroalimentaria, reconociendo el esfuerzo de los profesionales que han hecho posible que este documento se haya convertido en una herramienta imprescindible para la sanidad vegetal aragonesa.

Está elaborado por técnicos del CSCV y de las más de 70 atria que existen en Aragón

Sanidad Vegetal

En este medio siglo de vida, el Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones ha ido evolucionando de manera paralela a como lo ha hecho la sanidad vegetal. Cambios que no han afectado solo a su diseño, sino también a su contenido, ya que las demandas de información de los agricultores son cada vez mayores y más precisas.

Información que es elaborada por decenas de técnicos de todo Aragón que colaboran vigilando la evolución de las plagas, enfermedades y malas hierbas de los cultivos.

Durante este tiempo, se han publicado más de 990 números y se ha cambiado cinco veces de formato y de cabecera. Manuel Sampayo, su primer director, recuerda que en los primeros boletines, que se elaboraban de forma totalmente artesanal, el contenido se centraba exclusivamente en frutales, vid y olivo y, poco a poco, se fueron incorporando nuevos cultivos. "Los primeros años no fueron fáciles. Su realización era totalmente artesana y sacábamos horas de nuestro trabajo diario para elaborarlo. Lo hacíamos a máquina, fotocopiando los pliegos para luego poder enviarlos a los suscriptores a través del correo postal. Elaborar el boletín exigía mucho trabajo porque era necesario que fuéramos muy precisos en nuestros comentarios y recomendaciones", recuerda Sampayo.

El primer año se editaron solo diez números que llegaron a casi 200 suscriptores. Más tarde, el boletín fue evolucionando desde un punto de vista cualitativo y cuantitativo y se pasó de los 1.500 ejemplares que se editaban en 1972 a los 17.000 registrados en la década de los noventa. Además, en los años ochenta ya se alternaba su publicación con un servicio de contestador automático al que los agricultores podían llamar para obtener respuesta a los problemas del día a día.

Informar y formar

"Nuestro reto siempre ha sido formar a los agricultores sobre la evolución de los diferentes parásitos que afectan a los cultivos, así como del momento más oportuno para la realización de los tratamientos y de los productos más aconsejables. Además, este medio se ha utilizado para informar de la implementación de nuevas técnicas de protección de cultivos y de las nuevas normativas, tanto comunitarias como nacionales, que afectan a los productores", matiza Ana Aguado, jefa de la Unidad de Control de Medios e Inspección Fitosanitaria del CSCV.

Información precisa y pegada a la actualidad. De hecho, en la década de los noventa, tal y como recuerda José María Sopeña, el segundo director de este boletín, surgieron numerosas normativas relacionadas con este sector que se fueron publicando en sus páginas. "Una de las más significativas fue la directiva CE 91/414 sobre Comercialización de Productos Fitosanitarios, que ponía sobre el papel la autorización, comercialización, utilización y control en la Comunidad de productos fitosanitarios", afirma.

En estos años, se editaron una media de 15.000 ejemplares, pero la cifra disminuyó considerablemente, en torno al año 2009, momento en el que dejó de renovarse la solicitud automáticamente.

Al igual que ocurre con las plantas, el boletín fue dando nuevos frutos. La necesidad de información cada vez más inmediata impulso la creación de las Informaciones Fitosanitarias, en el año 2011. Cinco años después, aparecieron los Avisos Fitosanitarios puntuales en los que se informa a los agricultores para que hagan tratamientos más inmediatos frente a determinadas plagas.

El papel de los técnicos

Esta información puntual sobre los tratamientos es clave para los agricultores y técnicos que trabajan en el ámbito de la sanidad vegetal, ya que les informa de los momentos más idóneos para el tratamiento según los monitoreos realizados en las parcelas.

Y los técnicos del CSCV y las Atria, a su vez, son un pilar fundamental en la elaboración de un boletín que demanda mucho tiempo y mucha precisión a la hora de realizar las recomendaciones de los productos fitosanitarios que aparecen publicadas en sus páginas, algo que no es habitual en otros documentos similares que se publican en España y que valoran especialmente los técnicos y agricultores aragoneses.

En esta tarea colabora el personal del CSCV, que realiza una primera comprobación de los productos autorizados en las plagas de los distintos cultivos y "después, el técnico responsable de cada cultivo comprueba y ratifica dicha información. Es una tarea costosa por los continuos cambios que se producen en la página web del Ministerio de Agricultura", indica Ana Pilar Pardo, coordinadora de un boletín que actualmente no solo se recibe en Aragón, sino que llega a otros países como Brasil, Argentina, Cuba, Guatemala o Francia.

El boletín supone un gran apoyo para solucionar los problemas diarios de los agricultores. "Aporta información basada en comprobaciones que los técnicos realizan en el campo. La descripción de la plaga ayuda al agricultor a identificarla y a conocer su ciclo biológico", matiza Amparo López, técnico de Sanidad Vegetal del Gobierno de Aragón en Teruel.

Pero lejos de conformarse con esto, los responsables del boletín son conscientes de que la agricultura digital es una realidad y que en actualidad hay multitud de datos e informaciones disponibles, que pueden ser utilizados para mejorar las predicciones.

Es el caso de la Red FARA, que arrancó en el año 2016 y cuya información se utiliza para conocer el estado fitosanitario de plagas y enfermedades en tiempo real. Estos datos son muy valiosos para elaborar el boletín. Además están trabajando en el desarrollo de otras herramientas de predicción y de apoyo a la decisión, utilizando por ejemplo modelos de inteligencia artificial.

"Esto nos permitirá informar no solo sobre lo que ha pasado o está pasando, sino también sobre lo que se prevé en el medio y corto plazo, adelantando escenarios, lo que hará posible que dotemos de más herramientas a los técnicos y agricultores para proteger sus cultivos. Así, en un futuro deberemos trabajar para hacer llegar a cada productor lo que realmente pueda ser de su interés, en función de su perfil, remitiendo esa información elaborada", concluye Emilio Betrán.

Cronología

990 Publicaciones desde el 20 de febrero de 1970, se han editado 990 números del ‘Boletín Fitosanitario de Avisos e informaciones’, que durante este tiempo ha cambiado cinco veces de formato: 
  • 1970: se publica el primer ejemplar del Boletín de Avisos.​
  • 1985: nacen las Hojas Informativas Fitosanitarias.
  • 1990: se pone en marcha el contestador de información fitosanitaria.
  • 2010: la publicación empieza a ser bimensual.
  • 2016: en los meses pares se publican los Avisos Fitosanitarios.

Las Atria: guardianas de la sanidad vegetal desde 1984

Desde su aparición en 1984, las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura (Atria) han jugado un papel muy importante en la evolución del Boletín Fitosanitario, ya que su contenido es posible gracias al seguimiento que hacen los técnicos que trabajan en estas entidades de la evolución de las plagas y enfermedades. Además, ellos son los interlocutores directos con los agricultores y quienes les asesoran sobre la necesidad o no de emplear algunas medidas de control.

"Un hito importante en la generación de información fitosanitaria y su transferencia hay que situarlo cuando se crearon las primeras Atria. Promovidas y orientadas desde la Administración, se pretendía la creación de pequeñas estaciones de avisos que preferentemente trabajasen en un cultivo o grupo de cultivos, siempre en un ámbito geográfico reducido", apunta Carlos Lozano, jefe de la Unidad de Gestión Integrada de Plagas del CSCV.

En Aragón, existen en estos momentos 71 Atria activas, que a lo largo del año 2019 asesoraron a más de 16.255 explotaciones y han desarrollado su actividad en alrededor de 320.000 hectáreas. Su área de implantación es muy extensa y llega a 570 municipios aragoneses, lo que supone un 78% del total de entidades locales aragonesas.

"Las Atria son el soporte físico y presencial que tenemos los agricultores. Sus técnicos están pendientes de nuestros cultivos y de las normativas y novedades que van surgiendo para mejorar nuestra producción", matiza Javier Arner, agricultor de Alcolea de Cinca y suscriptor del boletín.

Por su parte, los técnicos de estas agrupaciones aseguran que las Atria "han realizado un gran trabajo en el sector formando e informando a los agricultores sobre cómo se podría mejorar la sanidad vegetal en su territorio. Pero debemos seguir mentalizando al sector de que esta es una labor de todos", concluye Amparo López, técnico de Sanidad Vegetal del Gobierno de Aragón en Teruel.

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