Ángel Pérez: "La única solución que quedaba era ir a la vía civil para recuperar los bienes"

El obispo de la Diócesis Barbastro-Monzón quiere que la sentencia que ordena la devolución inmediata de las 111 piezas de arte de las parroquias aragonesas retenidas en Lérida se ejecute "lo antes posible".

Ángel Pérez señala, tras una vitrina del Museo Diocesano, la foto colocada donde debería estar una de las obras retenidas en Lérida.
Ángel Pérez señala, tras una vitrina del Museo Diocesano, la foto colocada donde debería estar una de las obras retenidas en Lérida
J. L.Pano

Las sentencias vaticanas siempre han dado la razón a la Diócesis Barbastro-Monzón, pero iniciar la vía judicial por lo civil entrañaba un riesgo. ¿Respira ya tranquilo tras haber conseguido que el Juzgado le dé otra vez la razón?

Una vez que he conocido el fondo del problema, siempre he tenido la convicción de que nos asistía la razón, porque ya nos la dio la vía canónica. Después de haber llamado a todas las puertas, recibir palabras amables y ver que los bienes seguían en Lérida, decidimos ir a la vía civil que es la única solución que nos queda a los pobres para que nos dijeran si teníamos o no razón. En ningún momento tuve el temor ni la duda de que no me asistiera la razón porque de ser así no me hubiera arriesgado. Si la sentencia hubiera sido negativa yo la hubiera aceptado, porque los jueces son los que tienen que dirimir. La sentencia ha dado la razón de nuevo, lo que ahora se trata es que de nuevo se ejecute.

¿Van a pedir la ejecución provisional de la sentencia?

Aún no nos hemos reunido pero intentaremos que se cumpla la sentencia y se ejecute lo más rápido posible. Es lo previsible. Tanto los juristas y otros conocedores del tema piensan que es lo más razonable. Lo importante es que vuelvan cuanto antes, aunque luego vengan los recursos.

A las pocas horas de conocerse el fallo de la sentencia, Lérida ya anunciaba que va a recurrir. A tenor de la práctica catalana tanto en el juicio de Sijena como en este, ¿prevé un camino largo y con muchos recursos?

Lo imagino. Pero cuando uno busca la verdad, intenta llegar hasta el final. Lo que haga Lérida es cosa de ellos. Lo razonable, una vez que por la vía civil se ha dicho con idéntica descripción (que las sentencias vaticanas) que las propietarias de las obras son las parroquias, es que se devolvieran. Están en su derecho de hacer lo que quieran y me imagino que agotarán todas las posibilidades. A mí siempre me ha asistido hacer del litigio una oportunidad de diálogo. El jueves mandé un mensaje de Whatsapp a don Salvador y le decía que a pesar la resolución que nos da la razón, le tiendo la mano para colaborar, sobre todo para ese proyecto de la Ruta del Románico que beneficiaría a todos.

¿Ha tenido respuesta?

Todavía no. La sentencia no tiene que ser un obstáculo. Personalmente no tengo nada contra él ni él contra mí. Imagino que él se verá forzado por sus equipos, pero cada cual que actúe según su conciencia y pensando en lo mejor para su pueblo.

¿Recomendaría al obispo de Lérida que abandonara el Consorcio y acatara la sentencia vaticana y civil?

Eso ya lo sabe él. Hay tantísimos documentos que acreditan que los bienes son nuestros, y ellos han ido buscando subterfugios. Afortunadamente hay sentencia y lo que yo quiero es que haya ejecución. Pero la ejecución no debe ser un elemento de confrontación. A mí me encantaría podernos sentar y ver cómo ponemos en valor todo ese patrimonio.

Se dice que esta no es una guerra entre dos diócesis. Para la Iglesia, ¿ha supuesto algún desgaste en su imagen ver a dos obispos enfrentados en el banquillo del juzgado?

Los hermanos tienen capacidad de plantear sus propios puntos de vista. Hemos intentado llegar a un acuerdo y no ha podido ser. Yo lo tenía claro, que un tercero dirima. En el Evangelio se dice: si tu hermano se equivoca, corrígele en privado -hemos hablado una y mil veces, con Salvador y los anteriores obispos-; si persiste en el error, díselo delante de la comunidad; y si sigue empecinado, que sea el que dirima quien diga quién tiene la razón. Yo buscaba la verdad, la que hubiera sido. E insisto, de no ser consciente de que tenía la verdad no me hubiera metido en un juicio por lo civil. He hablado con toda claridad con Salvador, pero sé que está condicionado por otra serie de cosas, que todo el mundo entiende. Y cuando se politizan las cosas, hay otros intereses. En este caso, el único es que se haga justicia y que se ponga en el nivel de dignidad a un pueblo que ha cumplido.

¿Cree que con la situación política en España y en Cataluña las piezas regresarán pronto?

Solo Dios lo sabe. Si en un clima de diálogo y comunión a veces cuesta, fíjate si además hay intereses particulares. Si fuéramos capaces de mirar en profundidad no habría problema, porque todo el mundo entendería que estos pueblos tienen derecho a tener las obras con las que han expresado su fe. No hemos pedido nada que nos haga ricos. Queremos que 43 pueblos tengan lo que les pertenece.

Cuando regresen los bienes, ¿cuál será su destino? ¿Irán al Museo Diocesano, a sus parroquias…?

No se ha decidido, pero intentamos mirar de manera global y en beneficio de todos. Esos bienes tienen sitio en sus parroquias, en el Museo y otros lugares. Habrá que estudiar qué es lo que mejor beneficie a todo Aragón, e incluso a Lérida. Y por eso soñamos con una ‘Diócesis Itiner-Arte’ para que el patrimonio no esté entre cuatro paredes, que se disfrute en el propio pueblo y sirva para que las comarcas y arciprestazgos también lo disfruten y así paliar esa España vaciada.

¿Ha tenido alguna notificación de la Santa Sede tras conocer la sentencia?

No la he recibido ni la espero. Sí del arzobispo metropolitano que siempre me ha apoyado, igual que de los obispos de la provincia eclesiástica. Esto es un asunto doméstico. Imagino que cuando vaya a Roma me comentarán, porque ellos están al corriente.

¿Espera algún movimiento del Vaticano para recomendar al obispo de Lérida que la acate?

No es necesario. Me conformaría con que la justicia procediera tal cual. Espero que se ejecute la sentencia.

¿Animaría al obispo de Huesca a seguir la vía judicial?

Normalmente, cada obispo es autónomo en su propia diócesis. Y en el caso de Huesca, el obispo es uno de los hombres más inteligentes que tenemos en nuestro episcopado. Otra cosa es que él tenga otros criterios y otro equipo y haga lo contrario que el que hace el de Barbastro. A lo mejor yo he sido más osado y a él le parece oportuno seguir otra vía.

¿Es la sentencia el mejor o uno de los mejores regalos por sus cinco años en la diócesis?

Todos los regalos son apreciados. Pero como creyente solo quiero la salvación de todos, que nadie se pierda. Y en Navidad, el mejor regalo es que Dios nazca en el corazón de cada persona.

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