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Aviso a los Reyes Magos: no todos los juguetes valen
En lo que va de año se han retirado casi 20.000 juguetes de tiendas aragonesas listos para vender por tener piezas peligrosas, propiedades químicas prohibidas o mala higiene. Son 6.000 más que en todo 2018.
Unas figuras de baño demasiado pequeñas, una pelota de goma con un cordón demasiado largo, un peluche de perro con piezas peligrosas, un bote de pompas de jabón con una composición prohibida… Son solo algunas de las últimas alertas que se han notificado en la red nacional que utilizan las autoridades para vigilar que los ayudantes de los Reyes Magos y de Papá Noel puedan elegir bien estas Navidades.
Aunque el trabajo de los inspectores de consumo no se detiene en ningún momento, en estas fechas se intensifica. El objetivo es localizar los juguetes que pueden ser potencialmente peligrosos y evitar que se pongan a la venta. O, una vez que ha llegado a las tiendas, retirarlos lo antes posible. Solo en lo que va de año en Aragón se han incautado 19.729 unidades de 69 productos diferentes. En todo el año 2018 fueron 13.977 unidades de 67 productos alertados, por lo que el aumento este curso ha sido significativo. Además, el servicio aduanero de Zaragoza ha intervenido este 2019 otras 13.452 unidades más que no llegaron a los comercios.
Uno de los casos más habituales es el de los juguetes que tienen piezas pequeñas o peligrosas. Los productos para menores de tres años no pueden tener elementos que tengan un tamaño inferior al de la garganta de un niño, para evitar el riesgo de atragantamiento. En ocasiones, en la etiqueta sí advierte de que no es adecuado para niños de 0 a 3 años. Pero si el tipo de producto o sus características lo hacen ‘apetecible’ para esta franja de edad, también se retira.
También resultan peligrosos los juguetes que por su composición puedan ser fácilmente inflamables, con propiedades químicas prohibidas, con partes eléctricas que no estén protegidas o que no sean fácilmente limpiables. E igualmente, los que contienen altos niveles de talatos, perjudiciales si los bebés los chupan.
Para la Dirección General de Protección de Consumidores y Usuarios de Aragón de la DGA, los juguetes son el sector que genera un mayor número de inspecciones. Este año ya se han hecho más de 15.000, más de la mitad del total, que engloba a todo tipo de productos industriales. “Hay que tener especial cuidado y sensibilidad con los sectores más sensibles, que son los niños, así que nos fijamos mucho en los juguetes y disfraces”, señala Pablo Martínez, director general de Consumo del Gobierno de Aragón.
Aunque el objetivo es que esos productos peligrosos no lleguen a las estanterías, los ayudantes de los Reyes Magos deben tener en cuenta varias cosas antes de decantarse por uno u otro regalo. Para empezar, el etiquetado. Siempre debe estar en castellano y debe incluir claramente quién es el fabricante, es decir, quién se responsabiliza del juguete. También debe incluir el marcado CE.
Además, Javier Masip y Claudio Ortega, jefes de sección de Control e Inspección de Mercado de la Dirección General, recomiendan que “como el que compra es un adulto, piense como un adulto”. Es decir, que se fijen en si el producto es consistente o si tiene bordes cortantes, aristas, partes puntiagudas, sistemas eléctricos mal protegidos, etc.
Como consejo, desde Consumo del Gobierno de Aragón señalan que “más vale comprar un juguete bueno que llenar la casa de plásticos que en dos días van a ser inservibles”. Sobre los comercios en los que hay que comprar, y por aquello de no generalizar, aconsejan acudir a los establecimientos “que nos generan confianza” y en el que “nos pueden recomendar una buena compra”.
