Elecciones 2019

Veteranos de las urnas sin llegar a cumplir los 20: los jóvenes piden altura de miras para superar el bloqueo político

Seis jóvenes comparten con HERALDO sus impresiones ante unas nuevas elecciones en las que algunos introducirán su séptima papeleta en poco más de seis meses.

El variado grupo de jóvenes expertos en el sano ejercicio del sufragio posa, urna en mano, en el colegio Gascón y Marín.
Alba Cañaveras, Javier Echechiquía, Marta Zalaya, Daniel Jiménez, Serigio Pérez y Mario Fortanet posan, urna en mano, en el colegio Gascón y Marín.
Guillermo Mestre

Daniel, Alba, Javier, Marta, Sergio y Mario ponen cara al Aragón que viene. Son chicos y chicas de distintas condiciones y ambiciones diversas, con poco recorrido en la vida adulta y un denominador común: han visto cómo la ilusión por acudir a las urnas propia de su edad se ha visto difuminada demasiado rápido como consecuencia de la sucesión de elecciones en un breve espacio de tiempo. Son jóvenes... aunque sobradamente resignados a volver a las urnas.

Algunos de ellos introducirán en las urnas su sexta y séptima papeletas (Congreso y Senado) después de elegir representantes a las Cortes Generales en abril y alcalde, presidente autonómico y europarlamentarios un mes después. Otros se estrenarán este domingo. Es el caso de Javier Echechiquía, que espera poder disfrutar de "un momento emotivo, ya que hasta hace no demasiado las personas como yo, con una minusvalía, no podían votar". El resto, al ser preguntados por sus sensaciones, recurren a palabras como hartazgo, desilusión, empacho o impotencia. Solo Daniel Jiménez se une al sector optimista: "Siento motivación al pensar que, después de tanto tiempo, se puede llegar a un acuerdo para que el país siga avanzando". Marta Zalaya solo pide que la clase política tenga altura de miras: "Necesitamos que sean generosos, que tengan voluntad de entendimiento. Nosotros les ofrecemos nuestro voto y ellos deben poner de su parte y buscar la fórmula para un gobierno estable". Sobre el resto flota un amargo escepticismo. "Más que dos bloques enfrentados, veo cinco bloques que se tiran los trastos a la cabeza. O los resultados son contundentes o volveremos al mismo punto", verbaliza Sergio Pérez mientras sus compañeros asienten.

Seis jóvenes comparten con HERALDO sus impresiones ante unas nuevas elecciones en las que algunos introducirán su séptima papeleta en poco más de seis meses
Heraldo TV

Más variedad se encuentra al bucear entre las inquietudes personales. A esta muestra de aragoneses recién aterrizados en la mayoría de edad les preocupa desde el cuidado del planeta hasta la urgencia de rubricar un gran pacto por la educación, pasando por favorecer la vida a los inmigrantes y la cohesión territorial. Tampoco faltan las peticiones de fomentar la maternidad y el acceso a la vivienda para los más jóvenes y el incremento de recursos para la lucha contra la violencia machista. Sí existe un denominador común, quizá el único. Así lo condensa Javier Echechiquía: "El acceso a un primer empleo tiene que ser una prioridad para los políticos. Esta generación, por mucho que se diga lo contrario, quiere tener trabajo para poder cumplir sus obligaciones y disfrutar de sus derechos".

Y, como los anteriores temas no siempre centran los mensajes de campaña, queda abierta una ventana a la desafección. Cuestionados por su apego a la clase política, hay quienes hacen bueno aquel eslogan del ‘no nos representan’ y los que entienden que una formación concreta ha sabido conectar con ellos. En el primer grupo está Sergio Pérez, que en sus prácticas como maestro en una clase de primer curso de educación primaria se ha encontrado con "discusiones entre alumnos más trascendentales y con más fondo que las que todos vimos en el debate televisado". En el origen de la desafección comparten hueco el cortoplacismo de algunas propuestas y, en palabras de Mario Fortanet, "el circo que se busca diariamente, esa necesidad de algunos líderes de hoy en día por convertirse en tendencia en las redes sociales o por salir en el telediario mediante cualquier ocurrencia". Alba Cañaveras, al analizar el mensaje de campaña de los distintos candidatos, pide "menos intenciones y más concreciones, que las promesas se plasmen en hechos".

Difíciles de convencer

Esta nueva campaña electoral no ha servido, en opinión del sexteto, para demasiado. Aunque los que tienen las ideas claras acaban por reforzarlas, según se extrae de la tesis de Sergio Pérez: "Creo que todos tenemos claro en qué bloque nos movemos. Quizá dentro de ese grupo de partidos sí te puedan convencer para cambiar, pero tal vez eso no sea suficiente para superar el bloqueo". Tampoco los programas hacen su papel… ¡para eso tendrían que haberlos leído! Eso sí, nuestros jóvenes, pese a no haberse empapado de la embrigadora literatura de los textos (que apenas varía respecto a los presentados hace medio año), sí saben de las distintas propuestas mediante la propaganda que ha llegado a sus buzones, las redes sociales, la televisión e incluso a través de comparadores online. La única que sí ha buceado entre los apuntes de los candidatos es Marta Zalaya... aunque reconoce una ligerísima trampa: "En los anteriores comicios, como era la primera vez que me tocaba votar, sí me leí en profundidad los programas de todos los partidos para saber un poco mejor qué pensaba cada uno y así poder conocer mejor mi propia ideología. Esta vez solo he mirado los de los partidos que creo que representan mejor mi forma de pensar para así poder decidir finalmente mi voto".

La generación comprensiva

Llama la atención el buen talante y la mesura de los aragoneses que empujan desde abajo. El último punto del debate abordó las promesas incumplidas de quienes llegan al poder y, pasados cuatro años, si te han visto no se acuerdan. "Todo el mundo merece una segunda oportunidad. Todos queremos lo mejor para el país y eso incluye entender el momento excepcional que estamos viviendo y las dificultades que hay para articular mayorías y sacar adelante medidas", resume Javier Echechiquía. Sus coetáneos le dan la razón, y Sergio Pérez añade: "Gobernar es difícil. Cuando había mayorías absolutas sí se podía echar en cara que un partido prometiera una medida en un plazo concreto y luego se olvidara hasta las siguientes elecciones. Pero en el nuevo entorno multipartidista esto ha cambiado. Tenemos que acostumbrarnos a que los programas no son compromisos que deban cumplirse a rajatabla, porque para formar gobiernos los partidos van a tener que entrar en tiras y aflojas y ceder parte de sus ideas y aceptar otras. 

Daniel Jiménez, muy pragmático durante todo el encuentro, únicamente pide "que haya diálogo para formar un nuevo gobierno", algo para lo que "el partido que gane tendrá que dejar muchos compromisos por el camino al aceptar las pretensiones de otros". Alba Cañaveras piensa que "en la situación en la que estamos, cualquiera que se ponga al frente y muestre intenciones de mejorar la vida de las personas acabará siendo apoyado, aunque no haga honor a su propio programa". La más dura, con diferencia, es Marta Zalaya: "No cumplir con lo prometido es un engaño a la ciudadanía. Deben ser realistas y honestos". Ideas claras para tan corta edad.

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