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El presunto asesino detenido en Pedrola ya estuvo dos meses en la cárcel de Zuera por agredir a su mujer

Llegó con ella y tres hijos al pueblo hace más de un año. Tras otra relación, el 5 de junio se emparejó con la venezolana. 

El presunto asesino trasladado desde la Comandancia de la Guardia Civil al juzgado, el pasado sábado
Oliver Duch

El presunto autor del crimen de Pedrola, Mohammed A. D., marroquí de 35 años, regresó el pasado viernes a las 20.00 a la prisión de Zuera junto a su pareja venezolana H. C. A. L., también detenida por el asesinato del informático vasco José Antonio Delgado. Pero los funcionarios de la cárcel ya conocían al primero, puesto que pasó este año casi dos meses allí, entre el 25 de marzo y el 7 de mayo, por haber agredido a su mujer.

Este delito de violencia de género provocó una orden de alejamiento que impedía a Mohammed A. D. acercarse a su mujer, con la que llegó hace poco más de un año a Pedrola desde Castellón y con la que tiene tres hijos (un chico y dos chicas). Tenían que compartir los hijos cada semana y la madre del presunto asesino, que también reside en el pueblo, solía ayudarle en esta tarea.

Al separarse de su esposa, mantuvo relaciones con otra mujer española en la localidad aragonesa, a la que también agredió y por lo que tiene otra orden de alejamiento hasta marzo de 2022.

El 5 de junio se emparejó con la venezolana, un mes y medio antes de cometer los delitos por los que están en prisión. Según la Guardia Civil, ella ofreció relaciones sexuales a través de una red social a un rumano (el 27 de julio), un empresario de Tudela (4 de septiembre) y al informático vasco (6 de septiembre).

Fuentes penitenciarias y jurídicas consultadas señalaron que la actitud de Mohammed, que se negó con su pareja a declarar ante la Guardia Civil y ante la jueza de guardia, daba prueba de su peligrosidad. Además, le quitaron en el juzgado la pulsera Cometa que llevaba colocada en el tobillo para impedir que se acercara a su mujer. Este mecanismo GPS sirvió a la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil para investigarlo y establecer una estrecha vigilancia sobre él.

En la prisión, ayer fue trasladado del módulo de ingresos al elegido para él tras ser entrevistado por el trabajador social, el educador y el jurista. Mientras, la venezolana entró en el único módulo de mujeres y reclamó rápidamente ser atendida por el médico.

En su primera estancia en la cárcel de Zuera, el presunto asesino de Pedrola no tuvo ningún episodio violento, según fuentes penitenciarias, sino que más bien se mostró algo novato. La pareja está acusada de once delitos (robo con violencia, lesiones, detención ilegal, extorsión, asesinato, blanqueo de capitales, tenencia de armas y pertenencia a grupo criminal) por los tres hechos.