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Mi hijo ve porno con 8 años, ¿qué puedo hacer?

Restringir el acceso a contenido para menores es un "reto" en la sociedad actual. Los expertos piden una política seria para hacer educación sexual, mientras se estudia la forma de regularlo, como en Reino Unido. 

El consumo de pornografía se ha adelantado. Una causa es que tienen dispositivos y la red al alcance de sus manos. Tras esas noticias, ahora hay que mejorar su información y su educación sexual.

Internet es un escaparate de pornografía a la vista de cualquiera. También de los más pequeños. Restringir el acceso a contenido para mayores de edad es un "reto" en la sociedad actual, y solo unos pocos países han dado pasos en esta línea. El último, Reino Unido, con una ley que obligará a los consumidores de porno 'online' a verificar su edad, como ocurre con las páginas de apuestas. Pero, ¿qué ocurre en España? "Ahora mismo no parece que haya nada en marcha. El restringir a los menores el acceso a contenido es un reto, sobre todo para los proveedores de estos servicios, que son los que deberían establecer mecanismos de control. No obstante, toda la normativa que se pueda regular respecto a la pornografía es ponerle puertas al campo. Si un menor quiere acceder a esos contenidos, ya buscará todo tipo de trampas y vías para poder hacerlo", advierte el catedrático de Derecho Penal Miguel Ángel Boldova, profesor de la Universidad de Zaragoza.

Estudios recientes aseguran que más de la mitad de los menores de edad han visto pornografía por internet, y un 4% de los menores de entre 11 y 12 años reciben contenidos sexuales en su teléfono móvil. El informe 'Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales' alerta de que se adelanta a los 8 años el acceso al porno y relaciona las nuevas formas de consumo con el aumento de las manadas en España. Los expertos aragoneses consultados prefieren ser cautos. "Siempre hay que hacer educación sexual, pero luego lo que se hace o no se hace son pequeñas gotas en un océano que no sé muy bien adónde conduce. No hay una política realmente seria de educación sexual en España, y yo soy partidario de eso. No me lanzaría demasiado alegre a la prohibición y a una preocupación excesiva sin debatirlo y analizarlo antes", apunta, por su parte, el profesor Agustín Malón, del departamento de Ciencias de la Educación, quien impartirá este mes de julio, en Jaca, unos cursos extraordinarios con Miguel Ángel Boldova sobre 'Los sexos, las edades y el deseo: nuevos debates sobre moral sexual y derecho penal'. 

Mientras se estudia la forma de regularlo en Aragón y en España, donde no existen leyes como la que entrará en vigor el mes que viene en Reino Unido, los expertos piden "sentido común" a las familias para bloquear a los menores el acceso a determinados contenidos. "Pensamos siempre en la escuela, pero a mí me parece casi más importante en este aspecto la familia. Aquí es una cuestión de valores y de cierta concepción de lo que sería una vivencia positiva del erotismo y la sexualidad… Habría qué ver qué lugar ocupa la pornografía", advierte Agustín, quien ve como un problema dejar toda la responsabilidad en manos de los colegios. "La educación sexual escolar es importante, y es ahí donde habría que entender, estudiar y discutir la pornografía, pero los maestros pueden hacer lo que pueden hacer... No podemos caer en la trampa de pensar que la escuela puede sustituir a las familias o a la sociedad. A mí eso me parece peligroso y hace que el conjunto de la sociedad se desentienda y acepte contradicciones", afirma este educador al hablar de la doble moral que existe a este respecto. "No podemos alarmarnos por esta cuestión y al mismo tiempo socialmente apoyar una visión que es legítima", indica. 

Qué podemos hacer

Además de en el acceso a contenidos pornográficos, se ha producido también un adelanto general -constatado por las estadísticas- de la edad de los menores en sus primeras relaciones sexuales. "Según una encuesta de la Sociedad Española de Contracepción, las hijas de hoy en día tienen las relaciones sexuales dos años antes que sus respectivas madres. Si hace 30 años era a los 19, ahora es a los 16. En cambio, el Código Penal que prohibía todo contacto con menores hasta los 13 años se elevó en 2015 a los 16, en sentido opuesto a cómo funciona o evoluciona la sociedad. Este es un tema que requiere estudios desde diversas perspectivas", destaca el catedrático de Derecho Penal Miguel Ángel Boldova, quien tampoco ve la prohibición impuesta en el Reino Unido como una solución efectiva a largo plazo. "La pornografía está ahí y hay que saber convivir con ella. No es una actividad prohibida, pero sí hay que garantizar de alguna manera que el proceso de desarrollo de la personalidad sexual de los menores esté libre de injerencias perturbadoras", explica en referencia a la puesta en marcha de más políticas educativas.

A juicio de su compañero de la Universidad de Zaragoza, el profesor Agustín Malón, "necesitamos criterios en un mundo en el que nos sentimos desorientados, pero hay que huir de planteamientos muy rígidos" que puedan provocar el efecto contrario. 

"Necesitamos criterios en un mundo en el que nos sentimos desorientados, pero hay que huir de planteamientos muy rígidos"

"No tenemos una respuesta definitiva para las familias. Los estudios son contradictorios en cuanto a los efectos que tienen en las personas el ver cierto tipo de pornografía. Como sucede en muchos casos, no es tanto el material sino la persona que lo percibe y qué idea tiene de la sexualidad esa persona", puntualiza. Por eso, recomienda a las familias no caer en un "alarmismo que quizás es injustificado" y apela a la serenidad y al sentido común al considerar que los niños de 6, 7 u 8 años que acceden a estos contenidos no dejan de ser una "minoría". 

"Este mensaje un tanto catastrofista de que la visión de la pornografía está destruyendo las relaciones sexuales etc. a mí personalmente me parece exagerado. Creo que la mayoría de los padres lo intentan hacer bien, y ciertamente no es sencillo en todos los casos. Es un poco el problema de la educación en general. Al fin y al cabo son los padres los que se encargan de educar y todos vemos que no es sencillo hacerlo", afirma este docente, que ofrece algunas ideas para abordar en el núcleo familiar estos casos. 

El consumo de pornografía se ha adelantado. Una causa es que tienen dispositivos y la red al alcance de sus manos. Tras esas noticias, ahora hay que mejorar su información y su educación sexual.

"No hacer un problema de eso"

Obviamente, reconoce este docente, los chicos y chicas acceden a pornografía a través de internet, aunque no a edades tan tempranas como afirman ciertos estudios. "Me parece exagerado hablar de una mayoría... entiendo que lo harán en la adolescencia, y no es lo mismo que acceder a los 6 o 7 años. Los niños que acceden a esa edad serán casos anecdóticos, una minoría, y habría que ver cómo interpretan eso que ven allí. No creo que les genere mas interés que una simple curiosidad a la mayoría de ellos", afirma este educador. Su consejo, si ocurre, es no hacer un problema de eso; tampoco animar a observarla. "Hay que transmitir esa idea de que ya llegará el momento", aconseja.

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Los adolescente, cada vez más, equiparan vida real y vida digital. Y las relaciones sexuales tampoco se quedan fuera de las redes. Grabaciones que buscan notoriedad en Internet. Cuanto más explícitos son los vídeos, más 'me gusta' se consiguen. Una vez subido, se pierde su control. Llega el efecto multiplicador de las redes sociales y sus consecuencias. El fácil acceso a la pornografía en Internet por usuarios menores de edad.

Con los jóvenes: discutir los problemas éticos que plantea

No solamente en la escuela, sino también en las casas, hay que fomentar la educación sexual para evitar conductas inadecuadas. "Con los jóvenes -recomienda este docente- hay que enseñarles lo que la pornografía nos puede dar y lo que no. Igual que les enseñamos a mirar críticamente el mundo en general, también con esta materia, para que cada uno descubra su modo de relacionarse con ella, porque va a estar allí", incide este experto, quien no ve en la sociedad actual la prohibición en términos absolutos de la pornografía o la tecnología, en cuanto a limitar el uso de internet. 

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Aula de 2 años en el colegio San Braulio de Zaragoza

Diferenciar el papel de la escuela del de la familia

Este profesor de la Universidad de Zaragoza insiste en que la educación tiene que ver con una instrucción y unos conocimientos. Por eso, en la escuela sí cabe el "debate, discutir la pornografía y los problemas éticos que plantea, su historia, sus manifestaciones… Entender el concepto y lo que le rodea", explica. En cambio, la educación sexual que imparta una familia debe estar más centrada en los valores y en lo que representa o pueda representar la sexualidad en nuestra vida. "En definitiva, el niño mama en casa desde muy pequeño una cierta concepción del mundo de la sexualidad, de los hombres, de las mujeres, de las relaciones… y en gran medida ahí los padres transmiten lo que ellos son", apostilla.

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Cuando las relaciones sexuales tendrían que ser una cosa, con el móvil en la mano se convierten en otra: una infancia que ve porno con solo 8 años. El informe “La Nueva Pornografía y cambios en las relaciones interpersonales” alerta de que se cuela en el móvil que le han dado sus padres.

"No depende de un sí o un no, sino de un cierto equilibrio"

Los expertos aconsejan huir de planteamientos "muy rígidos" en este sentido, y al igual que no ven la prohibición en materia de leyes, tampoco lo ven en el seno de las familias. "No depende de un sí o un no, sino de un cierto equilibrio, una dosificación que la da el sentido común. Si una tablet le impide salir con los amigos a jugar es algo que se está perdiendo. Pero si a un niño se le prohíbe una tablet, también hay algo que se está perdiendo. Hay siempre una tensión entre lo que la tecnología nos da y nos quita. Es bueno que un niño desde pequeño acceda a ella, porque va a formar parte de un mundo tecnológico. La virtud está en el medio", concluye este experto.

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Las clases de Religión se reducen a partir del curso próximo y pasan de 90 minutos semanales a 45.

"La educación es compleja, no depende de una sola experiencia"

Por los casos que le han podido consultar, Malón asegura ver situaciones de cierta "desorientación" en los padres, que muchas veces no saben muy bien cómo actuar en estos casos. "Lo que suelo recomendar siempre es dejarse llevar por la intuición, el sentido común, la serenidad y, en cierto modo, una sensibilidad de larga duración. Porque un niño un día vea material de este tipo no va a afectarle toda su vida. La educación afortunadamente es algo complejo que no depende de una sola experiencia, sino que es algo mucho más amplio", sentencia para no ser "alarmistas". 

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