Aragón

Senderismo 

5 rutas a nacimientos de ríos en Aragón con familia

Grandes desconocidos, los nacederos de los ríos son lugares llenos de valores naturales, que nos permiten conocer mejor el territorio aragonés. Ofrecemos cinco excursiones que nos llevarán a recorrer arroyos, manantiales, cascadas y surgencias escondidas. 

Los nacimientos de los ríos son lugares singulares, sorprendentes en muchas ocasiones, y algo mágicos, con el misterio del agua surgiendo de la tierra o de las rocas. Una excursión hasta estos nacederos nos permite disfrutar de la naturaleza y conocer un poco más de los distintos territorios de la Comunidad aragonesa. Hemos seleccionado cinco nacimientos: Aurín, La Pillera y Garona en los Pirineos, el río Piedra en el sistema ibérico zaragozano, y el Alfambra, en la sierrra de Gúdar. Se trata de rutas que es posible realizar con toda la familia, dado que discurren por terrenos poco comprometidos, salvo el caso del Garona, cuyo último tramo resulta algo más complicado por su fuerte ascenso, pero accesible por lo corto del recorrido. Para su recorrido seguiremos las rutas marcadas en la guía especializada ‘Excursiones a nacederos’, del aragonés Alberto Martínez Embid (Sua, 2018), una obra que ofrece hasta 40 nacimientos localizados en Aragón. Estos son 5 nacimientos de río que no hay que perderse:  

Río Aurín

Aunque apenas recorre 16 km, el Aurín es famoso por sus truchas y recoge su nombre (áureo: oro) del amarillo de sus limos, y tiene su origen en el ibón de Bucuesa. De Sabiñánigo tomamos la carretera hacia Larrés, siguiéndola hasta Acumuer. Una vez allí, emprendemos camino desde la barrera de la pista de Bucuesa. Desdeñamos el barranco de San Bartolomé por el tramo, más bonito, que camina junto al río. Tras pasar las bordas de Igüés, la pista se desdibuja en las praderas del Grau. Buscaremos las marcas amarillas y blancas, tomando una senda a la derecha de un mojón de piedra. Nuestro esfuerzo se verá pronto recompensado por la vista de la cascada del Churro, con sus piedras como toboganes para gigantes. Siguiendo el curso se llega al impactante circo de las Canales. Nos aparecen allí dos recorridos, separados por una roca puntiaguda. Tomamos el de la izquierda, que se estrecha para llegar a la faja del Ganado. Cerca ya del nacedero, el cauce muestra hechuras de joven regato mientras discurre por la turbera de la balseta de Aurín, que precede nuestra llegada al ibón de Bucuesa. Casi 3 hectáreas de agua calma y serena, a 2.120 m de altura.

Nacimiento: Ibón de Bucuesa (Acumuer)

Distancia (ida): 12 km recorrido lineal.

Tiempo (ida): 4 h 30 min.

Dificultad: media-alta.

El río Aurín nace en el ibón de Bucuesa.
Alberto Martínez Embid

Río La Pillera

Afluente del Guatizalema al que aportar un importante caudal, La Pillera recorre 4 km bajo tierra hasta que emerge en Fuendeguaril, desde donde recorre 3,5 km más hasta su desembocadura. Accedemos al camino desde el núcleo de Nocito (aunque se puede llegar en coche hasta el aparcamiento del antiguo Mesón). Tomamos una pista balizada en rojo en dirección sur, del Camino Natural de la Hoya de Huesca, que nos lleva remontando el Guatizalema, tras pasar los restos del mesón entramos en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Giramos a la izquierda por la zona cementada de la badina de Raballatán, arranque de una senda S-8, balizada en verde. Llegamos a la desembocadura, en torrente, de La Pillera, de los que encontraremos quince más hasta llegar a Fuendeguaril. Pasado el desvío al Tozal de Guara (que no tomaremos), llegamos a la fuente del Rey, continuando hacia el barranco Abellaneda donde se abre la badina de Estañonero, con su fondo de un azul intenso. Proseguimos siguiendo las señales verdes, que nos irán haciendo cambiar de orilla varias veces mientras seguimos por nuestra ruta selvática en la que pronto nos saluda un cartel que avisa que llegamos a la surgencia de Fuendeguaril. Allí, a 876 m de altitud, mana persistentemente el agua de La Pillera durante todo el año.

Nacimiento: Surgencia de Fuendeguaril (Nocito)

Distancia (ida): 4,5 km recorrido lineal.

Tiempo (ida): 2 h.

Dificultad: baja-media.

La badina de Estañonero.
Alberto Martínez Embid

Río Garona

Desde la Ribagorza, este cauce de origen aragonés desemboca en Burdeos, siendo uno de los ríos estrella para los franceses, junto a Sena, Loira o Ródano. Desde Benasque tomamos la carretera A-139, rumbo al aparcamiento de La Besurta. En verano haya que dejar el coche antes, en el vado de del Hospital. Desde La Besurta tomaremos la senda S-2 señalizada en rojo y blanco, o en verde. En el desvío de La Renclusa giramos a la izquierda camino del Forau, que se abre como un boquete de 30 m de profundidad. Tras pasar unos rápidos aparece la cascada de Aiguallut, con sus torbellinos y espumas de agua. Precede nuestra llegada al Plan de Aiguallut, un antiguo ibón colmatado, es decir, relleno por la tierra, donde ahora fructifican prados y turberas. Seguimos por el sur, tras cruzar una pasarela, guiados por las marcas del GR 11.5. La senda nos lleva junto a las torrenteras de Barrancs entre el sonido de sus saltos de agua brotando por doquier. Ascendemos por el valle hacia la cola del ibón de Barrancs, donde tras su apacible visión nos aguarda un tramo esforzado por su zona oriental hasta el circo, a 2.380 m de altura, donde los pequeños arroyos del Garona aragonés se juntan para marchar en tropel a Francia.

Nacimiento: Circo de Barrancs (Llanos del Hospital de Benasque)

Distancia (ida): 5,5 km recorrido lineal.

Tiempo (ida): 4 h 45 min.

Dificultad: alta.

Las cascadas espumosas del Aiguallut.
Alberto Martínez Embid

Río Piedra

El Piedra es uno de los ríos más visitados en Aragón, tanto por las cascadas del monasterio como por sus hoces. Menos conocido es su nacimiento, que merece la visita tanto como aquellos, en los Ojos de Cimballa. En el mundo fluvial se denomina ojo a surgencias de agua de forma ovalada, que en este caso da lugar a sugerentes paisajes de agua y vegetación acuática. Salimos de Calatayud por la carretera A-202, dejando a nuestras espaldas el monasterio de Piedra para tomar la CV-307 hasta el desvío de Llumes. Una vez en esta localidad, tomamos el sendero de la margen izquierda del Piedra, una vieja cabañera señalizada en rojo y blanco. Siguiendo las marcas llegaremos a las Casas de la Vega y una pareja de puentes nos situará sobre la pista de tierra de la margen derecha. Tras dejar atrás un refugio, el camino atraviesa por última vez el curso del río y se dirige a la carretera. El GR-24 recorre un tramo de cuneta hasta que, cerca del km 5, gira a la derecha por un paseo entre olivos que, en suave ascenso, no permite ir viendo el soto del Piedra. A punto de llegar al pueblo de Cimballa aparece un cartel que señala al mirador. Por una empinada senda, en la que podremos ayudarnos de las barandillas, llegamos a la atalaya desde la que podremos apreciar en toda su extensión los Ojos del Cimballa, un paraíso de aves acuáticas a 920 m de altitud, al que podremos bajar para recorrer de cerca la orla de cañizos y sus aguas someras.

Nacimiento: Ojos de Cimballa (Cimballa)

Distancia (ida): 5 km recorrido lineal.

Tiempo (ida): 1 h 45

Dificultad: baja.

Mirador de los Ojos de Cimballa.
Alberto Martínez Embid

Río Alfambra

El Alfambra es una de las grandes arterias fluviales del Bajo Aragón. Dos ramales dan cuerpo al cauce en sus inicios, el modesto río Seco y, nuestro elegido, el mucho más poderoso río Blanco, también llamado de Gúdar o de Allepuz, formado por un grupo de manantiales que brotan del pico Peñarroya. Su inicio se sitúa en el paraje conocido como Fuente de la Teja. Saldremos desde Allepuz por la carretera A-228 hacia Gúdar. Cerca del km 49 veremos a la izquierda unos carteles que marcan los Caños de Gúdar. Desde el aparcamiento sale una pista por la orilla del arroyo Banco, guiados por las flechas amarillas. Llegaremos a la cascada de los Caños de Gúdar, desde donde seguiremos por su parte derecha hacia lo alto del valle, siguiendo ahora una señalización en verde. Tomamos la senda que sale a la derecha hacía la ermita de Santa Quiteria, donde pronto aparecerán las estacas de la Senda Fluvial Río Alfambra. Sus riberas pobladas de sauces, chopos o rosales nos irán llevando hasta la Fuente de la Teja, a 1.630 m de altitud. Un paraje bellísimo en el que las aguas del Alfambra brotan cantarinas, como felices y alborozadas de descubrir el mundo.

Nacimiento: Fuente de la Teja (Gúdar)

Distancia (ida): 5 km recorrido lineal.

Tiempo (ida): 2 h 45 min.

Dificultad: media.

Los Caños de Gúdar y sus cascadas.
Alberto Martínez Embid